"En la investigaci¨®n se requiere un planteamiento casi artesano
El profesor Woodward, premio Nobel de Qu¨ªmica en 1965, no duda en confesar su gran suerte en lo que a su vida se refiere ni el fruto de su intensa labor investigadora, que ¨¦l siempre ha considerado no como labor personal, sino colectiva. ?Ya en mis primeros a?os escolares -declara- me divert¨ªa - trabajando en mi propio laboratorio de qu¨ªmica. Fui el primer miembro de la familla interesado en la qu¨ªmica Desde antes de los seis a?os trabaj¨¦ en ella ... ?La conjunci¨®n entre arte y ciencia forma parte de la investigaci¨®n cient¨ªfica, seg¨²n el galardonado: ?En la experimentaci¨®n se requiere -prosigue-, adem¨¢s de conoc¨ªmientos meramente cient¨ªficos, un planteamiento casi artesano; adeui¨¢s, claro est¨¢, de una planif¨ªcaci¨®n ordenada y met¨®dica. La habilidad juega un papel de vital importancia. La actividad del investigador ha de ser creadora y art¨ªstica. Por eso siempre he considerado la s¨ªntesis org¨¢nica corno una preciosa combinaci¨®n de arte y ciencia.?
Respecto a la dificultad que plantea la investigaci¨®n y a la constancia que requiere, afirma: ?Nunca me he sentido desilusionado, y menos, deprimido. En el trabajo que hacemos es importante que todo lo planeado no sea estricto o r¨ªgido; debe existir una flexibilidad. Lo explicar¨¦ con un ejemplo: si una s¨ªntesis org¨¢nica consta de veinte pasos totales y, en el proceso, est¨¢ premeditada la presencia de un producto intermedio, y resulta que ese producto falla. la s¨ªntesis se ve desbaratada en,su plena realizaci¨®n. Por tanto, todo lo planeado debe tener flexibilidad operatoria y conceptual, de forma que cualquier imprevisto o fallo pueda esquivarse o se puedan encontrar otros caminos que nos permitan seguir adelante en nuestro trabajo.?
Sensualidad experimental
? Las previsiones que uno hace al trabajar -prosigue- pueden resultar en su consecuci¨®n diferentes de lo que uno esperaba. Pero el investigador intenta descubrir lo que ha ocurrido. Frecuentemente nos sorprende ver qu¨¦ distinto es el resultado pr¨¢ctico de la expectativa te¨®rica premeditada de antemano.Eso puede parecer desfavorable en un principio, pero realmente es muy favorable, ya que puede llevarnos a ser m¨¢s inteligentes de lo que somos. Siempre he pensado que el trabajo de un qu¨ªmico en el campo de la investigaci¨®n y, en particular, la s¨ªntesis org¨¢nica, ha de conducirle a un estado de felicidad basado en la realizaci¨®n del trabajo y no cimentado en los resultados favorables de su esfuerzo.?
Para el investigador, no solamente hay gratificaci¨®n en el ¨¦xito conseguido: ?Hay otros aspectos -asegura- Yo soy muy sensual con los experimentos. Me gusta observar las cosas,los preciosos botes, los maravillosos colorress y bellos cristales. Me gustan los fen¨®menos f¨ªsicos; creo que es maravilloso y divertido trabajar, dirigir, observar, experimentos. El cient¨ªfico debe obtener satisfacci¨®n en todo esto, sin que, incluso, llegue a importarle el ¨¦xito de las operaciones que realice. Ahora bien, en realidad, en el trabajo de investigaci¨®n, la mayor¨ªa de los investigadores no tienen ¨¦xito. Algunas veces todo va bien. Un d¨ªa, completas un paso de una s¨ªntesis y te sientes feliz, pero, al d¨ªa siguiente, vuelves al laboratorio y fallas en el siguiente paso. Si de verdad amas lo que haces, debes sentir gusto por el trabajo en general. ?
El doctor Woodward no consider¨® el Premio Nobel, seg¨²n declara, ?un triunfo personal. Mi trabajo requiere un desarrollo en equipo. El premio nos lo atribuimos todos los que trabaj¨¢bamos en el grupo de investigaci¨®n. En Cambridge, Universidad de Harvard (EEUU) tengo un grupo de investigaci¨®n constituido por treinta personas. La mitad de ellas son profesionales, ya doctorados, que utilizan mis t¨¦cnicas de investigaci¨®n individual. Yo les doy total libertad en la elecci¨®n de su problema y en llevar a cabo su plan de investigaci¨®n. Discuto con ellos el esquema de trabajo, pero, en realidad, hacen su propia labor. Realmente, con un grupo constituido por diecis¨¦is estudiantes y catorce doctores, cuyos trabajos tengo que revisar y dirigir, casi no tengo tiempo de hacer mis propios experimentos. Dirijo tambi¨¦n un laboratorio en Suiza, con un total de veinticinco personas que investigan juntas?.
El profesor Woodward insiste en que ?un investigador debe ser un artista, trabajar art¨ªsticamente; ser un gran observador de los fen¨®menos que suceden ante ¨¦l y, sobre todo, ser paciente y optimista?.
El profesor Woodward es consciente de la complejidad y riqueza de la actividad cient¨ªfica, una actividad que responde en su g¨¦nesis al mismo impulso que conduce al hombre a la creaci¨®n de arte o belleza, pero que se diferencia posteriormente en su metodolog¨ªa. Una actividad que requiere el ejercicio constante de la inteligencia y la pr¨¢ctica continua de excepcionales h¨¢bitos de trabajo, tales como la paciencia, la renuncia al ¨¦xito inmediato, la valoraci¨®n de todos los detalles o cosas peque?as, el sentimiento de servicio y rendimiento hacia la sociedad entera. En suma, una actitud, la cient¨ªfica, en la que se dan cita la m¨¢s fr¨ªa, serena y calculadora de las posturas m¨¢s apasionados y entusiastas impulsos del ser humano.
?Yo he sido un hombre afortunado en esta vida -concluye- Algunos dir¨¢n que he tenido mucha suerte. Por todo ello estoy inmensamente agradecido. Me gustar¨ªa que todo el mundo que se dedica a la ciencia obtuviera algo positivo para s¨ª mismo y para la sociedad. A todos los estudiantes les dir¨ªa que no se decepcionaran por nada y que trabajen, pues los resultados valen la pena.?
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