La canciller¨ªa argelina califica de "lamentables" las declaraciones de Cubillo
Fuentes de la canciller¨ªa argelina calificaron ayer de ?lamentables? las declaraciones hechas a EL PAIS por el dirigente del MPAIAC, Antonio Cubillo, en las que afirmaba su convicci¨®n de que ?no disminuir¨ªa el apoyo recibido de Argelia?. En los medios argelinos consultados por este diario se acogi¨® con incredulidad que hubieran podido producirse tales manifestaciones ?porque no corresponder¨ªan al esp¨ªritu de la normalizaci¨®n de relaciones?.
Las declaraciones intempestivas de Antonio Cubillo cuando era llevado al palacio del Pueblo para participar, en uni¨®n de otros representantes de los movimientos de liberaci¨®n acreditados en Argel, de los actos de homenaje al fallecido presidente argelino, han constituido una sorpresa desagradable para medios de la canciller¨ªa de este pa¨ªs, seg¨²n ha podido constatar este corresponsal.El hecho de que el dirigente del MPAIAC pudiera pronunciar esas palabras ser¨ªa una casualidad ?lamentable?, debido a que las autoridades correspondientes han prohibido todo contacto entre Cubillo y los periodistas, despu¨¦s de la conferencia de prensa dada por el dirigente canario el 10 de abril en el hospital Mustaf¨¢.
En ese momento, los responsables argelinos invitaron a la prensa extranjera acreditada a acudir al hospital Mustaf¨¢ para ver a Cubillo, quien acababa de ser intervenido quir¨²rgicamente con resultados positivos. Las declaraciones hechas entonces por el secretario general del MPAIAC fueron publicadas muy destacadamente por todos los medios informativos de Argelia.
El semanario del FLN, Revolution Africaine, lleg¨® a comparar a Cubillo con Salvador Allende, y la revista de las fuerzas armadas, El Djeich, calific¨® el atentado como ?la ¨²ltima carta de Madrid para impedir que la africanidad de Canarias fuera reconocida por la OUA?.
En el marco de esa violenta campa?a antiespa?ola, el propio ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, no sali¨® menos biemparado, y el referido editorial de El Djeich pon¨ªa de relieve que la tentativa de asesinato de Cubillo ?coincid¨ªa extra?amente con la visita del ministro espa?ol a varias capitales del oeste africano para proclamarse el campe¨®n del hispanismo del archipi¨¦lago?.
Semanas m¨¢s tarde, Cubillo se convert¨ªa en uno de los hombres m¨¢s dif¨ªciles de ver en Argelia. Numerosos corresponsales formularon solicitudes a la llamada Coordinadora de Movimientos de Liberaci¨®n, que dirige el se?or Sadek, en la c¨¦lebre Villa Bumaraf, para entrevistarse con Cubillo, pero invariablemente se respond¨ªa que el terna ?no pod¨ªa ni ser comentado?.
Tras la cumbre africana de Jartum el asunto canario dej¨® de ser tratado por la prensa argelina, con algunas rar¨ªsimas excepciones, como otro reportaje del referido El Djeich en su edici¨®n de septiembre pasado, que conten¨ªa las mismas alegaciones sobre la ?necesidad? de apoyar al MPAIAC para conseguir ?la independencia de Canarias?.
Uno de los raros periodistas argelinos que pudo ver a Cubillo en el hospital Mustaf¨¢, Hassen Zenatti, declar¨® a este corresponsal que estaba paralizado y en una silla de ruedas, y confirm¨® que los medios argelinos no quer¨ªan que la prensa extranjera, y sobre todo la espa?ola, tuviera acceso directo al dirigente del MPAIAC.
Con el tema de Canarias, el r¨¦gimen argelino estuvo practicando durante largos meses e m¨¦todo de la ?ducha fr¨ªa escocesa?, produci¨¦ndose verdaderos di¨¢logos de sordos entre el ¨²ltimo embajador espa?ol en Argel, Gabriel Ma?ueco de Lecea, y los funcionarios de la canciller¨ªa, a los que, con gran dificultad, pod¨ªa encontrar de cuando en cuando.
La obstinaci¨®n de los argelinos adquiri¨®, en ocasiones e incluso en el casi siempre discreto marco de las relaciones entre embajadas y ministerios de Asuntos Exteriores, momentos de tensi¨®n que pueden compararse a los que preceden un combate de boxeo. En una memorable reuni¨®n entre el encargado de negocios espa?ol, Antonio Garc¨ªa Abad, con el director de Asuntos Pol¨ªticos de la canciller¨ªa argelina, Abdelkader Bousselham, en ocasi¨®n de la transmisi¨®n de una nota verbal de protesta del Gobierno espa?ol por los reiterados ataques de la prensa oficial de Argelia, el se?or Bousselham se neg¨® a ?recibir? la nota, y el encuentro se transform¨® en una discusi¨®n bizantina sobre la tan manida ?africanidad? canaria, en la que se manejaban alternativamente elementos de geograf¨ªa y largas citas de convenciones internacionales, as¨ª como t¨¦rminos de Derecho jur¨ªdico internacional.
A partir de agosto, la Moncloa y el palacio de Santa Cruz hab¨ªan sido informados por varias v¨ªas discretas de la firme voluntad de Argelia, que emanaba del propio Bumedian, de normalizar sus relaciones con Espa?a, proceder al intercambio de nuevos embajadores y mantener vigente el anuncio del viaje oficial a Argel del presidente Adolfo Su¨¢rez, supeditado sobre todo a la liberaci¨®n de los ocho tripulantes espa?oles del barco Las Palomas, en poder del Polisario. Esta liberaci¨®n se obtuvo en octubre gracias a los esfuerzos conjuntos de Marcelino Oreja, el secretario de relaciones internacionales de UCD, Javier Rup¨¦rez, y la propia presidencia Argelina.
Las palabras de Antonio Cubillo, publicadas en el mismo d¨ªa en que el ministro de Asuntos Exteriores espa?ol sal¨ªa para Argel a representar a Espa?a en los funerales de Bumedian, han sido posiblemente una bavure, un accidente imprevisto. para los diplom¨¢ticos argelinos, que no significar¨ªa, de ninguna forma, una s¨²bita y harto imposible revaluaci¨®n del tema de la ?africanidad? canaria por parte de Argelia.
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