Posible marea negra sobre Galicia tras el naufragio de un petrolero griego

(Viene de la primera p¨¢gina)Tanto la Comandancia de Marina de La Coru?a, como las autoridades de la Capitan¨ªa General de la zona mar¨ªtima del Cant¨¢brico, desplazaron al lugar del suceso algunos destructores y patrulleros, as¨ª como varios remolcadores provistos de detergente para combatir los primeros efectos de una posible marea negra. En los primeros trabajos prest¨® ayuda tambi¨¦n la Subsecretar¨ªa de la Marina Mercante y un helic¨®ptero.

Sobre la posibilidad de que el petr¨®leo perdido en el mar origine una nueva marea negra sobre las costas gallegas, no se tienen datos fidedignos por ahora. Mientras las declaraciones de uno de los sobrevivientes aseguran que es muy peque?a la p¨¦rdida de crudo, el personal de salvamento que sobrevol¨® la zona y los barcos que se aproximaron al Andros Patria testimonian la existencia de una considerable mancha de petr¨®leo sobre las aguas, cuya extensi¨®n alcanzaba ayer a m¨¢s de cuatro kil¨®metros de longitud.

Entre los desaparecidos, figuran el capital del buque, su esposa y un hijo de corta edad. Los tripulantes que se salvaron son Evangelus Milas, contramaestre; Tserkezoglou Stavros, jefe de m¨¢quinas, y Dimitrios Theamar¨ªas, bombero. El hijo del primero pereci¨® tambi¨¦n en el naufragio.

Preocupaci¨®n entre los pescadores

El subsecretario de la Marina Mercante, V¨ªctor Moro, se encuentra desde ayer en La Coru?a para dirigir los trabajos de prevenci¨®n y lucha contra la marea. Se mostr¨® optimista al considerar que los peligros empiezan a ser menores de lo que pudo suponerse en principio, ya que las corrientes marinas favorecen de momento el alejamiento de la masa de petr¨®leo vertida de las costas. Existe incluso la posibilidad de que los crudos se desplacen naturalmente hacia el interior del oc¨¦ano, con lo que pudiera darse el caso de que llegaran a afectar las costas de Irlanda si se producen fugas en cantidad importante. A ¨²ltima hora, se cre¨ªa que el barco hab¨ªa evacuado ya unas 50.000 toneladas, seg¨²n Efe. El pron¨®stico para las pr¨®ximas horas se?ala vientos de componente Oeste, que pueden empujar el petr¨®leo hacia la costa gallega. Una de las posibilidades de salvamento que se est¨¢n estudiando es la de remolcar el petrolero hasta su puerto de destino, si se logra detener la expulsi¨®n de la carga. El incendio originado a bordo fue sofocado sin dificultades, pero hay noticias contradictorias sobre las posibilidades de mantener el barco a flote.

La preocupaci¨®n en los medios pesqueros es, sin embargo, muy grande. Se teme que una nueva marea negra vuelva a invadir una zona que tiene todav¨ªa pendiente de cobro parte de las indemnizaciones que le corresponden por los desastrosos efectos de otro naufragio similar ocurrido el 12 de mayo de 1976, cuando encall¨® y se incendi¨® inmediatamente el petrolero Urquiola a la entrada de la bah¨ªa de La Coru?a.

En el caso del Urquiola, cerca de 100.000 toneladas de petr¨®leo que transportaba el barco ba?aron las playas coru?esas y destruyeron gran parte de la vida y de la fauna marinas. Las consecuencias de una nueva contaminaci¨®n en el litoral de La Coru?a es probable que sean esta vez m¨¢s desastrosas todav¨ªa si llega a producirse sobrepasando l¨ªmites importantes, ya que atacar¨ªan ecosistemas que todav¨ªa no se recuperaron totalmente de los efectos anteriores del petr¨®leo.

Aun en el caso de que las corrientes alejen la marea de la costa existe de cualquier manera el grave peligro de que el petr¨®leo vaya a causar da?os mortales para la riqueza marina en lugares en los que pueda haber importantes caladeros.

La falta de medios, igual que en las ocasiones anteriores, volvi¨® a ponerse de manifiesto otra vez ayer. Cuando fue la cat¨¢strofe del Urquiola, hubo que esperar horas e incluso d¨ªas a que vinieron medios anticontaminantes desde Holanda e Inglaterra.

En esta ocasi¨®n, las autoridades tuvieron que pedir el env¨ªo de barcos desde C¨¢diz y, el ¨²nico helic¨®ptero de salvamento que est¨¢ al servicio de los muchos kil¨®metros de costa gallega tuvo que interrumpir en una ocasi¨®n su trabajo por aver¨ªa t¨¦cnica.

Fuentes consultadas ayer por EL PAIS en los medios parlamentarios gallegos hacen suponer que no se har¨¢ esperar una interpelaci¨®n decidida ante el Gobierno. La verdad es que, cuando todav¨ªa est¨¢n muy recientes los miles de millones de pesetas que Galicia perdi¨® en los dos ¨²ltimos grandes temporales con tres muertos en su haber, el accidente del petrolero griego vino a agravar considerable y s¨²bitamente la depresi¨®n econ¨®mica gallega.

El barco se aleja de la costa

A ¨²ltima hora de la noche el Estado Mayor de la zona mar¨ªtima del Cant¨¢brico facilit¨® una nota informativa que ven¨ªa a corregir las cifras sobre las v¨ªctimas del naufragio manejadas a lo largo de todo el d¨ªa: eran 32 y no 37 las personas que viajaban en el Andros Patria y el n¨²mero de desaparecidos no son veinticinco, sino veinte.

En la nota oficial se confirman otros extremos sobre el siniestro, como su origen (una grieta en el casco), localizaci¨®n del buque, n¨²mero de supervivientes y de cad¨¢veres rescatados. Sin embargo, no facilita dato alguno sobre la cantidad de petr¨®leo vertido al mar.

Sobre este tema se limita a decir que ?en la zona se observan dos manchas principales de petr¨®leo y derrames aislados, procedi¨¦ndose a su localizaci¨®n y delimitaci¨®n por los buques de la Armada?, y a?ade que ?no parece que representen de momento peligro inminente para las costas gallegas?. Informaciones recogidas por Europa Press indicaban que a las nueve de la noche las manchas se mov¨ªan en direcci¨®n nordeste, hacia Inglaterra. Tambi¨¦n se informaba que un cambio en la direcci¨®n del viento pod¨ªa acercarlas a nuestras costas.

La autoridad de Marina afirma, por otra parte, que se cuenta con dep¨®sitos de disolvente para, en su caso, combatir estas manchas, tarea ya iniciada ayer por embarcaciones procedentes de La Coru?a.

En cuanto a la situaci¨®n del petrolero se informa que va navegando alej¨¢ndose de la costa gallega, ya que el maquinista, antes de ser rescatado, puso en marcha los motores a una velocidad de cuatro nudos y el piloto autom¨¢tico, arrumbando el buque a 235 grados. Un destructor y dos remolcadores le siguen en espera de intentar el remolque cuando las condiciones del mar lo permitan.