La implantaci¨®n del delito ecol¨®gico, m¨¦todo m¨¢s eficaz para proteger el medio ambiente
Recuperar la ciudad para los ciudadanos, convertirla en un espacio para el ocio y el esparcimiento capaz de satisfacer las necesidades individuales y colectivas, reducir los humos y los ruidos, extender las zonas verdes, en suma, hacer habitable la ciudad son las recomendaciones de las III Jornadas sobre Medio Ambiente Urbano que se celebraron la semana pasada en Madrid.
En el c¨¢lculo del NNW o Bienestar Neto Nacional, nuevo ¨ªndice que han establecido los japoneses a nivel nacional para evaluar la calidad de vida de los ciudadanos de las ¨¢reas metropolitanas, la disponibilidad de espacios verdes es uno de los factores a considerar m¨¢s importantes. Asimismo, en los estudios sobre calidad de vida realizados en EEUU este factor es uno de los par¨¢metros b¨¢sicos.A partir de estos datos significativos, Jos¨¦ Carrillo, ingeniero agr¨®nomo y director t¨¦cnico del Servicio Municipal de Parques y Jardines de Barcelona, analiz¨® las interrelaciones entre los aspectos verdes y el ambiente f¨ªsico y humano de una ciudad.
Los efectos positivos de la vegetaci¨®n sobre el medio ambiente urbano son m¨²ltiples; mejora la composici¨®n de la atm¨®sfera y sus cualidades f¨ªsicas y qu¨ªmicas al regular la temperatura, aminorar la acci¨®n del viento y absorber sustancias nocivas, como los ¨®xidos de azufre y nitr¨®geno. Adem¨¢s, act¨²a como filtro eficaz contra el polvo. Una superficie de c¨¦sped fija cinco o seis veces m¨¢s polvo atmosf¨¦rico que la misma extensi¨®n de cemento- y un ¨¢rbol tiene una capacidad filtrante diez veces superior a su equivalente en c¨¦sped.
Por otra parte, las masas de follaje tienen la virtud de aminorar los ruidos: una barrera de ¨¢rboles y arbustos de seis a quince metros de anchura reduce su intensidad en un 50%.
Sobre el tema de los ruidos y los problemas que ocasionan en los n¨²cleos urbanos trat¨® m¨¢s extensamente J. Salvador Santiago, del Instituto de Ac¨²stica del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
El se?or J. Salvador hizo notar la ausencia de una normativa y legislaci¨®n relativa al control del ruido urbano y present¨® el esbozo de un plan de actuaci¨®n para ejercer este control, no s¨®lo sobre los veh¨ªculos, sino sobre todas las fuentes de ruido que inciden en ambientes urbanos.
El marco legislativo: el delito ecol¨®gico o ambiental
Otra de las lagunas de la precaria y desarticulada legislaci¨®n ambiental espa?ola es la falta de la regulaci¨®n jur¨ªdica del delito ecol¨®gico y de lo il¨ªcito ambiental en general. El jefe del gabinete de estudios y normas legales de la Direcci¨®n General del Medio Ambiente, Fernando Fuentes, abord¨® la necesidad de establecer esa regulaci¨®n y algunas de las cuestiones que deber¨ªa contemplar: la determinaci¨®n del da?o ambiental, la tipificaci¨®n de sanciones, el establecimiento de medios y f¨®rmulas que aseguren el cumplimiento de las decisiones que se adopten y una definici¨®n clara y actual de la obligaci¨®n de reparar.Con referencia a la elaboraci¨®n del marco legislativo para el tratamiento del medio ambiente, el profesor Enrique Porto, arquitecto y profesor de Urban¨ªstica, subray¨® la necesidad de la participaci¨®n de los ciudadanos, no s¨®lo durante la informaci¨®n p¨²blica, sino tambi¨¦n en la redacci¨®n y toma de decisiones.
El se?or Porto estim¨® que la pol¨ªtica urban¨ªstica actual de descentralizaci¨®n de competencias y fomento del planeamiento favorece la consecuci¨®n de un medio ambiente de calidad.
Para conseguir esa m¨¢xima participaci¨®n responsable y eficaz por parte del ciudadano es indispensable que se atienda al desarrollo de su educaci¨®n ambiental. El profesor Fernando Gonz¨¢lez, catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, resalt¨® la importancia de dicha educaci¨®n dada la sofisticaci¨®n tecnol¨®gica y especializaci¨®n creciente que supone la gesti¨®n del ambiente urbano.
Junto a los organismos de la Administraci¨®n, las asociaciones ecologistas, las entidades culturales a nivel de barrio y de partido deben asumir la educaci¨®n ambiental para que todo ciudadano sepa cu¨¢les son las interrelaciones entre sus actividades y el funcionamiento de la naturaleza, los problemas que se originan como consecuencia y las soluciones que pueden proponerse.
La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica es, entre otros tipos de disfunciones, uno de los fen¨®menos que genera la actividad del hombre. Manuel Mart¨ªnez Merino, doctor en Ciencias y profesor de Contaminaci¨®n Ambiental, analiz¨® los impactos de ¨¦sta sobre el entorno y los da?os que ocasiona en el hombre, en la fauna y flora y en el clima.
Otros de los temas que se trataron en el transcurso de las Jornadas fueron la ordenaci¨®n del tiempo en las comunidades urbanas, la repercusi¨®n del tr¨¢fico en la contaminaci¨®n, recogida y tratamiento de residuos s¨®lidos urbanos y el problema del abastecimiento de agua en las poblaciones.
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