Inc¨®gnitas y confusi¨®n sobre el regreso del l¨ªder religioso
?La determinaci¨®n del ayatollah es firme: regresar¨¢ a Ir¨¢n en el mismo momento en que un avi¨®n nos lleve a todos, es decir, a Jomeini, a nosotros y a ustedes?, declar¨® ayer en Neauphle le Chateau un portavoz del l¨ªder chiita a los periodistas. Poco despu¨¦s, otro colaborador del ayatollah, Farbad, indic¨® a EL PAIS que ?est¨¢n en estudio otras posibilidades de viaje, para el caso de que falle el avi¨®n?.?C¨®mo es posible que la voluntad divina se estrelle contra un aeropuerto cerrado? Esta y otras inc¨®gnitas aparecen en la expresi¨®n adusta, acosada por los acontecimientos, de los dos centenares de fieles del ayatollah que faenan y rozan sin cesar en la ?capital isl¨¢mica? de la periferia parisiense. Tras el viaje abortado del viernes ¨²ltimo, el ambiente cor¨¢nico-dominguero que caracterizaba las jornadas chiitas de Neauphle le Chateau se transform¨® en impaciencia, disimulada con dificultad.
Los periodistas, ahora, son cacheados al entrar en el jard¨ªn del chalet que hace las veces de oficina y de mezquita, bajo una tienda de campa?a. Las idas y venidas son bruscas a veces. La polic¨ªa desconf¨ªa de todo y de todos. El nerviosismo se palpa.
Entretanto, el Gobierno franc¨¦s, que cada vez juega con m¨¢s dificultad a todas las cartas de futuro iran¨ª, parece plausible que ?aconseje? a los especialistas en seguridad a¨¦rea para mantener a Jomeini lejos de su pa¨ªs. Un allegado al ayatollah no especific¨® qu¨¦ otros medios de transporte se estudian, aunque cabe pensar que ser¨ªa cuesti¨®n, para el ayatollah, de realizar el viaje por tierra y mar.
Bajtiar quiere ganar tiempo
Los comentarios en esta ?capital isl¨¢mica? -de Jomeini eran ayer un¨¢nimes: ?El tiempo juega contra ¨¦l?, por un lado, y, por el otro, en relaci¨®n con la situaci¨®n en Ir¨¢n, ?no se sabe si es Bajtiar quien da ¨®rdenes al Ej¨¦rcito o viceversa?. El primer ministro respondi¨® ayer a mediod¨ªa, en directo, a esta ¨²ltima pregunta, durante una entrevista con una emisora parisiense: ?Yo soy la ¨²nica autoridad, y el Ej¨¦rcito est¨¢ a mis ¨®rdenes.? E insisti¨®: ? Le he pedido a Jomeini que retrase su viaje para organizar la llegada.?
En sus declaraciones, Bajtiar sugiri¨® que su intenci¨®n consiste en ganar tiempo para, despu¨¦s, negociar con el ayatollah una especie de evoluci¨®n ?a la espa?ola?, dentro de la legalidad mon¨¢rquica, hasta llegar a unas elecciones en las que el pueblo decidir¨ªa sobre el futuro. La carta del l¨ªder religioso contin¨²a siendo la de siempre: llegar a Teher¨¢n, barrerlo todo e instalar una ?rep¨²blica isl¨¢mica?.
Ayer, en Par¨ªs, todos los observadores se preguntaban si la magia chiita y el carisma de Joemini contin¨²an siendo los mismos que hace tres d¨ªas, cuando el ?vuelo cor¨¢nico-revolucionario?, con doscientos periodistas a bordo, era la amenaza jupiterina, inexorable, contra el Ir¨¢n de Bajtiar.
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