Juan Pablo II anunci¨® su viaje oficial a M¨¦xico

Juan Pablo II anunci¨® ayer, personalmente, que ir¨¢ a M¨¦xico a finales de enero pr¨®ximo para asistir a la inauguraci¨®n de la III Conferencia General del Episcopado de Am¨¦rica Latina.Lo anunci¨® en el discurso a los cardenales y a la curia romana con motivo de las fiestas de Navidad. Es este un discurso en el cual el Papa cada a?o aprovecha para tocar temas de importancia internacional. Este primer viaje del papa Wojtyla fuera de Italia lo anunci¨® con estas palabras: ? Si Dios quiere, a finales de enero pienso trasladarme a M¨¦xico para participar en la III Asamblea General del Episcopado Latino-Americano, que tendr¨¢ lugar en Puebla de los Angeles. Es un acontecimiento de extraordinaria importancia eclesial, no s¨®lo para el contienente de Am¨¦rica Latina, llamado el continente de la esperanza, y donde los cat¨®licos son una neta mayor¨ªa, sino tambi¨¦n por las esperanzas que esa conferencia ha despertado, que ser¨¢ un hecho hist¨®rico para los obispos que se reunir¨¢n en aquellas iglesias antiguas y nuevas. ?

Antes de este anuncio, hablando de las amenazas que la paz recibe en tantas partes del mundo, el Papa dijo que ?donde no hay justicia no puede haber paz, porque la injusticia es ya un deshonor, un desorden?.

?Que la construcci¨®n de la paz no es una tarea f¨¢cil -dijo Juan Pablo II- lo demuestran las tristes noticias que llegan de Am¨¦rica Latina con el conflicto entre Argentina y Chile.? Despu¨¦s de haber recordado que el 1 de este mes, en v¨ªsperas del encuentro de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos pa¨ªses en Buenos Aires, ¨¦l mismo hab¨ªa manifestado, a los presidentes de los dos pa¨ªses en conflicto ?mi preocupaci¨®n y mi aliento para buscar el modo de llegar a la paz?, el Papa dio a conocer una nueva iniciativa suya personal. El jueves el Papa, ante la gravedad de la situaci¨®n en aquellos pa¨ªses, dio a, conocer a los Gobiernos de Chile y Argentina que deseaba mandar un ?representante oficial?, para ?conocer mejor las respectivas posiciones y para examinar y buscar juntos las posibilidades de una soluci¨®n pac¨ªfica del conflicto?. El Papa anunci¨® en su discurso que aquella misma noche tuvo una respuesta positiva de ambos pa¨ªses. Una respuesta dijo el Papa que, adem¨¢s de alegr¨ªa, comporta ?responsabilidad de la Santa Sede?, y a?adi¨®: ?Se trata de una responsabilidad que deseamos afrontar.?

En los ambientes de la capital se da mucha importancia a este viaje del Papa en Am¨¦rica Latina porque ser¨¢ un ?test? significativo para comprender mejor la pol¨ªtica internacional del nuevo Papa. Un Papa que, por una parte, parece el m¨¢s reacio a intervenir en los problemas de pol¨ªtica para interesarse m¨¢s en los asuntos religiosos de la Iglesia, y por otra, sus ¨²ltimos discursos, y sobre todo, este inter¨¦s de ponerse como mediador en una cuesti¨®n meramente temporal como el conflicto entre Chile y Argentina, est¨¢n revelando en ¨¦l una dimensi¨®n fuertemente pol¨ªtica. Se dir¨ªa que en ¨¦ste campo se est¨¢ acercando m¨¢s a Pablo, VI que a su predecesor Juan Pablo I.