Once mujeres espa?olas qmeren ser fareras
De la imagen t¨®pica del torrero de faro, viejo lobo de mar aislado en cualquier punta mar¨ªtima de Espa?a, no queda ya m¨¢s que la leyenda. En los ¨²ltimos diez a?os esta profesi¨®n solitaria y un tanto extra?a ha sufrido una transformaci¨®n radical. Pasotas y verdaderos enamorados del mar han ocupado el siti¨® de los antiguos fareros, convencidos d¨¦ que, a pesar del sueldo escaso, vale m¨¢s la tranquilidad de un trabajo que se ama y el tiempo libre, que la promoci¨®n y el ¨¦xito social. Lola Gal¨¢n informa de ello.
?No tengo nada. en contra de la ciudad. Pero no me apetece pasarme las horas en un trabajo desagradable, llevar a mi hijo de la guarder¨ªa a casa un d¨ªa y otro d¨ªa.? Ana Fern¨¢ndez lleva ya cinco a?os pensando obsesivamente en un faro perdido de la provincia de Pontevedra. Es una de las once mujeres que se presentan a las oposiciones para t¨¦cnicos mec¨¢nicos en se?ales mar¨ªtimas. ?Mucho cambio de nombre para nada, la verdad es que el torrero de faro tiene que ocuparse de bastantes cosas. Pero es un trabajo llevadero. La oposici¨®n es muy dura, a pesar de que no se pide ninguna titulaci¨®n concreta; suponemos que dentro de poco saldr¨¢ alguna disposici¨®n nueva en el BOE exigiendo un nivel determinado.?Vestigios de un centralismo absurdo han hecho de Madrid la ciudad que rige el destino de los 227 faros que existen en Espa?a, adem¨¢s de las dos cadenas DECCA de se?ales mar¨ªtimas. Madrid es tambi¨¦n la sede de la ¨²nica academia especializada en la preparaci¨®n de t¨¦cnicos mec¨¢nicos en se?ales mar¨ªtimas, que obtienen su t¨ªtulo una vez aprobada la oposici¨®n que convoca el Ministerio de Obras P¨²blicas con una periodicidad variable.
Por este Ministerio, anclado en la ciudad m¨¢s interior de Espa?a, circulan carpetas con r¨®tulos insospechados: ?Adquisici¨®n de detectores de niebla?; desde aqu¨ª se controla el personal que recorre las costas y se deciden los planes generales.Y lo que es m¨¢s, unos metros m¨¢s lejos, en la calle de Alcal¨¢, se encuentra el almac¨¦n central de repuestos del que se surten todos los faros del pa¨ªs. ?No se trata de centralismo ni de nada parecido. Hay que comprender que necesitamos tener un control ¨²nico de todos los aparatos que se utilizan en Espa?a para se?ales mar¨ªtimas. Pero el territorio est¨¢ dividido en ocho regiones y cada jefatura funciona con plena autonom¨ªa. El almac¨¦n de Alcal¨¢ se va a trasladar a Alcobendas. All¨ª quedar¨¢ instalado el Centro T¨¦cnico de Se?ales Mar¨ªtimas, que se encargar¨¢ no s¨®lo de facilitar los repuestos a todos los faros del pa¨ªs, sino, tambi¨¦n de impartir una serie de cursillos a todos los t¨¦cnicos e ingenieros, porque las se?ales mar¨ªtimas est¨¢n siendo transformadas continuamente gracias a la electr¨®nica. ?
La mayor parte de los aspirantes tienen la edad de Ana, veinticinco a?os. No se admite a nadie con menos de veintiuno, ni m¨¢s de treinta. Y, sin embargo, la Administraci¨®n se queja t¨ªmidamente de una cierta falta de profesionalismo en los j¨®venes que se presentan. ?Hay hasta aficionados a la literatura que sue?an con encerrarse en un faro toda su vida. Pero la verdad es que no se trata de eso; es un trabajo que exige preparaci¨®n y unos conocimientos en electr¨®nica importantes. Me temo mucho que este a?o, como en las oposiciones del 76, no lleguen a cubrirse todas las plazas. Hay 34 y s¨®lo se presentan 92 personas, o sea, que la cosa no est¨¢ muy re?ida, pero en el ejercicio pr¨¢ctico acaban cayendo la mayor¨ªa.?
"Ya no hay faros aislados"
Por si acaso, Elvira Pujol repite en las vacaciones sus ejercicios de limado de piezas. ?Para m¨ª es una cuesti¨®n de estricto acoplamiento con el trabajo. Nada de romanticismo mi sue?o ser¨ªa trabajar en Cap de Creus, muy cerca del sitio donde nac¨ª. Tampoco estar¨ªa aislada, eso ya es un cuento hoy d¨ªa. ?
El cabo de Creus, en otro tiempo una de las puntas aisladas por excelencia, est¨¢ hoy comunicado con la civilizaci¨®n por una carretera y, en su caso, como en otros muchos, el tel¨¦fono ha venido a modificar las coordenadas reales. ?Ya no hay faros aislados. Los que lo estaban, hoy se han automatizado, y s¨®lo es necesario visitarles peri¨®dicarnente para echarles acetileno. Lo que se dice aislados s¨®lo quedan ya tres en Espa?a, el de islas Ons, islas S¨¢lvora y Sisargas, en las provincias de Pontevedra y La Coru?a, pero, por ejemplo, los de islas de Albor¨¢n o Columbretes est¨¢n ya automatizados.?
Ana Fern¨¢ndez y Elvira Pujol est¨¢n decididas a seguir los pasos de las mujeres que en 1974 obtuvieron el deseado t¨ªtulo. Aunque la primera de todas fue Margarita Frontera, destinada con su marido, en junio de 1969, a la cadena DECCA del Noroeste.
?Supongo que la primera vez debi¨® de hacerle gracia al tribunal encontrarse con estas mujeres. Pero ahora la cosa es distinta, en las oposiciones del 76 no sali¨® ninguna mujer y suponemos que quieren evitarse problemas.? Y aunque la Administraci¨®n reconoce que problemas, cuando se trata de mujeres, siempre ha habido -?siempre tienen preferencias muy concretas o quieren que las destinen con sus maridos?-, se niega a admitir ninguna clase de discriminaci¨®n a la hora de firmar han aprobado. ?Si hubieran dejado de lado el paternalismo, ahora no tendr¨ªan de qu¨¦ preocuparse. No queremos ning¨²n trato especial, iremos a donde nos destinen, como cualquier otro funcionario.?
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