Respecto al mundo del juguete
Es evidente el lavado de cerebro que la publicidad al servicio de la sociedad de consumo est¨¢ haciendo a los ni?os con respecto al mundo del juguete.Todo ello se acrecienta en estas fechas de Navidad, en que los ni?os sue?an con un sinf¨ªn de regalos que siempre han deseado. Pero lo cierto es que esos deseos del ni?o han sido ya de antemano manipulados por la propaganda, que a trav¨¦s de la televisi¨®n y dem¨¢s medios ofrecen, en la mayor¨ªa de los casos, juguetes cada d¨ªa m¨¢s perfeccionados, que acaban convirtiendo al ni?o en un objeto pasivo al servicio del propio juguete.
Si pensamos en el juguete como un instrumento para que el ni?o desarrolle su capacidad creadora, entonces sobran casi todos los anuncios, pues no resultar¨ªa econ¨®micamente rentable anunciar, por ejemplo, escobas viejas, que es uno de los mejores juguetes que han tenido los ni?os de todos los tiempos; escobas que saben convertir en caballos que corren o vuelan..., en espadas triunfadoras..., en infinidad de cosas que la asombrosa imaginaci¨®n infantil sabe inventar.
?No ser¨ªa mucha mejor propaganda difundir (ya que hoy en d¨ªa la televisi¨®n llega pr¨¢cticamente a todos los hogares) programas basados en el desarrollo de esa imaginaci¨®n, de esa capacidad de crear?
Con este bombardeo de im¨¢genes s¨®lo se consigue coartar la alternativa de participaci¨®n del ni?o en su actividad de jugar, de aprender, para convertirlo cada vez m¨¢s en un espectador de una vida que se le va programando de una forma determinada. Pasa as¨ª a los que consiguen tener el juguete anunciado, a aquellos cuyo nivel econ¨®mico no se lo permite sienten la frustraci¨®n de no poseer la imagen cultural falsa, que les vende traicioneramente la televisi¨®n; frustraci¨®n que ir¨¢ acompa?ando su vida, y cuando la ilusi¨®n deje de ser el ?juguete? que le ofreci¨® la sociedad de consumo se ir¨¢ sustituyendo por ?el piso? de su propiedad, con el t¨ªtulo de ?vivienda de lujo?, por la televisi¨®n en color, etc¨¦tera.
Ante esta situaci¨®n, y a las puertas del A?o Internacional del Ni?o, no nos queda m¨¢s que lanzar de nuevo una llamada de atenci¨®n a todos aquellos adultos que desde sus propios esquemas organizan concursos competitivos que deterioran la relaci¨®n entre los ni?os, ofrecen juguetes que no redundan sino en consumir productos que cada vez le van atando m¨¢s. Llamada de atenci¨®n, s¨ª, pues todo esto no es sino un atentado m¨¢s en contra de la libertad,
(Arquitecta)
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