El golpe de Pereda dur¨® cuatro meses
El pasado 9 de julio se celebraron elecciones en Bolivia en cumplimiento de la promesa hecha por los militares de dar paso a un Gobierno civil y al establecimiento de la normalidad democr¨¢tica.El proceso electoral estuvo caracterizado por numerosos des¨®rdenes y fraudes, que todos los observadores internacionales -incluida la embajada norteamericana- coincidieron en se?alar.
Cuatro d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, la Corte Nacional Electoral modific¨® sustancialmente los resultados, concediendo, al hasta entonces perdedor, candidato oficialista general Juan Pereda, el 51,32% de los votos. La repulsa popular fue tan intensa que el 19 de julio el Tribunal Electoral decidi¨® suspender el recuento y aconsejar la celebraci¨®n de nuevos comicios. Pero el 21 de julio, el general Pereda asume las funciones de nuevo presidente, amparado en un golpe militar, con el apoyo de grupos de tendencia fascista y ejecutados por los famosos Rangers y la Fuerza A¨¦rea. La operaci¨®n se hab¨ªa realizado cuando el principal candidato de la oposici¨®n, el antiguo presidente Hern¨¢n Siles Zuazo, l¨ªder de la Uni¨®n Democr¨¢tica y Popular (UDP), cuya victoria era admitida en los medios m¨¢s diversos, hab¨ªa iniciado una huelga de hambre como protesta y los mineros anunciaban una huelga en favor del reconocimiento de la voluntad popular.
El 24 de julio el general Pereda anunci¨® la formaci¨®n de su Gobierno, en el que los militares ocuparon los puestos claves, y prometi¨® seguir una pol¨ªtica de democratizaci¨®n. Pero pronto comenzaron las detenciones y los actos de represi¨®n en todo el pa¨ªs, lo que motiv¨® una petici¨®n de la Iglesia cat¨®lica en favor del respeto de los derechos humanos. Estados Unidos amenaz¨® con retirar su ayuda, y el presidente Pereda anunci¨® elecciones para no antes de 1980.
El Gobierno orden¨® el 11 de agosto el levantamiento del estado de sitio. El general Pereda ofreci¨® el 14 de septiembre iniciar el di¨¢logo con la oposici¨®n para restablecer la democracia y elaborar. una nueva ley electoral. Sin embargo, mes y medio m¨¢s tarde, la crisis abierta en el Gobierno oblig¨® a realizar un reajuste ministerial.
El derrocado general Pereda se ha refugiado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Poco antes de abandonar La Paz redact¨® una ?renuncia? en la que afirmaba que su cesi¨®n de la presidencia a los golpistas la hac¨ªa en aras de la unidad de las fuerzas armadas.
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