Moderado optimismo ante el pr¨®ximo encuentro entre Oreja y Owen sobre Gibraltar
La segunda ronda de las conversaciones hispano-brit¨¢nicas sobre Gibraltar termin¨® ayer en Madrid con la perspectiva de un pr¨®ximo encuentro entre los ministros de Asuntos Exteriores de ambos pa¨ªses, se?ores Oreja y Owen, a celebrarse en el primer trimestre de 1979, para proseguir, en el plano estrictamente pol¨ªtico, el an¨¢lisis de las perspectivas globales de la crisis gibraltare?a.Un moderado optimismo surge del encuentro t¨¦cnico-pol¨ªtico de Madrid, presidido a nivel de altos funcionarios diplom¨¢ticos y que permiti¨®, en un plano m¨¢s t¨¦cnico, la continuaci¨®n de las conversaciones exploratorias de los grupos de trabajo que analizan los temas relativos a las telecomunicaciones de la roca, indemnizaciones de seguridad social de los trabajadores espa?oles y las comunicaciones mar¨ªtimas. Estos grupos han conseguido avanzar en el esclarecimiento de las posiciones de una y otra parte en lo que a indemnizaciones y telecomunicaciones se refiere. En el sector de las comunicaciones mar¨ªtimas, la parte espa?ola permanece cerrada en banda y, aunque ayer admiti¨® un intercambio de impresiones sobre el tema, no present¨® una respuesta formal o postura oficial alguna sobre el documento que Gran Breta?a present¨® en Londres como posible plan de negociaci¨®n para el levantamiento de las restricciones mar¨ªtimas de Gibraltar.
Los grupos t¨¦cnicos volver¨¢n a reunirse mientras que, en el plano pol¨ªtico, destaca el anuncio casi definitivo de un nuevo encuentro ministerial Oreja-Owen, que algunos observadores pr¨®ximos al palacio de Santa Cruz lo consideran como una buena se?al, o un s¨ªntoma en favor de la idea de que el di¨¢logo permanece, lo que ya es algo.
Esta conclusi¨®n se obtiene al t¨¦rmino de la conversaci¨®n pol¨ªtica y privada que celebraron en la ma?ana de ayer los jefes de las delegaciones espa?ola y brit¨¢nica: El¨ªas y Cuenca, por parte espa?ola, y Fergusson y Ralph, del lado brit¨¢nico.
Esta era, sin lugar a dudas, la clave de la reuni¨®n de ayer. En medios pol¨ªticos espa?oles se empezaba a pensar sobre el futuro real del di¨¢logo iniciado por Oreja y Owen y sobre sus posibilidades. Ambas partes consiguieron establecer un primer contacto global en Estrasburgo para romper el hielo. All¨ª se dijo todo y, por primera vez, los gibraltare?os estuvieron presentes y se desahogaron contra la presi¨®n hispana sobre la roca. All¨ª se perfil¨® tambi¨¦n la posici¨®n Londres-Gibraltar: primero hay que eliminar las restricciones, y luego, cuando la poblaci¨®n est¨¦ m¨¢s a gusto, estudiar las posibilidades de di¨¢logo formal. Espa?a, por su parte, aceptaba la idea de hacer un gesto de buena voluntad (que se materializ¨® en el establecimiento de las comunicaciones telef¨®nicas en diciembre de 1977), pero mantuvo su intransigencia en la comunicaci¨®n mar¨ªtima del pe?¨®n si antes Londres no aceptaba la negociaci¨®n o el principio pol¨ªtico de la misma.
Bloqueados en estas posiciones, ambas partes decidieron estudiar los llamados tres cap¨ªtulos t¨¦cnicos: indemnizaciones, telecomunicaciones y comunicaciones mar¨ªtimas. En los dos primeros se avanz¨® ayer en busca de un inventario a t¨ªtulo exploratorio que no presupone una decisi¨®n pol¨ªtica sobre ambos. El tercero, sin embargo, es la carta que Espa?a guarda a la espera de un gesto pol¨ªtico de Gran Breta?a. Por ello, el tema no se abord¨® el pasado mi¨¦rcoles, sino que qued¨® relegado a la ma?ana del jueves, despu¨¦s del encuentro pol¨ªtico El¨ªas-Fergusson. Encuentro del que se sabe bien poco, que ambos protagonistas guardan en secreto y que, a juicio del se?or El¨ªas, ?ser¨¢ ¨²til para el encuentro ministerial?.
Algunos medios del palacio de Santa Cruz piensan que de ¨¦l surgi¨® algo m¨¢s de lo esperado de la parte brit¨¢nica o que, al menos, se vislumbra la posibilidad de una movilidad pol¨ªtica. Los mismos medios aseguran que, de lo contrario, el encuentro ministerial se hubiera retrasado sine die. Tambi¨¦n puede ser indicativo que despu¨¦s de la citada conversaci¨®n los grupos de trabajo hablaran algo sobre comunicaciones mar¨ªtimas, aunque la delegaci¨®n espa?ola hizo una seria e intransigente declaraci¨®n previa diciendo que e? Gobierno no tiene la intenci¨®n de tomar, por el momento, posici¨®n alguna sobre el documento brit¨¢nico que busca un compromiso para el restablecimiento de las comunicaciones mar¨ªtimas del pe?¨®n.
Todo ello pone la mirada en el esperado encuentro ministerial, que deber¨¢ dar, esta vez, la temperatura del di¨¢logo iniciado y sus posibilidades reales de continuaci¨®n. Mientras tanto, en los planos t¨¦cnicos se descubre un lento caminar en el inventario de telecomunicaciones e indemnizaciones y una t¨ªmida apertura de di¨¢logo en la cuesti¨®n de las comunicaciones mar¨ªtimas.
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