Un gui¨®n de Raymond Chandler

Las tormentosas relaciones de Raymond Chandler con Hollywood ocupan un cap¨ªtulo de La vida de Raymond Chandler, de Frank MacShane y, de forma m¨¢s detallada, han sido analizadas por Stephen Pendo en su libro Raymond Chandler: his novels into film, un estudio comparativo de las adaptaciones realizadas a partir de novelas suyas, en las cuales nunca le ofrecieron participar, lo que dio origen a una de sus m¨¢s grandes frustraciones.El primer trabajo de Chandler para el cine fue la adaptaci¨®n de la novela de James M. Cain Double indemnity, que realiz¨® en colaboraci¨®n con Billy Wilder y que ¨¦ste dirigir¨ªa. Chandler no congeni¨® nunca con Wilder, pero, a pesar de sus diferencias personales, la pel¨ªcula es una clara muestra del mejor cine negro americano. La colaboraci¨®n de Chandler con los grandes estudios dur¨® siete a?os, durante los cuales trabaj¨® en seis guiones. El ¨²ltimo de ellos fue la adaptaci¨®n de la primera novela de una joven escritora de Texas: Patricia Highsmith. La redacci¨®n del gui¨®n de Extra?os en un tren fue tambi¨¦n problem¨¢tica y Hitchcock no qued¨® contento del trabajo de Chandler, cuya finalizaci¨®n encarg¨® a Czenzi Ormonde, colaboradora habitual de Ben Hetch. Tampoco Patricia Highsmith aprob¨® la adaptaci¨®n, a la que acusaba de simplificar en exceso la novela y de modificar innecesariamente el final. Pese a todo, Extra?os en un tren puede ser calificada, sin ning¨²n tipo de duda, como una obra maestra.

En 1947 la Universal pag¨® a Chandler 100.000 d¨®lares por un gui¨®n titulado Playback que nunca llegar¨ªa a filmarse. Diez a?os m¨¢s tarde, ¨¦ste lo convirti¨® en novela. Con La dalia azul sucede exacta mente lo contrario. Chandler se encontraba atascado en esta novela cuando le coment¨® a su amigo John Houseman, que trabajaba como productor ejecutivo para la Paramount, que hab¨ªa pensado en convertirla en gui¨®n y venderla. -Houseman le cont¨® que los directivos de su estudio buscaban una historia para Alan Ladd, ya que ¨¦ste, en tres meses, deb¨ªa incorporarse al ej¨¦rcito, y la Paramount perder¨ªa a su mayor estrella. Debido en gran parte a su amistad con Houseman, Chandler acept¨®. El gui¨®n fue escrito en menos de cinco semanas y el rodaje ya hab¨ªa comenzado cuando Chandler se hallaba en la mitad de su gui¨®n. La dalia azul fue dirigida en 1946 por George Shermany protagonizada por Alan Ladd y Veronica Lake, actriz a la que Chandler detestaba y acusaba de ?incompetente? y de tener ?aire de perturbada?.

El inter¨¦s de este gui¨®n radica, sobre todo, en que en ¨¦l encontramos a Chandler en bruto, sin acabar. La intriga de La dalia azul es menos compleja y atractiva que la de las novelas de Philip Marlowe, una mujer es asesinada y todos los personajes se convierten en sospechosos: su marido y los amigos de ¨¦ste, su amante, el detective del hotel donde vive, etc¨¦tera. La en principio atractiva hip¨®tesis de Chandler, en la que el asesinato era cometido por un h¨¦roe de guerra trastornado que olvidaba su acto, se vino abajo al ser prohibida por el Departamento de Marina, para el que un herido de guerra nunca pod¨ªa ser un asesino. Debido a ello, el final definitivo resulta bastante decepcionante. Lo mejor del gui¨®n, y donde m¨¢s se aprecia el arte de Chandler, es en la construcci¨®n de los dos personajes centrales: Johnny Morrison y Joyce Harwood. Estos dos personajes se encuentran de una forma injustificada a nivel argumental, lo que contrasta con la l¨®gica de la intriga central. Son dos personajes marcados por la fatalidad que al dirigirse la palabra por primera vez se dir¨ªa que se conocen hace a?os. La relaci¨®n de estos dos personajes es un claro ejemplo de la po¨¦tica de Chandler. Di¨¢logos inteligentes, tristes, l¨ªricos, llenos de humor. Personajes esc¨¦pticos, valientes, que huyen... Al leer las dos largas escenas de Joyce y Johnny, uno no se imagina nunca a Alan Ladd y Ver¨®nica Lake encarn¨¢ndolas. Tras las cortantes r¨¦plicas de estos di¨¢logos se adivina a la ¨²nica gran pareja chandleriana del cine: Humphrey Bogart y Laureen Bacall.

Un libro interesante no s¨®lo por el gui¨®n de Chandler que incluye, sino tambi¨¦n por el magn¨ªfico pr¨®logo de John Houseman -La quincena perdida-, donde se relatan las patticulares circunstancias en que fue escrita La dalia azul. Esperamos que iniciativas como estas tengan continuidad. La Southern Illinois University Press, editora americana de este libro, ha publicado tambi¨¦n el gui¨®n de San Francisco, original de Anita Loos, as¨ª. como la adaptaci¨®n que F. Scott Fitzgerald realiz¨® de Three Comrades, de Erich Maria Reinarque y que dirigi¨® Michael Curtiz, cuya publicaci¨®n en nuestro pa¨ªs ser¨ªa m¨¢s que deseable.