Jomeini debe llegar esta ma?ana a Teher¨¢n
Si todo sale seg¨²n lo previsto, Jomeini llegar¨¢ hoy por fin a Teher¨¢n, a las ocho y media de la ma?ana, despu¨¦s de quince a?os de exilio. De 40.000 a 50.000 fieles y religiosos tratar¨¢n de asegurar su integridad f¨ªsica. A¨²n no se sabe si habr¨¢ una escolta civil armada. Montado en un autom¨®vil, Jomeini recorrer¨¢ los treinta kil¨®metros que separan el aeropuerto del cementerio popular del sur de Teher¨¢n, en el que se encuentra enterrada una parte de las v¨ªctimas de los ¨²ltimos meses. All¨ª, Jomeini pronunciar¨¢ un discurso en el que anunciar¨¢ ?la v¨ªa a seguir?.
Tanto al aeropuerto como al cementerio la entrada ser¨¢ restringida. S¨®lo 1.200 personas podr¨¢n verle llegar. El ayatollah Telegani, junto a representantes de los diversos estamentos que han intervenido en la revoluci¨®n, le dar¨¢ la bienvenida. El comit¨¦ de recepci¨®n ha pedido a la gente que se agrupe para ver pasar el cortejo en un sector de la avenida Shareza, muy cercano a la Universidad. La gran inc¨®gnita del d¨ªa es cu¨¢l ser¨¢ la respuesta de los militares. Ayer por la ma?ana, los habitantes de Teheran vivieron unas cuantas horas de psicosis. Por un momento pareci¨® que el temido golpe hab¨ªa llegado.
Al norte de Teher¨¢n, treinta tanques de la Guardia Imperial, acompa?ados de veh¨ªculos oruga y abundante tropa, recorrieron un largo trecho, mientras los soldados exhib¨ªan fotos del emperador, disparaban al aire y daban gritos de ?Larga vida al sha?.
En el centro de la ciudad, una larga columna militar recorri¨® la avenida Shareza, lugar en el que se han producido casi todos los incidentes de la ¨²ltima semana. Los soldados vest¨ªan uniforme de campa?a, sentados en los camiones y con la bayoneta calada. En contra de la costumbre, la parte trasera de los veh¨ªculos militares; iba descubierta, sin ning¨²n toldo, para que se pudiera ver mejor el numeroso armamento que, al parecer, trataban de exhibir. En lugar de simples ametralladoras, ayer pudieron contemplarse bazookas, ca?ones sin retroceso, morteros, antia¨¦reos, etc¨¦tera.
En este improvisado desfile participaron igualmente tanques y hasta gr¨²as militares. Entre las tropas figuraron tambi¨¦n cadetes de la Academia Militar.
Al llegar a la altura de la Universidad, varios grupos de estudiantes trataron de interrumpir el convoy. Los mulahs, provistos de meg¨¢fonos, predicaban prudencia y les ordenaban volver atr¨¢s. Entre tanto, las tropas abrieron fuego y cinco j¨®venes cayeron heridos. Una vez restablecida la calma, continu¨® la marcha militar. Para mayor confusi¨®n, mientras algunos soldados increpaban a los estudiantes, otros exhib¨ªan desde los camiones fotos del ayatollah y gritaban: ?Estamos con Jomeini?. Simult¨¢neamente, diez helic¨®pteros del Ej¨¦rcito sobrevolaban Teher¨¢n. Tambi¨¦n ayer se observaron movimientos de tropas y diversos ejercicios en las cercan¨ªas de los cuarteles de la Guardia Imperial que rodean la ciudad.
En un principio se crey¨® que la larga columna militar se dirig¨ªa al aeropuerto para cerrarlo y evitar hoy la llegada del ayatollah. Sin embargo, no fue as¨ª. Fuentes militares solventes afirmaron ayer que el Ej¨¦rcito no impedir¨¢ hoy la llegada del l¨ªder pol¨ªtico-religioso iran¨ª.
La interpretaci¨®n que se da a los movimientos de tropa de ayer por la ma?ana es que el Ej¨¦rcito quiere hacerse notar nuevamente. El improvisado desfile fue, seg¨²n todos los indicios, un golpe ?blando? de fuerza.
Ayer se confirm¨® que durante todo el conflicto han continuado los vuelos de transportes de armas estadounidenses, realizados por aviones C-141 y C-5 Galaxia, del Ej¨¦rcito norteamericano. Estos aparatos est¨¢n aprovechando ahora su viaje de vuelta para evacuar a los ciudadanos norteamericanos que abandonan el pa¨ªs siguiendo las ¨®rdenes de su embajada.
A primera hora de la tarde de ayer, las tropas hab¨ªan pr¨¢cticamente desaparecido de las calles de la capital. S¨®lo quedaban unas pocas fuerzas en n¨²mero sensiblemente inferior a d¨ªas anteriores. Teher¨¢n estaba lleno de autocares reci¨¦n llegados de provincias para participar en la bienvenida de hoy. En todas las ventanillas, los inevitables retratos de Jomeini.
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