La guerra total de ETA

En Madrid se estima que la autonom¨ªa no podr¨¢ implantarse hasta despu¨¦s de la liquidaci¨®n del terrorismo. Desgraciadamente, en el Pa¨ªs Vasco esa l¨®gica se invierte: la mayor¨ªa de la opini¨®n ha demostrado con las manifestaciones del oto?o ¨²ltimo, la abstenci¨®n y el voto negativo en el refer¨¦ndum que esperaba un gesto de Madrid, antes de desligarse totalmente de ETA.Este gesto hubiese sido la aprobaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa por la comisi¨®n ad hoc del Parlamento. Ahora bien, el viernes ¨²ltimo, el d¨ªa mismo en que los diputados vascos, reunidos solemnemente en la ciudad hist¨®rica de Guernica, ratificaban el proyecto de carta y se dispon¨ªan a transmitirlo a las Cortes, ¨¦stas eran disueltas.

( ... ) ?Coincidencia? Seguramente no. Es evidente que el jefe de Gobierno deb¨ªa adelantarse a los parlamentarios de las regiones si quer¨ªa evitar que un problema tan delicado como el de las autonom¨ªas se confiase a un Parlamento destinado a desaparecer. ?Es un c¨¢lculo oportuno? No es seguro, pues los vascos, decepcionados, pueden enviar el 3 de marzo diputados todav¨ªa m¨¢s irredentistas que los precedentes, con los cuales ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil negociar en el momento del voto de las autonom¨ªas.

Durante dos meses, toda soluci¨®n negociada est¨¢ detenida. Durante ese tiempo, la ETA, que acaba de demostrar de una forma m¨¢s evidente todav¨ªa que al atacar al Ej¨¦rcito desea una reacci¨®n de la extrema derecha, est¨¢ cerca de lograrlo.

Por otra parte, ayer centenares de oficiales espa?oles de uniforme reclamaron la dimisi¨®n del Gob¨ªerno, cuando se celebraban las ceremonias f¨²nebres y el entierro del general Ort¨ªn Gil.

5 de enero