Los elementos fortuitos, importante componente en la balanza de pagos de 1978

El a?o 1978, se ha caracterizado por la favorable evoluci¨®n del sector exterior de la econom¨ªa espa?ola, que no s¨®lo ha superado ampliamente los objetivos fijados por los pactos de la Moncloa, sino que ha venido a ser el principal impulsor del crecimiento del PIB en el presente a?o, pues de los tres puntos reales en que aproximadamente crecer¨¢ este componente, alrededor de las tres cuartas partes se deber¨¢n a la contribuci¨®n del sector exterior. En este alza ha tenido especial peso espec¨ªfico la casualidad o los elementos fortuitos.

La balanza de pagos registrar¨¢, en 1978, una gran mejora, comparable a la registrada en la segunda mitad de 1977, y por primera vez desde 1973 la balanza por cuenta corriente cerrar¨¢ el a?o con un super¨¢vit, situ¨¢ndose ¨¦ste en torno a los mil millones de d¨®lares.Esta fuerte mejora, seg¨²n el ¨®rgano del Ministerio de Comercio, Informaci¨®n Comercial Espa?ola, se debe, fundamentalmente, a la contenci¨®n de la demanda interna, que se ha visto acompa?ada adem¨¢s de un elevado n¨²mero de factores positivos dif¨ªcilmente repetibles. Entre estos factores cabe se?alar: las condiciones clim¨¢ticas, que han permitido una cosecha y una producci¨®n hidroel¨¦ctrica excepcionales; el crecimiento del PIB, que se ha visto centrado en los sectores primario y terciario, menos intensivos en importaciones que el sector secundario; la ausencia de subidas importantes de precios internacionales y de expectativas consolidadas de posibles subidas; el l¨ªmite de la acumulaci¨®n de stocks que han supuesto los elevados tipos de inter¨¦s; los leads y legs que afectan a ingresos y pagos, respectivamente, afectando positivamente a los saldos; el excelente a?o tur¨ªstico y los incrementos en las reservas de emigrantes.

A la mejora de la balanza corriente se a?aden unas fort¨ªsimas entradas netas de capitales privados a largo plazo, que pese al saldo negativo del capital p¨²blico provocan un elevado saldo positivo en la balanza b¨¢sica y un fuerte aumento en las reservas exteriores.

Por lo que respecta a las tres subbalanzas de la balanza corriente, estas contribuyen, en 1978, a la fuerte mejor¨ªa que esta registra. La balanza comercial mejora su saldo en 1.900,3 millones de d¨®lares, al reducirse su d¨¦ficit de 6.220,5 millones de d¨®lares, en 1977, a los 4.321,2 millones previstos en 1977; la balanza de servicios registra un super¨¢vit de 3.876,5 millones de d¨®lares, mejorando en 1.257 millones de d¨®lares en relaci¨®n a 1977, y las transferencias mejoran su saldo positivo en unos 320 millones de d¨®lares para alcanzar un super¨¢vit de 1.473,1 millones. La mejora de la balanza comercial no se traduce ¨ªntegramente en una mejora de la balanza b¨¢sica al haberse reducido las entradas netas de capitales a largo plazo. Esta reducci¨®n se debe al importante proceso de amortizaci¨®n de empr¨¦stitos p¨²blicos llevados a cabo especialmente en la segunda mitad del a?o, mientras aumentaban sensiblemente las entradas netas de capitales privados, especialmente las inversiones, cuyo saldo neto aumenta en un 84,6%.

Sin posibilidad de repetici¨®n

De cara al pr¨®ximo a?o, se?ala ICE, resulta evidente que no cabe esperar la repetici¨®n de tantos factores favorables. Un mayor crecimiento de la econom¨ªa espa?ola, centrado especialmente en el sector secundario; unas condiciones clim¨¢ticas menos excepcionales; unas mayores subidas de precios internacionales de materias primas y energ¨ªa, y el fuerte deterioro en la competitividad de nuestras exportaciones como consecuencia del alza de precios y la devaluaci¨®n, conducir¨¢n a un apreciable aumento del d¨¦ficit comercial.Las contrataciones tur¨ªsticas en curso se ver¨¢n afectadas por la alta cotizaci¨®n de la peseta, y, en cualquier caso, dados los elevad¨ªsimos niveles alcanzados en 1978, no puede esperarse una gran mejora en el pr¨®ximo a?o. Otro tanto puede decirse de la balanza de transferencias, cuyo resultado, en 1978, supera de forma importante a los habituales. En consecuencia, para 1979, parece razonable esperar un deterioro de la balanza corriente espa?ola, lleg¨¢ndose posiblemente a un d¨¦ficit de peque?as proporciones, que ser¨ªa f¨¢cilmente financiable por las inversiones extranjeras, el componente m¨¢s aut¨®nomo de los capitales a largo plazo. El panorama, siempre seg¨²n ICE, no es en absoluto preocupante, pero los excelentes resultados obtenidos en 1978 no deben ocultar que la balanza de pagos puede volver a presentar problemas al crecimiento de la econom¨ªa espa?ola cuando ¨¦ste vuelva a niveles cercanos a los potenciales.

Todos los datos manejados no son sino simples previsiones, por lo que las cifras ofrecidas ofrecen un margen de error. En el caso del super¨¢vit por cuenta corriente, ¨¦ste puede alcanzar un valor situado entre los 925 y los 1.130 millones de d¨®lares.