Medell¨ªn y la "Teolog¨ªa de la liberaci¨®n" quedan muy lejos
La conferencia de Medell¨ªn (agosto-septiembre de 1968) acu?¨® un t¨¦rmino que tiene hoy curso frecuente en la Iglesia: teolog¨ªa de la liberaci¨®n. Los sectores m¨¢s conservadores vieron en ella una abierta incitaci¨®n a la lucha de clases, en tanto que los obispos progresistas defend¨ªan el esp¨ªritu de Medell¨ªn como el compromiso. de la Iglesia latinoamericana con los sectores m¨¢s oprimidos.Es cierto que la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam), constituida en R¨ªo de Janeiro el a?o 1945, dio en Medell¨ªn un paso adelante cualitativo sobre las conclusiones del Concilio Vaticano II. Fue, incluso, bastante m¨¢s lejos de lo que permit¨ªan esperar las palabras pronunciadas. por Pablo VI ante los campesinos colombianos: ?No pong¨¢is vuestra esperanza en la revoluci¨®n, apoyad m¨¢s bien las iniciativas que se tomen en vuestro favor.?
En un continente sacudido por las luchas de liberaci¨®n, los documentos aprobados en Medell¨ªn no fueron sino el reflejo de una Iglesia que mayoritariamente entendi¨® que la tarea evangelizadora pasaba por una en¨¦rgica denuncia de la violencia institucional.
La alarma que causaron las conclusiones de Medell¨ªn no se limit¨® a los c¨ªrculos eclesi¨¢sticos, sino que tuvo tambi¨¦n su eco en los c¨ªrculos pol¨ªticos, muy especialmente en Washington. Algunos documentos que se han conocido con posterioridad, permiten; asegurar que incluso la CIA tom¨® cartas en el asunto.
El propio Rockefeller lleg¨® a explicar c¨®mo se deb¨ªa combatir un movimiento de esta naturaleza. El m¨¦todo era apoyar a los obispos conservadores m¨¢s civilizados. Acusaciones en este sentido han sido formuladas contra el secretario general de la Celam, monse?or Alfonso L¨®pez Trujillo, que de sacerdote guerrillero con Camilo Torres pas¨® a convertirse en el l¨ªder del sector eclesi¨¢stico moderado que ha tratado repetidamente de alejar a la Iglesia de cualquier compromiso social.
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