El Ej¨¦rcito franc¨¦s presenta batalla al fr¨ªo
Por fin, ocurri¨® lo inevitable: la ola de fr¨ªo que se abate sobre Francia desde el d¨ªa de a?o viejo, fue militarizada hace ya 48 horas. Blindados, helic¨®pteros y artefactos especializados del Ej¨¦rcito se sumaron, durante los dos ¨²ltimos d¨ªas, a toda la panoplia de salvamento civil para socorrer a los n¨¢ufragos del ?desierto blanco? en que se ha convertido Francia.
En estas ¨²ltimas 48 horas, 8.000 personas bloqueadas por el fr¨ªo y la nieve (de treinta cent¨ªmetros a cuatro metros en algunos parajes) fueron recuperadas. En el norte del pa¨ªs ¨²nicamente ya se contaban anoche ocho cad¨¢veres como consecuencia de las temperaturas (entre siete bajo cero en la regi¨®n parisiense, y quince bajo cero en otras regiones).Al pa¨ªs entero le importaba un bledo la cumbre de Guadalupe y dem¨¢s ?grandes problemas? mundiales o aut¨®ctonos. Los diarios de la radio, de la TV, la prensa y dem¨¢s ?media? destinados a la informaci¨®n general, con casi nada de imaginaci¨®n, comenzaban de id¨¦ntica manera: ?Naturalmente, antes de nada, la cr¨®nica del fr¨ªo?, o ?la cr¨®nica de la hibernaci¨®n de los franceses?, etc¨¦tera.
Efectivamente, a lo largo de todo el d¨ªa la pel¨ªcula del fr¨ªo, preocupante, dram¨¢tica, c¨®mica, absurda, se repite jornada tras jornada desde hace m¨¢s de una semana.
Diez kil¨®metros de camiones de gran tonelaje est¨¢n inmovilizados en la autopista del Sur por la nieve. Trescientos sesenta ni?os, que en ocho autocares se dirig¨ªan por la misma carretera ?hacia la nieve?, tuvieron que ser repatriados a un pueblecito, Dordives, a unos cien kil¨®metros de Par¨ªs, y pasaron dos d¨ªas sin apenas comer, porque los vecinos s¨®lo pudieron ofrecerles chocolate y espaguetis.
Las carreteras de Normand¨ªa est¨¢n todas pr¨¢cticamente cortadas.
Comunicaci¨®n con tractores
Entre algunos pueblos s¨®lo es posible la comunicaci¨®n con tractores. Gracias a un tractor, una labradora, anteanoche, en tres horas de recorrido, pudo trasladarse a Rouen para dar a luz a un hermoso ni?o de casi cuatro kilos de peso.Las regiones m¨¢s afectadas son las del Norte, Normand¨ªa, Breta?a y la regi¨®n parisiense. Salvo el sur del pa¨ªs, toda Francia padece ?este esc¨¢ndalo, se?ores, se dan ustedes cuenta: el Gobierno no hace nada para impedirle al invierno que sea fr¨ªo?, tal y como algunos graciosos comentan la tragedia de otros.
Circular por carretera, en Francia, se ha convertido en una locura. Los trenes llegan con retrasos importantes, sobre todo los que circulan hacia Espa?a, como consecuencia de un tap¨®n cerca de Orleans. Con los aviones, a causa del hielo y la dificultad para aterrizar, ocurre otro tanto. Los frutos y legumbres, los pescados y la leche han subido mucho m¨¢s de lo que baj¨® el term¨®metro. Los unos y los otros no faltan a¨²n, pero su precio ha aumentado entre el 50% y el 100%. Se asegura que las dificultades de transporte son la causa. La Compa?¨ªa Nacional de Electricidad ha desconectado diversas regiones del pa¨ªs, por rotaci¨®n, para que Francia no se convierta en una estatua por el fr¨ªo. A fuerza de aconsejar por la radio todo tipo de prudencia, la gente teme a la calle y anula viajes, reservas en hoteles, billetes de trenes y aviones.
Pa¨ªs paralizado
La construcci¨®n y las obras p¨²blicas, m¨¢s a¨²n que otros sectores de la industria, bordean las vacaciones forzadas. En resumen, ayer, Francia colg¨® el cartel de ?pa¨ªs paralizado?, al mismo tiempo que los meteor¨®logos anunciaban una leve baja de la temperatura a¨²n para este fin de semana. ?Qu¨¦ b¨¢rbaro, que osad¨ªa, la Naturaleza a¨²n tiene el valor de manifestarse. Parece que volvemos a la Edad Media?, ironizaba ayer un humorista, tras rese?ar las dos ?bromas? m¨¢s heladas del d¨ªa: un se?or se volvi¨® loco durante varias horas buscando a su coche y a su mujer, que estaba dentro. Al cabo del tiempo, la polic¨ªa le insinu¨® que, posiblemente, ambos hab¨ªan desaparecido bajo la nieve. As¨ª era: la se?ora aun respiraba. Pero m¨¢s tr¨¢gica aun fue la experiencia del se?or Douguenou, vivida en esta misma capital que, milagrosamente, y gracias a las novecientas toneladas de sal sembradas anteanoche por toda su geograf¨ªa, a¨²n merece el t¨ªtulo de circulable: el referido se?or Douguenou quiso abrir la puerta del coche, pero la llave no entraba porque el hielo hab¨ªa taponado la cerradura. El hombre intent¨® caldearla con su aliento y le ocurri¨® lo l¨®gico e inimaginable: sus labios se pegaron al acero, congelado. Al se?or no le falt¨® la intenci¨®n de forzar el despegue, pero comprendi¨® ?ipso facto? que sus labios reventar¨ªan. Durante veinte minutos, el buen hombre pemaneci¨® en tan rigurosa postura, hasta que su se?ora, al descubrirlo, acudi¨® con el salvavidas adecuado: un vaso de agua caliente.
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