Carter elude hablar de la URSS durante la visita de Teng Hsiao-ping

La hist¨®rica visita de Teng Hsiao-ping a Norteam¨¦rica est¨¢ dando lugar a un curioso di¨¢logo de sordos. As¨ª, mientras el presidente Carter se refiere en sus declaraciones p¨²blicas casi exclusivamente a la ?reconciliaci¨®n ? entre los dos pa¨ªses, el viceprimer ministro chino insiste en la necesidad de reforzar la seguridad mundial y ataca, sin citarlo, a su principal enemigo: la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Carter y Teng Hsiao-ping han mantenido ya tres entrevistas, en las que, seg¨²n palabras del l¨ªder chino, ?hemos hablado sin l¨ªmites de todo lo que hay entre el cielo y la tierra?. Sobre los temas concretos de discusi¨®n nadie dice nada, e incluso, se anuncia que no habr¨¢ comunicado oficial al finalizar la visita. El presidente norteamericano ha aceptado una invitaci¨®n para viajar a China en fecha a¨²n indeterminada y, a su vez, ha invitado al jefe nominal de Teng y primer ministro, Hua Kuo-feng, a visitar Estados Unidos.La Administraci¨®n Carter se esfuerza, evidentemente, en eliminar cualquier referencia antisovi¨¦tica en las declaraciones p¨²blicas, por temor a que las conversaciones SALT puedan paralizarse. El viceprimer ministro chino, consciente de la pol¨ªtica de distensi¨®n de sus anfitriones, no ha hablado hasta ahora de la URSS -si se descartan las explosivas declaraciones a Time sobre el ?oso polar? sovi¨¦tico-, pero recuerda constantemente las amenazas que se ciernen sobre la paz mundial.

Durante la cena del lunes en la Casa Blanca, Carter hizo un brindis en el que dijo que una China ?fuerte y segura? ser¨ªa parte importante en la construcci¨®n de una ?comunidad mundial de naciones distintas e independientes ?. Teng Hsiao-ping asegur¨® en su respuesta que ?los intereses de nuestros pueblos y de la paz mundial requieren que veamos nuestra relaci¨®n bilateral en el contexto de la situaci¨®n internacional y con una perspectiva estrat¨¦gica a largo plazo?.

La cena, en la Casa Blanca fue tambi¨¦n la reconciliaci¨®n para el ex presidente Richard Nixon, que volvio a pisar, como invitado especial, su antigua residencia, la que tuvo que abandonar hace cinco anos, arrastrado por el esc¨¢ndalo Watergate. Por lo dem¨¢s, abundan los actos sociales, y el visitante chino no se cansa de estrechar manos y de besar ni?os, en el mejor estilo electoral norteamericano. ?Tanto hablar del peligro amarillo y ahora resulta que es un osito de peluche?, coment¨® un funcionario norteamericano al ver a Teng prodigar sonrisas y saludos.

Del mismo modo que, a la menor ocasi¨®n, el viceprimer ministro chino coloca una alusi¨®n velada a la URSS y al peligro que supone para la paz mundial, Teng es muy cuidadoso con el tema de Taiwan (Formosa).

La satisfacci¨®n de la Administraci¨®n Carter, por lo bien que se est¨¢ desarrollando la visita de un l¨ªder pol¨ªtico que representa a una cuarta parte de la Humanidad, se empa?¨® ligeramente en la noche del lunes, cuando airados manifestantes mao¨ªstas se enfrentaron con la polic¨ªa en el centro de la capital federal, a s¨®lo unas manzanas de la Blair House, residencia de Teng Hsiao-ping.