La situaci¨®n es ya insostenible en el mundo de los toros
Los intentos, en inviernos pasados, de democratizar el mundo de los toros fueron un fracaso. El motivo estuvo no tanto en el poder de los grandes empresarios como en el desenfoque de la cuesti¨®n por parte de los profesionales del toreo: el movimiento, s¨®lo a cargo de los m¨¢s modestos, consisti¨® en que los de menor calidad quer¨ªan imponer por la fuerza su inclusi¨®n en las ferias y carteles m¨¢s importantes. Evidentemente, ese no es el camino y nadie, en pura l¨®gica, pod¨ªa apoyar tales posturas. Acabaron ech¨¢ndose la gente encima.
Y, sin embargo, el cambio radical de estructuras es necesario porque la situaci¨®n se ha hecho insostenible. El monopolio empresarial, m¨¢s a¨²n que en etapa anterior la hegemon¨ªa de los apoderados, ha causado graves da?os a la fiesta y ah¨ª est¨¢n, como prueba, las acusadas deficiencias (incluso carencia) t¨¦cnica y art¨ªsticas que padece el espect¨¢culo.La situaci¨®n empeora en es tos momentos como consecuencia de las subastas de las plazas, pues la mec¨¢nica de las mismas, que delata una absoluta falta de afici¨®n, de inter¨¦s verdadero hacia el futuro de la Fiesta por parte de quienes la convocan, establece unos c¨¢nones disparatados.
Despu¨¦s de pagar unas cifras astron¨®micas por los arrendamientos, los empresarios no van a tener m¨¢s remedio que buscar su rentabilidad acentuando los usos monopolistas para extraer el m¨¢ximo jugo de lo que entra por taquilla. Junto a la elevaci¨®n del importe de los boletos, vendr¨¢ el recorte de honorarios de los toreros y de los precios de las reses, y vendr¨¢, a su vez, el aumento de las exclusivas de matadores (puede ser que tambi¨¦n de divisas) para que no se les escape ni una influencia, ni una peseta, y todo lo que se mueva en el espect¨¢culo confluya a engrosar el activo de sus cuentas.
La situaci¨®n, dec¨ªamos, es insostenible. En estas condiciones, ni los restantes estamentos que componen el espect¨¢culo, ni el espect¨¢culo mismo en su conjunto, van a poder resistir por mucho tiempo.
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