"Un importante poeta y cr¨ªtico que ha trabajado y vivido intensamente"
?D¨¢maso Alonso ha juntado en s¨ª tres personalidades distintas, o mejor cuatro -ha dicho a EL PAIS Carlos Bouso?o, con motivo de la concesi¨®n del Premio Cervantes al presidente de la Real Academia Espa?ola-, y cada una de ellas merece la admiraci¨®n de cuantos se interesan por la cultura espa?ola. Es, en primer lugar, un gran ling¨¹ista, resulta indudablemente nuestro mejor cr¨ªtico literario, y es uno de los poetas m¨¢s importantes y personales de la posguerra. Adem¨¢s, en su vida ha sido y es lo contrario de lo que podr¨ªa esperarse de un erudito. Quiere esto decir que, con vitalismo y sentido del humor, hay datos para pensar que ha vivido intensamente la vida.?D¨¢maso Alonso, que naci¨® en 1898, en Madrid, es uno de los pocos poetas de su generaci¨®n, la del 27, que, sin hacer el exilio, despu¨¦s de la guerra civil ha vivido la cultura de otras lenguas y otros pa¨ªses, ha dictado cursos en universidades europeas y americanas y, mientras, ha conservado el c¨ªrculo de alumnos, en el sentido m¨¢s amplio de la palabra: ha creado, en realidad, una escuela cr¨ªtica, la estil¨ªstica espa?ola. Carlos Bouso?o, que public¨® con ¨¦l un libro de cr¨ªtica de poes¨ªa, dice: ?Despu¨¦s de leer un estudio suyo sobre la correlaci¨®n yo escrib¨ª a D¨¢maso cont¨¢ndole un descubrimiento propio: en la poes¨ªa de B¨¦cquer hab¨ªa el recurso contrario: el paralelismo. Le gust¨® la idea, lo discutimos y generosamente me ofreci¨® publicar en el mismo libro Seis calas en la expresi¨®n literaria espa?ola. El har¨ªa el aparato te¨®rico y estudiar¨ªa la correlaci¨®n. Yo, el paralelismo en B¨¦cquer. Y as¨ª lo hicimos. Como estaba ¨¦l en Yale entonces, le envi¨¦ mi trabajo, y efectivamente, le gust¨®. Y ah¨ª est¨¢, publicado.?
Bouso?o ha mantenido una entra?able amistad con el acad¨¦mico: ?Sobre todo, al principio, mantuvimos una intensa amistad. El le¨ªa mis cosas y decir que las aplaud¨ªa ser¨ªa vanidoso. Vamos a decir que me animaba a seguir escribiendo. Yo le he admirado siempre.?
Su mujer, Eulalia Galvarriato, autora de una buena novela, Cinco sombras, le ha dedicado una vida de letras, y ha compartido sus amistades. D¨¢maso es un hombre de distintos y buenos amigos. De su amistad con Vicente Aleixandre habl¨¦, con cari?o el propio premio Nobel en estas p¨¢ginas: ?D¨¢maso Alonso me descubri¨® la poes¨ªa, cuando los dos ten¨ªamos dieciocho a?os, Para entonces ya ¨¦l hab¨ªa le¨ªdo a Dar¨ªo, que fue el que me abri¨® las puertas de ese g¨¦nero que yo despreciaba.? Y dice Carlos Bouso?o: ?Mantienen D¨¢maso Alonso y Aleixandre una amistad sin fisuras, que dura ya sesenta a?os.? Ven¨ªa de esos tiempos locos, legendarios ya, en los del 27 -Lorca, Cernuda, Vicente-, ten¨ªan veinte a?os, en que aires de libertad -como dice Rosa Chacel- entraban en las vidas de cada uno, y cada cual encontraba en los resquicios de una sociedad todav¨ªa entusiasmada, todav¨ªa empap¨¢ndose de modernidad, formas de vida liberales y, sobre todo, divertidas.
