Pesimismo sobre el futuro energ¨¦tico de Occidente
?Estim¨® que el precio del petr¨®leo no es bastante elevado actualmente?, declar¨® a una fuente informativa francesa el secretario europeo de la Trilateral, Hans W. Maull, especialista brit¨¢nico de los problemas energ¨¦ticos. La Trilateral, creada en 1973 por el americano David Rockefeller, agrupa a los representantes de las multinacionales, de la pol¨ªtica, de los sindicatos y de las empresas de prensa de Estados Unidos, Europa y Jap¨®n. Diecisiete miembros de la actual Administraci¨®n Carter, incluido el presidente americano, el vicepresidente y el secretario de Estado, han perteneciente a la Comisi¨®n Trilateral. En principio, el objetivo de este organismo consiste en analizar los diversos problemas que se le plantean a la sociedad industrializada y proponer las soluciones adecuadas. Los informes que ha realizado durante los ¨²ltimos a?os la Trilateral le han conferido una aureola de ?mafia calculadora del porvenir del capitalismo occidental?.Durante su ¨²ltima reuni¨®n, en junio ¨²ltimo, en Londres, por tercera vez desde su fundaci¨®n, la Trilateral estudi¨® las cuestiones energ¨¦ticas. Entonces, como lo ha recordado ahora su secretario europeo, este organismo pensamiento y proposici¨®n se pronunci¨® en favor del aumento del petr¨®leo. Seg¨²n los estudios que realiz¨® en esa reuni¨®n, el porvenir energ¨¦tico se divide en tres per¨ªodos: corto, medio y largo plazo.
Durante el primer per¨ªodo, de cinco a?os, el documento londinense de la Trilateral estimaba que los pa¨ªses industrializados de Occidente pod¨ªan ser v¨ªctimas de una interrupci¨®n brusca de las importaciones de petr¨®leo como consecuencia de las guerras civiles o del terrorismo en Oriente Pr¨®ximo. El segundo periodo, de cinco a diez a?os, se caracterizar¨ªa por una crisis financiera que ser¨ªa la consecuencia de la disminuci¨®n del crecimiento econ¨®mico, causada esta ¨²ltima por la incapacidad de los pa¨ªses industrializados para reciclar de manera satisfactoria los excedentes econ¨®micos de la OPEP. En el tercer per¨ªodo, cerca ya del a?o 2000, Occidente se ver¨ªa amenazado por un boom fulgurante de los precios de petr¨®leo, ya que los yacimientos de Oriente Pr¨®ximo se habr¨¢n secado o poco menos.
Frente a tal panorama, la Trilateral propuso una serie de medidas dr¨¢sticas. La m¨¢s importante fue la subida sustancial e inmediata del precio del petr¨®leo. Seg¨²n se desprende del documento referido, las sociedades industrializadas cuentan con un per¨ªodo, que abarca lo que queda del siglo en curso, para organizar el despu¨¦s del petr¨®leo, y la subida, organizada, del precio del oro negro es la que debe proporcionar los fondos necesarios a las multinacionales para invertir en otras fuentes de energ¨ªa, esencialmente en la nuclear. En efecto, para la Trilateral el futuro energ¨¦tico ser¨¢ nuclear. Para ello, propone dos objetivos urgentes: conseguir un consenso social y evitar al m¨¢ximo la proliferaci¨®n.
En el mismo momento en que la OPEP anunciaba la subida de los crudos tambi¨¦n apareci¨® en Francia otro documento mucho m¨¢s pesimista a¨²n sobre el porvenir energ¨¦tico de Occidente. La Trilateral, en cierta medida, cree en el recambio nuclear. Por el contrario, Thierry Montbrial, profesor de ciencias de la Escuela Polit¨¦cnica francesa y funcionario en el Ministerio de Asuntos Exteriores, comenta y ampl¨ªa en un estudio el ¨²ltimo informe del Club de Roma sobre la energ¨ªa. Seg¨²n este tremebundo experto, la verdadera crisis de la energ¨ªa a¨²n no ha empezado, ya que de 1985 a finales de siglo la producci¨®n de petr¨®leo ser¨¢ progresivamente inferior a la demanda. Esta tesis no es nueva y es objeto continuamente de debates contradictorios. Pero lo m¨¢s grave, en opini¨®n del se?or Montbrial, ser¨ªa que las esperanzas depositadas en el desarrollo de la energ¨ªa nuclear son falaces. La euforia de los a?os 70, basada en el futuro espectacular del ¨¢tomo pac¨ªfico, ha sido reemplazada, dice el autor, por la inquietud presente: riesgos de contaminaci¨®n e incapacidad para eliminar los residuos radiactivos. El pesimismo no es menor cuando examina las posibilidades de otras fuentes energ¨¦ticas: la solar, la utilizaci¨®n de vientos y mareas o el recurso a la hidroelectricidad no permitir¨¢n satisfacer el consumo, porque Occidente no ha previsto nada en este sentido. Conclusi¨®n: m¨¢s all¨¢ del a?o 2000 no existir¨¢ medio natural para superar la crisis. A medio plazo, es decir, hasta finales de siglo, el autor tambi¨¦n prev¨¦ un aumento constante y brutal de los precios del petr¨®leo. A pesar de las promesas que ofrecen los yacimientos del mar del Norte, de Alaska y M¨¦xico la penuria de petr¨®leo ser¨¢ un hecho en los diez pr¨®ximos a?os. Europa occidental, por falta de una pol¨ªtica energ¨¦tica, se encontrar¨¢ en estado de dependencia y de colonizaci¨®n respecto a las nuevas potencias mundiales emergentes.
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