La "invenci¨®n" del cuartel de Conde-Duque
Vuelve el Ayuntamiento de Madrid, y por boca de su m¨¢s alta jerarqu¨ªa, a anunciarnos su obstinado e intempestivo prop¨®sito de reconstruir el cuartel de Conde-Duque, de acuerdo con la presunta traza que el arquitecto Pedro de Ribera tuvo a bien, o no, conferirle en la segunda d¨¦cada del siglo XVIII. Se trata, en efecto, de una reconstrucci¨®n a toda regla, es decir, de un flagrante atentado contra la vigente ley del Patrimonio Art¨ªstico de 1933, cuyo art¨ªculo 19 prev¨¦ y faculta la sola consolidaci¨®n y conservaci¨®n de monumentos, reservando el t¨¦rmino restauraci¨®n (nunca la voz reconstrucci¨®n) para casos de necesidad comprobada y con exigencias tan concisas como poco fiadas a libre. interpretaci¨®n, cual la recientemente sugerida por nuestro se?or alcalde,?YO creo -declaraba Jos¨¦ Luis Alvarez, el pasado mi¨¦rcoles- que la ratio legis de la ley del 33 Se basa en un intento de que no se hagan pastiches. Y lo que es evidente es que en Conde-Duque, de acuerdo con este proyecto, no vamos a hacer ning¨²n pastiche.? Sumamente respetuosos con las creencias del alcalde, no lo podemos ser tanto, con sus evidencias y menos a¨²n con la facultad de arrogarse la interpretaci¨®n aut¨¦ntica de la ley. Cumple tal interpretaci¨®n, con car¨¢cter exclusivo, al legislador, y no fue el se?or Alvarez, que sepamos, quien dict¨® el texto legal que nos ocupa, ni se vio jam¨¢s emparentado dicha norma, por tajante que sea su ex¨¦gesis, con su particular apellido.
Pastiche o no, el proyecto Alvarez entra?a un caso de re construcci¨®n sin paliativos, o a merced de encendida imaginaci¨®n. De aqu¨ª (y s¨®lo de aqu¨ª) que la Direcci¨®n General del Patrimonio Art¨ªstico no le haya dado v¨ªa libre, y es de esperar que no la facil¨ªte en el futuro. ?La diferencia sustancial -explic¨® el alcalde- entre el proyecto de Ribera y el estado actual del edificio est¨¢ en la planta de menos que tiene hoy, desaparecida como consecuencia del incendio que sufri¨® el cuartel en 1896.? ?De qu¨¦ manga ancha se ha sacado el proyectista ese cuerpo supuestamente devorado por las llamas? Si uno no tuvo la suerte de conocer, tal cual, el proyect¨® original de Pedro de Ribera, s¨ª tiene hoy ocasi¨®n de contemplar la maqueta de Madrid, seg¨²n la dejara trazada, sesenta a?os antes de dicho incendio, Le¨®n Gil del Palacio. Y ocurre que en ella el cuartel de Conde-Duque ostenta la misma altura que en su actual estado, vi¨¦ndose rematada la portada, para m¨¢s se?as, por el l¨ªmite de la cornisa, igual, exactamente igual que hoy le es dado comprobar al paseante.
?Otros s¨ªntomas de relativa sumisi¨®n a la ley? La restituci¨®n de las cuatro torrecillas de que se vio adornado el cuartel en la respectiva conjunci¨®n de sus cuatro cruj¨ªas, y la reconstrucci¨®n del peque?o cimborrio, que, de no quedar suspendido en el aire, supondr¨¢, a su vez, reconstruir la desaparecida iglesia a cuyos lomos cabalgara en sus d¨ªas la c¨²pula. A la presumible ilegalidad del proyecto s¨²manse, pues, claros y poco plausibles indicios de invenci¨®n, aparte del car¨¢cter clandestino con que se est¨¢n llevando a cabo las obras de enfoscado en la fachada, enteramente disconformes con la advertencia expresamente formulada por el arquitecto jefe de la Direcci¨®n General del Patrimonio Art¨ªstico.
Menos mal que el presupuesto se ci?e a la razonable suma de 1.600 millones, correspondiendo al metro cuadrado (?ni en la Costa Azul!) la asequible proporci¨®n de m¨¢s de 50.000 pese tas. Sin luz ni taqu¨ªgrafos, como ya viene siendo costumbre, sin la m¨¢s liviana atenci¨®n al orden de prioridades y necesidades c¨ªvicas, sin la propuesta del de bido concurso de sugerencias e ideas, ni consulta alguna a los expertos colegiados y a las asociaciones vecinales, ni la exigible licitaci¨®n de cara a afinar las pretensiones de la empresa constructora, ni otros requerimientos mil..., el proyecto de marras termina por conculcar lo l¨²cidamente apuntado por el movimiento moderno: aquello, concretamente, de que ?la funci¨®n crea la forma?. Es el d¨ªa de hoy, y nadie sabe, ni el alcalde siquiera (as¨ª se desprende de sus declaraciones), cu¨¢l ser¨¢ el destino de tan costoso e irregular proyecto.
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