Movimientos en Francia por la liberalizaci¨®n total del aborto
?Entre las mujeres extranjeras que vienen a abortar a Francia, las espa?olas son a¨²n las m¨¢s numerosas?, se revel¨® ayer en esta capital en el momento en que se desarrollaba una manifestaci¨®n en pro de la liberalizaci¨®n total del aborto. Este a?o termina el quinquenio que se le concedi¨® a la ley Provisional que regulariz¨® la interrupci¨®n del embarazo en este pa¨ªs y las fuerzas favorables u hostiles se movilizan.En 1975 Francia despenaliz¨® el aborto, suprimiendo la ley de 1920 que lo prohib¨ªa y poniendo en pr¨¢ctica la llamada ley-Veil por haber sido la ministra de la Salud, Simone Veil quien patrocin¨® la normativa libre abortista en el Parlamento. Este ¨²ltimo aprob¨® la ley por un per¨ªodo de cinco a?os para que la experiencia dictara la valoraci¨®n que se har¨ªa a posteriori. Dentro de algunos meses, en efecto, los diputados revisar¨¢n la ley y, por un lado, feministas y movimientos de izquierdas se inquietan del posible resultado, no satisfactorio, del balance. Por el otro, los adversarios del aborto, de hecho, no han dejado de manifestarse en momento alguno.
Ayer, los movimientos feministas y los partidos de izquierdas iniciaron la nueva cruzada en favor de ?la libertad total del aborto? con una manifestaci¨®n ante un hospital parisiense. En efecto, por este lado, se estima que la pr¨¢ctica de la ley-Veil constituye un fracaso relativo. Ello, por dos razones concretas: porque no se aplica correctamente y porque la ley, en s¨ª misma, no responde a las necesidades de las mujeres. Sobre el primer punto, las quejas son m¨²ltiples: se calcula que en los establecimientos p¨²blicos, s¨®lo el 50 % de las mujeres que solicitan el aborto son atendidas. Muchos m¨¦dicos, a¨²n recurren a la cl¨¢usula de conciencia, que les autoriza la ley para oponerse a la opelacion . La falta de medios, adem¨¢s, obstaculiza la satisfacci¨®n normal de las demandas de interrupci¨®n de embarazo.
Pero, en la manifestaci¨®n de ayer, de man¨¦ra especial, se resaltaron los aspectos restrictivos de la ley vigenteque va a ser examinada de nuevo. En primer lugar, los partidarios de la libertad total de aborto solicitan la creaci¨®n de un centro nacional para la informaci¨®n sobre la contracepci¨®n y la sexualidad. Porotra parte, solicitan la supresi¨®n de todos los elementos discriminatorios actuales, es decir: que las menores de edad no necesiten la auiorizaci¨®n paterna, que los. extranjeros puedan abortar, aunque no tengan permiso de residencia en Francia, que la Seguridad Social abone en su totalidad el coste del aborto, que se anule el plazode las diez primeras semanas del embarazo, que se exige ahora pararecurr¨ªr a la contracepci¨®n legalmentey, por fin, que se suprima el papeleo vigente. Por su lado, los adversarios indicaronque ?lucharemos sin respiro? para suprimir la ley- Veil. La Iglesia, a su vez, no piensa mantenerse al margen de la batalla. Recientemente, monse?or Elchinger, obispo de Estrasburgo, apoy¨¢ndose en la reciente condena del aborto, pronunciada por el papa Juan Pablo II, record¨® que, en Francia, ?contin¨²a la matanza de los santos inocentes?. Oficialmente, la Iglesia prepara un documento que se estima no ser¨ªa tan duro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.