?Qu¨¦ va a pasar?
?Dentro de veinticuatro horas los hombres que tienen sobre sus hombros la responsabilidad de las tareas de Estado o Gobierno de los pa¨ªses-m¨¢s ricos del mundo se reunir¨¢n en la isla de Guadalupe para. ?pensar juntos? acerca de las expecativas de la econom¨ªa mundial para 1979. Cabe esperar que, como en ocasiones semejantes en un pasado inmediato, los resultados de la cumbre no pasen de ser una declaraci¨®n de buenas intenciones. Entre todos van a preguntarse ?qu¨¦ va a pasar? Pero si, hoy por hoy, hay alguna pregunta que no tiene respuesta, es precisamente: ?qu¨¦ va a pasar? En estos momentos el futuro econ¨®mico del mundo occidental es uno de los enigmas m¨¢s apasionantes de lo que va de siglo XX. Siempre ha habido alguien en la historia en cuyas manos estaba la respuesta a este int¨¦rrogante. Pero ahora la reuni¨®n en el tiempo y en el en el espacio de m¨²ltiples circunstancias que desencadenan complejas reacciones secundarias impide una previsi¨®n del futuro con un m¨ªnimo de fundamento cient¨ªfico.La crisis de la energ¨ªa, el encarecimiento mundial de las materias primas, la escasez de productos b¨¢sicos, la inflaci¨®n, incontenida e incontenible, el insostenible paro, la continuidad de la recesi¨®n en la mayor parte de los pa¨ªses, la toma de conciencia sobre las semiocultas corrupciones pol¨ªticas, la amenaza b¨¦lica en varios Pa¨ªses, el terrorismo, la falta de seguridad ciudadana, los desequilibrios reci¨¦n creados en el tradicional reparto de ¨¢reas y poderes entre las grandes potencias, una incipiente sociedad de consumo devoradora de productos y servicios a los que no quiere renunciar, pero se ve obligada a hacerlo.
M¨²ltiples han sido los elementos latentes desde hace cuatro a?os que han entrado en explosiva reacci¨®n con el simple catalizador del encarecimiento del petr¨®leo. Hubo un tiempo, un largo per¨ªodo de tiempo tras el despertar industrial del mundo, en que los reyes, los Gobiernos, los estados mayores, la amenaza nuclear, la CIA o hasta el mism¨ªsimo secretario del Estado americano de turno, pod¨ªan saber lo que iba a pasar porque precisamente iba a pasar lo que ellos hab¨ªan planeado. Pero ahora no, ahora, rotos todos los equilibrios, algo no ha funcionado bien en su complicado aparato de relojer¨ªa.
Vivimos una etapa apasionante en la que, tal vez como nunca, todo es posible ( ... ).?
4 enero,
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