"Vincennes no es m¨¢s que el s¨ªntoma de la crisis general de la sociedad"
EL PAIS. Al cabo de diez a?os de experiencia en que ha cuajado la Universidad de Vincennes, ?qu¨¦ balance podr¨ªa hacerse?Manuel Ballestero. La cuesti¨®n es clave para todos los que integramos este centro de ense?anza y es la que actualmente ocupa nuestras reflexiones. Naturalmente, como en toda tarea humana, el resultado no es absoluto en ning¨²n sentido. Estimo que pueden subrayarse cuatro aspectos positivos. En primer lugar, la innovaci¨®n social: Vincennes, al aceptar a no bachilleres, es una Universidad ligada al mundo del trabajo. Es un intento de acabar con la divisi¨®n entre el mundo del trabajo manual y el del trabajo intelectual. En suma, es un intento de ligar la ense?anza a la base del pa¨ªs. Otro aspecto es la innovaci¨®n en el terreno pedag¨®gico: no es igual ense?ar a un obrero de treinta, 45 ¨® sesenta a?os que a un bachiller de dieciocho. Esto implica innov¨¢ciones pedag¨®gicas que en los hechos se traducen en lo que nosotros llamamos pedagog¨ªa activa, es decir, que el alumno participa en la elaboraci¨®n del conocimiento, ya que desde el primer a?o se le inicia en la investigaci¨®n. Adem¨¢s, el alumno se expresa tal como es y asume desde su posici¨®n existencial el conocer qu¨¦ se le explica, porque lo coproduce y esto no es m¨¢s que ligar el conocimiento a su existencia social en Vincennes; el enfrentamiento que conlleva el cl¨¢sico curso magistral se ha reemplazado por el di¨¢logo constante. En tercer lugar. yo hablar¨ªa de la innovaci¨®n de orden cient¨ªfico. Al ligar el conocimiento a la existencia social aparecen nuevas materias de conocimiento y se definen nuevos dominios del conocer. Un ejemplo lo constituye la secci¨®n de an¨¢lisis institucional. Este an¨¢lisis de las instituciones procede de que al ligar el trabajo al conocimiento, el trabajador suscita la cr¨ªtica de las instituciones vigentes. Y, como el precedente, podr¨ªan evidenciarse otros muchos casos en los que el nuevo sistema pedag¨®gico y la condici¨®n diferente de los estud¨ªantes provocan zonas del conocimiento.
En definitiva, con el car¨¢cter pluridisciplinario se pretende superar la especializaci¨®n de tipo positivista.
P. Veamos ahora los aspectos negativos de Vincennes.
R. Al cabo de diez a?os, efectivamente, Vincennes revela tambi¨¦n aspectos negativos en la medida en que es una experiencia positiva en un entorno general negativo. Con lo anterior quiero decir que dado su car¨¢cter espec¨ªfico, Vincennes vive una contradicci¨®n al estar injertada en una sociedad capitalista. Ahora bien, esto no quiere decir que la experiencia sea imposible. El propio creador de la Universidad, el ex ministro Edgar Faure, dec¨ªa el otro d¨ªa que ¨¦l hubiese multiplicado la experiencia de Vincennes en provincias, pero a?ad¨ªa que ?las grandes pol¨ªticas molestan?.
P. Esta consideraci¨®n suya de orden filos¨®fico-pol¨ªtico, ?c¨®mo se traduce en la pr¨¢ctica cotidiana de Vincennes?
R. Es muy simple; muchos estudiantes obreros no rinden lo necesario por falta de tiempo. Por otro lado, la infraestructura no es suficiente ni los med¨ªos disponibles son ¨®ptimos. Y a estas deficiencias hay que a?adir la complejidad que supone trabajar no s¨®lo con estudiantes procedentes de la segunda ense?anza y de un medio social acomodado m¨¢s o menos ilustrado, sino tambi¨¦n con estudiantes que han vivido en un medio socio-cultural desfavorecido.
P. Las autoridades y una parte de la opini¨®n parece que temen a Vincennes como a una especie de vivero pol¨ªtico generador de posibles disturbios. ?Cu¨¢l es su an¨¢lisis?
R. Es necesaria mucha ignorancia para afirmar que Vincennes es una escuela pol¨ªtica. Lo cierto e que existe una voluntad de ligar el conocimiento a la vida y viceversa. En Vincennes, el conocimiento no es algo abstracto, de sal¨®n, para lucir despu¨¦s. En Vincennes el conocimiento es algo existente y, precisamente por ello, es cr¨ªtico.
P. Otra de las acusaciones se reiere a que Vincennes ser¨ªa una especie de casa de fama dudosa a causa de la droga y otros comercios que se han instalado en el recinto universitario.
R. Es verdad que en Vincennes se han producido fen¨®menos de penetraci¨®n-inframinoritarios de elementos efectivamente turbios. Adem¨¢s, Vincennes acoge a todo el mundo; no hay polic¨ªa, no hay discriminaci¨®n de ninguna especie y, como consecuencia de lo antedicho, es perfectamente l¨®gico que la sociedad se manifieste tal como es en una de sus universidades.
P. Los profesores y los 32.000 estudiantes de Vincennes temen que la ciudad de Par¨ªs est¨¦ decidida a eliminar su Universidad m¨¢s conocida actualmente en el mundo y que, para ello, cuente con el apoyo del Gobierno. ?C¨®mo valora este hecho y, en definitiva, a qu¨¦ motivaciones profundas responde?
R. Los peligros que amenazan a Vincennes no son m¨¢s que una avanzadilla de lo que se perfila en el horizonte. En efecto, es la ensenanza en general la que est¨¢ en crisis. En la sociedad actual parecen configurarse dos tendencias: la descalificaci¨®n del trabajo, como consecuencia del desarrollo t¨¦cnico actual en las condiciones de esta sociedad, tendente a limitar la calificaci¨®n profesional y cultural de las mayor¨ªas, y la reducci¨®n del aparato cultural de la sociedad a un aparato destinado a alimentar las necesidades inmediatas de la producci¨®n.
Las dos tendencias precedentes, cuando se reflexionan a largo plazo, estimo que podr¨ªan cuestionar la ense?anza superior en la medida en que ¨¦sta ¨²ltima proporciona una formaci¨®n de base fundamental. Si as¨ª ocurriese hay que pensar que esa formaci¨®n de base fundamental poco a poco ser¨ªa reemplazada por una ense?anza estrechamente tecnol¨®gica.
No es que la Universidad no se acomode a los tiempos, es decir, que no se haya renovado. Lo que ocurre es que esta sociedad no la necesita.
P. ?Piensa usted que la experiencia de Vicennes ser¨ªa v¨¢lida en otros pa¨ªses?
R. No s¨®lo considero esta experiencia v¨¢lida para el extranjero, sino necesaria tambi¨¦n. Y ahora que se reestructura la Universidad espa?ola, creo que los responsables no se equivocar¨ªan inspir¨¢ndose en Vicennes.
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