Siete reflexiones ante la convocatoria electoral
Primera. Meter al pa¨ªs en un nuevo per¨ªodo electoral, cuando est¨¢n planteados los apremiantes problemas del orden p¨²blico, la inflaci¨®n y el paro, es, en principio, una calamidad ( ... ).Segunda. Sin embargo, el hecho de que se haya contra¨ªdo el compromiso de celebrar elecciones municipales a plazo fijo sit¨²a el problema bajo una luz distinta. Nadie puede dudar de que las elecciones municipales estar¨¢n fuertemente politizadas. Por consiguiente, la situaci¨®n expuesta anteriormente se producir¨ªa de todos modos. ( ... )
Tercera. No podemos desconocer que, de cara a las elecciones, el Partido Socialista tiene la ventaja de no haberse ?quemado? en el Gobierno. Ahora bien, que el Partido Socialista fuese llamado a gobernar como consecuencia de una victoria electoral, nos parecer¨ªa en este momento muy peligroso para el pa¨ªs.(...)
Cuarta. El socialismo est¨¢ unido. Ser¨ªa fatal que se le diese la batalla en varios frentes; peor a¨²n si ¨¦stos se destrozasen entre s¨ª. Una simple consideraci¨®n de lo que est¨¢ en juego nos revela que existe un denominador com¨²n ideol¨®gico para cuantos desean que el desarrollo constitucional est¨¦ presidido por el respeto a los principios de inspiraci¨®n humanista y cristiana. No descubrimos raz¨®n alguna para que quienes coincidan en esos principios se presenten divididos.
Quinta. Con lo anterior no pretendemos ut¨®picos uniformismos, ni siquiera un frente electoral ¨²nico a nivel nacional, sino que haya la flexibilidad precisa para los acuerdos parciales que en cada lugar permitan ofrecer a los electores los nombres que tengan las mayores garant¨ªas de ¨¦xito.
Sexta. El partido m¨¢s fuerte debe ser generoso; los partidos m¨¢s d¨¦biles deben ser realistas y atemperar sus aspiraciones a su aut¨¦ntica importancia ( ... )
S¨¦ptima. Una buena regla ser¨¢ que, a la hora de plantear su estrategia electoral, tengan todos presente un punto seguro de referencia: lo que quiere su base. Pues no son los votantes para los partidos, sino al contrario: son los partidos los que deben servir a sus electores. O lo pagar¨¢n -lo pagar¨ªamos todos- muy caro.?
30 diciembre
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