Dos de los asaltantes, reconocidos por los supervivientes

Fuentes del Gobierno Civil de Las Palmas han confirmado a EL PAIS la identificaci¨®n de dos de los asaltantes al Cruz del Mar. Se trata de dos saharauis que han sido reconocidos por los supervivientes de la tripulaci¨®n del pesquero. Uno de ellos coment¨® en el barco que ¨¦l hab¨ªa estado en Lanzarote y que fue expulsado de all¨ª por las autoridades de la isla. Efectivamente, entre el muestrario de un centenar de fotograf¨ªas que la polic¨ªa ense?¨® a los tres supervivientes, ¨¦stos se?alaron a los dos citados. Aparte del expulsado de Lanzarote, el otro era, al parecer, un saharaui muy conocido de los pescadores por su trabajo en Villa Cisneros antes de la descolonizaci¨®n del Sahara.Las especulaciones sobre la identidad de los autores del atentado contra el Cruz del Mar, las manifestaciones celebradas en Las Palmas y Arrecife de Lanzarote, el amarre pr¨¢cticamente total de la flota canaria -con el consiguiente paro de unas 7.000 personas-, el hallazgo de otros dos cad¨¢veres de las v¨ªctimas del atentado y el apresamiento de un pesquero por Mauritania constituyen los temas sobre los que gir¨® la vida canaria en el d¨ªa de ayer.

Dudas sobre el Polisario

Con respecto al asalto al Cruz del Mar, la tripulaci¨®n del petrolero Mencey, que se niega a partir para el Aai¨²n sin escolta, se?ala en un escrito que es imposible que una lancha neum¨¢tica se echara a la mar en las aguas de cabo Cabi?o, donde ocurri¨® el atentado, debido al fuerte rompiente de las aguas. ?Tuvieron que llegar desde m¨¢s abajo, pero transportados por alg¨²n otro barco, porque una balsa no puede hacer ese recorrido por su propia autonom¨ªa?, a?adieron verbalmente a EL PAIS.

Esto concuerda con la versi¨®n de los supervivientes, que manifestaron que fue preciso que ellos mismos ayudaran a los asaltantes a atracar la balsa al costado del pesquero cuando a¨²n ten¨ªan esperanzas de que no los matasen, debido al mal estado de la mar.

Otro pescador de Fuerteventura, Sebas Saavedra, al regresar a puerto ha manifestado al Eco de Canarias que unas horas despu¨¦s del asalto al Cruz del Mar ¨¦l se hallaba faenando a bordo del Virgen de las Nieves, junto al Planeta Neptuno y al Virgen Eladia, cerca de cabo Bojador, es decir, m¨¢s abajo de donde fue ametrallado el pesquero. ?Vimos salir de tierra, en direcci¨®n a nosotros, desde la zona donde estaban las posiciones marroqu¨ªes, dos lanchas neum¨¢ticas, cerca de las cuales hab¨ªa varios Land Rover. Al ver que las lanchas se acercaban, huimos los tres pesqueros.?

Tambi¨¦n otro de los supervivientes, Eusebio Rodr¨ªguez Garc¨ªa, manifest¨® que una dos horas antes del atentado vieron a un pesquero marroqu¨ª, que no iba de arrastre, pasar junto a ellos en direcci¨®n Sur-Norte, mientras en la costa se advert¨ªa una potente luz como de linterna.

Todos estos indicios abonan la incredulidad de algunos sectores de las islas sobre la posibilidad de que el atentado fuera cometido por el Frente Polisario, a pesar de que otros indicios apuntan hacia ¨¦l, como ya se ha informado.

Ayer por la ma?ana, en la reuni¨®n que mantuvieron peque?os armadores y pescadores con el gobernador civil de Las Palmas y el subsecretario general de Pesca, aqu¨¦llos insistieron en que es pr¨¢cticamente imposible que el Polisario hubiera podido cometer este asalto, dadas las circunstancias estrat¨¦gico-geogr¨¢ficas que concurr¨ªan.

Divergencias entre armadores y trabajadores

Ayer por la ma?ana se celebr¨® un funeral por los asesinados. Posteriormente se realiz¨® una manifestaci¨®n que arranc¨® del puerto de Las Palmas. La manifestaci¨®n estuvo convocada por los armadores de artesanal y arrastre, que intentaban seguir las instrucciones recibidas por el Gobierno Civil de no politizar la manifestaci¨®n. En el puerto se produjo un incidente con miembros del Sindicato de Trabajadores del Mar (STM), por diferencias de criterio, que motiv¨® que la manifestaci¨®n quedara reducida a un millar de personas aproximadamente. Los manifestantes llegaron frente a la Comandancia General de Marina, donde ocuparon un espacio en la calle aproximado a los 220 metros cuadrados. Portaban pancartas condenatorias del atentado. Uno de ellos pronunci¨® un breve discurso: ?Aqu¨ª no hay pol¨ªtica ni reivindicaciones laborales, sino corazones rotos de los pescadores espa?oles. Queremos subir Espa?a a lo m¨¢s alto con nuestro trabajo, pero no podemos trabajar con estas masacres. Queremos solidaridad y protecci¨®n. Estamos orgullosos de los esfuerzos de los buques de guerra espa?oles, pero son insuficientes.?

Desde aqu¨ª marcharon al Gobierno Civil, donde dijeron frases parecidas. Una comisi¨®n fue recibida por el gobernador civil y ex delegado provincial de Sindicatos, Manuel Fern¨¢ndez Escand¨®n, y el subsecretario general de Pesca, V¨ªctor Moro, part¨ªcipe y defensor del actual acuerdo pesquero, que hab¨ªa llegado a las islas con el ministro de Transportes. La comisi¨®n de manifestantes estaba compuesta por veinticuatro hombres representantes de los armadores. Ning¨²n trabajador. Esto motiv¨® que, al t¨¦rmino de la reuni¨®n, se produjera un altercado entre los manifestantes que esperaban en la calle. El gobernador recibi¨® a otra delegaci¨®n de doce representantes de los trabajadores para informarles m¨¢s resumidamente lo mismo que hab¨ªa dicho a los anteriores. El descontento de los sindicatos es tambi¨¦n notorio por la marginaci¨®n que han sufrido.

En otro orden de cosas los armadores expresaron su temor a que los buques de guerra que se env¨ªan como medidas de protecci¨®n no puedan rebasar las treinta millas que marcan los acuerdos pesqueros, con lo cual los barcos de faena seguir¨ªan quedando desamparados. A este respecto se les contest¨® que existen contactos con los Gobiernos interesados para estudiar este tema.

El se?or Moro tom¨® nota tambi¨¦n de otro punto para plantearlo en Madrid: que las medidas de seguridad que se adopten sirvan tambi¨¦n para barcos con bandera extranjera, pero con tripulaci¨®n espa?ola que faenen en las aguas saharauis.

Ayer por la tarde se constituy¨® reuni¨® la comisi¨®n de enlace en el Gobierno Civil.

Revisi¨®n de una emboscada

Fuentes militares oficiosas han aconsejado revisar el atentado sufrido en mayo del 75 por una patrulla espa?ola en el norte del Sahara, entre Ta y Negrita y que cost¨® la vida a cuatro militares espa?oles. Se culp¨® de ello al Polisario y varios de sus miembros fueron detenidos. Sin embargo, despu¨¦s del acuerdo tripartito de Madrid y exactamente el 13 de diciembre del 75, un oficial marroqu¨ª se jact¨® en el cabaret Oasis del Aai¨²n, delante de militares espa?oles, de haber tomado parte en el comando que practic¨® aquella emboscada.