La goleada del "Bar?a" resultado de hemerotecas
El Barcelona nos ha desestabilizado al Rayo y nos ha obligado a revolver las hemerotecas para comprobar cu¨¢ndo los viejos del lugar vieron espect¨¢culo semejante. Puestos a revolver en la memoria, nos hemos encontrado con que la primera vez que dimiti¨® Mendoza, el Madrid fue eliminado de la Copa por la Real Sociedad y, en la segunda, ha perdido un positivo ante un Sevilla sin sus estrellas argentinas. Puestos a mirar hacia el futuro, que todo no ha de ser pesimismo, parece que si el Madrid baja y el Bar?a sube, ya tendremos algo con que divertir al personal.
Se hab¨ªa animado el Rayo una semana antes plant¨¢ndole cara al mism¨ªsimo Madrid. Por si no ten¨ªa pocas penas encima, el Barcelona se ensa?¨® el domingo con ¨¦l. El chico ese que se trajeron de Austria -Krankl- tras darle el disgusto de su vida a Kubala, lleva camino de obtener un aut¨¦ntico r¨¦cord de goles.El Barcelona ya hab¨ªa perdido dos partidos con los equipos de Madrid y, para mayor verg¨¹enza, uno, en su campo. Para los que se conforman con poco, ya se ha vengado del centralismo con el pobre Rayo, que es el ¨²nico equipo perif¨¦rico de la Primera madrile?a. Si el Bar?a no se anima lo suficiente como para ganar la Liga, su pr¨®ximo objetivo ser¨¢ derrotar en su terreno al Madrid, equipo en baja.
El Madrid iba c¨®modo en cabeza gracias a los desastres de los dem¨¢s, pero al ritmo que ha tomado en los ¨²ltimos encuentros, todo hace indicar que ya no es tan temible. En los ¨²ltimos cinco encuentros el Madrid ha perdido en Zaragoza y ha empatado en Vallecas y ha logrado la igualada con el Espa?ol y el Sevilla, y le ha ganado por los pelos a la Real, en el Bernab¨¦u. De diez puntos ha ganado la mitad. La renta que le facilitaban ?El Pupas? y compa?¨ªa se ha reducido tanto que cualquiera puede echarle mano. Por lo visto, a los pupilos de Molowny no les gusta que les den facilidades y quieren tener cerca al pelot¨®n para que se consideren m¨¢s sus m¨¦ritos en la escapada definitiva. Lo malo del Madrid es que en la segunda vuelta puede que se le noten m¨¢s los a?os, que empiezan a ser muchos.
El que no levanta cabeza, por muchas tonter¨ªas que cometa el Madrid, es el Valencia. De don Marcel se viene diciendo que anda en la cuerda floja desde el comienzo de la campa?a. Ahora hasta se apunta la posibilidad de que le sustituya el pibe Di St¨¦fano, que le hizo campe¨®n en una ocasi¨®n. Don Alfredo sali¨® del Valencia por su car¨¢cter, pero ocurre que don Marcel no se lo mejora y, adem¨¢s, ha hecho gastar aut¨¦nticos dinerales para casi nada.
Kempes va a quedar en un puro sue?o como siga sin marcar, ni de penalti. Marito Kempes, ?Kempes coraz¨®n?, se ha casado a media temporada y, adem¨¢s de desilusionar a todas las jovencitas que han perdido su oportunidad, est¨¢ destrozando las esperanzas de quienes quer¨ªan verle en plan mundialista. Kempes est¨¢ apagado. De los toreros que se aburren de pegar pases se dice que est¨¢n atorados, y de Kempes, as¨ª como de Bonhof, pasado sin soluci¨®n de continuidad de una Liga a otra, con el Mundial por medio, habr¨¢ que convenir que est¨¢n acuerados. Y eso que en el f¨²tbol s¨®lo sueltan un bal¨®n para veintid¨®s.
La prensa deportiva volver¨¢ esta semana a ocuparse extensamente de lo que se llama el mal del f¨²tbol: la violencia. Parece que en los papeles del f¨²tbol se piensa m¨¢s en el fair play que en otras variantes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.