A s¨ª se caen las casas

El hundimiento y la consiguiente ruina de la casa de Cardenal Cisneros, 15 (EL PA?S, 21 de enero; Ya, 23 de enero) pone de manifiesto la impotencia de la Administraci¨®n para hacer cumplir sus ¨®rdenes: la propiedad de la finca no ejecut¨® las obras que le hab¨ªan sido ordenadas por la Gerencia de Urbanismo. parte de la casa se hundi¨®, se la declara en ruina y asunto concluido. La desobediencia a la autoridad se ve as¨ª recompensada. Menos mal que en este caso no ha habido v¨ªctimas.Nosotros. los vecinos de las plantas tercera y cuarta de la casa que ocupamos, Claudio Coello, 37, con entrada tambi¨¦n por Goya, 8, tememos que nos ocurra lo mismo, ya que la empresa propietaria, Esfera, SA. Fuencarral, 123, emplea la misma t¨¢ctica que tan buenos resultados da.

Expondremos brevemente los hechos, prescindiendo de detalles que entran de lleno en la m¨¢s genuina picaresca.

En septiembre de 1976, con pretexto de la supuesta ca¨ªda de una chimenea, Esfera, SA, en vez de llamar a los alba?iles, llam¨® a los bomberos, que derribaron unas cuantas m¨¢s y pisotearon a fondo el tejado. Desde entonces padecemos incre¨ªbles goteras, que, seg¨²n declara el jefe de bomberos (EL PA?S, 21 de enero de 1979), son las que ablandan morteros, pudren vigas y ocasionan la ca¨ªda de los edificios.

Denunciamos esto a la Delegaci¨®n Provincial de la Vivienda, que en 1? de abril de 1977 dict¨® una resoluci¨®n ordenando a Esfera, SA, efectuar las obras necesarias y reparar el ascensor. Seg¨²n la ley de Procedimiento Administrativo, estas resoluciones son ejecutivas: lo ordenado ha de llevarse a cabo, pero no se hizo nada. La propiedad recurri¨® ante la Direcci¨®n General, que confirm¨® (noviembre de 1977) la resoluci¨®n recurrida. Esfera sigui¨® ignorando las ¨®rdenes recibidas y recurri¨® ante la audiencia territorial, alegando -igual que en el caso de Cardenal Cisneros- que exist¨ªa un expediente de ruina en el Ayuntamiento. Ahora estamos pendientes de sentencia de la Sala Tercera, y esperamos que si no le es favorable, Esfera recurra al Supremo. Mientras tanto las goteras siguen haciendo su trabajo a favor de la propiedad, que, adem¨¢s, nos ha castigado sin ascensor, inmovilizado desde el 2 de enero de 1978, aunque tiene orden de repararlo de la Delegaci¨®n del Ministerio de Industria, nada menos que desde 1973. Varios de los vecinos de la planta cuarta tienen m¨¢s de ochenta y hasta de noventa a?os; otros padecen enfermedades cardiovasculares, por lo que la falta de ascensor les es particularmente penosa.

Naturalmente que hemos puesto todos estos hechos en conocimiento de los organismos citados, que seguramente lo lamentan mucho, pero dicen no poder hacer nada.

?Es que a pesar de lo prescrito en la ley de Procedimiento Administrativo la Administraci¨®n no puede obligar a que se cumplan sus ¨®rdenes?