"Argelia impide un acuerdo de paz entre Mauritania y el Polisario"

Mauritania ha ido demasiado lejos en su b¨²squeda de la paz, aunque sus esfuerzos parecen destinados a fracasar porque Argelia no deja en libertad al Polisario para responder a las propuestas mauritanas, declar¨® a EL PA?S Abdeljadi Butaleb, ministro marroqu¨ª de Informaci¨®n.

Si el Gobierno sigue de cerca y preocupado la evoluci¨®n del conflicto saharaui, para la oposici¨®n la situaci¨®n tiene caracteres dram¨¢ticos. Abderrahim Buabid, jefe de los socialistas, considera una grave amenaza para Marruecos las consecuencias posibles de la actitud mauritana y pide a la vez una pol¨ªtica exterior en¨¦rgica y una democratizaci¨®n a fondo del pa¨ªs.Esa visi¨®n dram¨¢tica de la situaci¨®n, se?ala Butaleb, es el an¨¢lisis de la oposici¨®n, que no compartimos en su totalidad. ?Sin dramatizar, seguimos indudablemente con mucha atenci¨®n el di¨¢logo instaurado entre Mauritania y -por qu¨¦ no llamar a las cosas por su nombre- los argelinos. ?

La posici¨®n marroqu¨ª respecto al conflicto del Sahara no ha cambiado, seg¨²n nos reitera Butaleb.

La clave est¨¢ en Argel

?Puesto que Marruecos, por el Acuerdo Tripartito de Madrid, recuper¨® la parte del Sahara que le concern¨ªa y reconoci¨® a Mauritania la soberan¨ªa sobre el Tiris el Gharbia, consideramos que Mauritania puede ejercer cualquier acci¨®n que desee para intentar resolver el problema con los argelinos, que son quienes est¨¢n detr¨¢s del Polisario.?Para el ministro marroqu¨ª la mayor¨ªa de los que dirigen el Polisario son mauritanos de origen que se opon¨ªan al r¨¦gimen de Mojtar Uld Dadah. ?Pensamos, dado el cambio de r¨¦gimen ocurrido en Mauritania, que la puerta est¨¢ abierta para que el presidente Uld Salek encuentre directamente una soluci¨®n, y por ello nosotros mismos le pedimos que siguiera adelante con sus gestiones.?

?Uld Salek ha ido, sin embargo, demasiado lejos, no dir¨¦ en sus concesiones, pero s¨ª en la b¨²squeda de la paz, y parece -y ello ya no es un secreto- que todos sus intentos est¨¢n destinados a fracasar, ya que los argelinos no dejan al Polisario la oportunidad de responder con toda libertad a los mauritanos. Rabat, por su parte, considera irreversible la soluci¨®n encontrada para la descolonizaci¨®n del Sahara, y afirma el ministro de Informaci¨®n marroqu¨ª: ?No podemos considerar la menor concesi¨®n.? ?Entre nosotros y los mauritanos, sin embargo -a?ade-, no est¨¢ s¨®lo el Sahara, sino la cooperaci¨®n, y ¨¦sta justifica todas esas idas y venidas que usted ha constatado en los ¨²ltimos d¨ªas entre delegaciones mauritanas y marroqu¨ªes, y de ah¨ª los importantes acuerdos de cooperaci¨®n que acabamos de firmar. ?

El papel de Espa?a

Preguntado si, en su opini¨®n, Espa?a podr¨ªa jugar alg¨²n papel positivo en la b¨²squeda de un entendimiento global, Butaleb estima que ?la mejor manera que tiene Espa?a de ayudar en este asunto es que contin¨²e respetando sus compromisos, es decir, el Acuerdo Tripartito de Madrid. Es importante que el Gobierno espa?ol pr¨®ximo no derogue ¨¦sos acuerdos? porque entonces realmente no habr¨ªa continuidad en la pol¨ªtica de los Estados?.?Si, por casualidad, Espa?a faltase a su compromiso, entonces la situaci¨®n s¨ª ser¨ªa verdaderamente dif¨ªcil en la regi¨®n, y en ese caso Espa?a habr¨ªa actuado en el sentido del deterioro de la situaci¨®n. Nosotros, sin embargo, estamos convencidos de que Espa?a, respetando sus compromisos, puede jugar un papel importante incitando a las partes a la raz¨®n. Creo que Espa?a conoce mejor que nadie el dossier del Sahara y sabe que Marruecos ha recuperado su derecho. Los acuerdos de Madrid fueron firmados por Espa?a en pleno ejercicio de su soberan¨ªa y constituyeron una respuesta adecuada al proceso de descolonizaci¨®n. El haber completado la descolonizaci¨®n en los mejores t¨¦rminos posibles es un honor para Espa?a, que nosotros valoramos altamente. ?

?Yo creo -se?al¨® a EL PAIS Butaleb- que partiendo de esos presupuestos Espa?a puede invitar e incitar a todas las partes interesadas a la raz¨®n, recordando sobre todo la Yerdad hist¨®rica de todo este asunto y prodigando buenos consejos de conciliaci¨®n y moderaci¨®n.?

Sobre la influencia que tendr¨¢ en las relaciones entre Argelia y Marruecos el nuevo, equipo que habr¨¢ de instalarse en el poder en Argel para suceder al presidente Huari Bumedian, el ministro marroqu¨ª prefiere no pronunciarse. ?No quiero hablar s¨®lo sobre la base de pron¨®sticos, nosotros lo que esperamos es que los dirigentes argelinos hagan ahora un balance y analicen los pros y los contras sobre la base de sus propios intereses, de manera que, llegado el d¨ªa que tengan que pronunciarse sobre pol¨ªtica exterior, lo hagan con pleno conocimiento de c¨¢usa.?

Por ¨²ltimo, la visita efectuada a Marruecos, recientemente, por el jefe del Estado guineano, Seku Ture, y los intentos de mediaci¨®n en el conflicto que se le atribuyen, son altamente apreciados por el Gobierno marroqu¨ª. Las palabras de reconocimiento de los cambios habidos en Marruecos en el camino de la democratizaci¨®n pronunciadas por Seku, Ture, en su discurso de despedida, han sido muy apreciadas en Rabat tanto m¨¢s por proceder de un viejo militante progresista africano.

El que hombres como Seku Ture, con una tan larga trayectoria de,enfrentamiento al colonialismo, traten de conciliar tambi¨¦n los puntos de vista de los interesados en el conflicto del Sahara es interpretado en Rabat como el s¨ªntoma positivo y esperanzador de que los africanos quieren resolver sus conflictos mediante el di¨¢logo y la cooperaci¨®n.