Algo m¨¢s tard¨ªa, su amistad con Leopoldo Panero. Con ¨¦l -seg¨²n los cotilleos del mundillo- fueron las juergas siempre vitales, que le han ayudado a desempolvar el aire de biblioteca, a romper la imagen popular del erudito que s¨®lo vive vidas ajenas, escritas mucho antes.
Con todo, la biblioteca de D¨¢maso Alonso es verdaderamente sorprendente. Tuvo la suerte de que la guerra no tocara los ejemplares de su generaci¨®n, esas ediciones vanguardistas, que, en su caso, tienen el particular valor de pertenecer a los amigos, y lo que ¨¦l calific¨® en una reciente entrevista con EL PAIS como ?una reciente pasi¨®n, la bibliofilia?, ha enriquecido ese monstruo avasallador de libros, con espl¨¦ndidos ejemplares, primeras ediciones de G¨®ngora y Quevedo, de fray Luis de Le¨®n, de San Juan de la Cruz. D¨¢maso Alonso sube cada d¨ªa con la escalera met¨¢lica hasta los estantes de una casa construida no s¨®lo para vivir, sino para leer. El comedor, el sal¨®n, la biblioteca propiamente dicha, est¨¢n llenos de libros. En esta ¨²ltima pieza, sobre la que gira la casa, una altura de dos plantas permite alt¨ªsimas estanter¨ªas a las que D¨¢maso Alonso llega por una barandilla que lo rodea a media altura. ?Se parece -dijo Carlos Bouso?o- a la de Alfonso Reyes, s¨®lo que aqu¨¦lla era m¨¢s grande, a¨²n mayor n¨²mero de libros. Directamente, Reyes viv¨ªa en M¨¦xico en una biblioteca.?
La poes¨ªa de D¨¢maso Alonso refleja de alguna manera, con esos poemas hondamente humanos, su vida plenamente vivida. Su primer libro, Poemas puros, poemillas de la ciudad, lo public¨® en 1921. Con Oscura noticia sigue la pol¨ªtica que ¨¦l, junto con los mejores del 27, hab¨ªa descubierto en G¨®ngora. Su libro La lengua po¨¦tica de G¨®ngora (1935) signific¨® que se entendiera ese mundo oculto, que ya no puede ser le¨ªdo de otra manera, y no hay que olvidar que la fecha generacional del 27 coincide con el tricentenario del culterano andaluz. Con su tercer libro, Hijos de la ira, consigue el mejor en la corriente realista y humanista de la posguerra. Una antolog¨ªa de sus versos, preparada por Phillip Silver, va a ser publicada pr¨®ximamente por Alianza Editorial.
Y la otra faceta de D¨¢maso Alonso est¨¢ bien representada, no s¨®lo en su admiraci¨®n por Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, sino en su vasta carrera acad¨¦mica coronada, con su integraci¨®n como miembro de n¨²mero de la Real Academia Espa?ola en 1948, y su acceso, veinte a?os despu¨¦s a la presidencia de la misma, en la que sucedi¨® a Meri¨¦ndez Pidal. Sus libros Poes¨ªa Espa?ola (Ensayo de m¨¦todos y l¨ªmites estil¨ªsticos), de 1950, Poetas espa?oles contempor¨¢neos (1952), Estudios y ensayos gongorinos, Espa?a y la novela, y Men¨¦ndez Pelayo, cr¨ªtico literario, y otros muchos adem¨¢s de los numeros¨ªsimos art¨ªculos publicados en revistas especializadas, y los estudios monogr¨¢ficos de los petas cl¨¢sicos espa?oles -San Juan de la Cruz, G¨®ngora- y particularmente su traducci¨®n de las Soledades, hacen que, en palabras de Carlos Bouso?o, ?su proyecci¨®n en la cultura espa?ola es, pues, doble, porque influy¨® en el desarrollo de la poes¨ªa espa?ola desde su prosa y desde su verso?. ?Sin duda -resume Carlos Bouso?o- D¨¢maso Alonso es la personalidad m¨¢s compleja de su tiempo y uno de los poetas importantes de su generaci¨®n.?
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