Pedro Corostola, con la Orquesta Nacional

Magn¨ªfica actuaci¨®n la de Pedro Corostola en el Concierto de Katchaturian. Todo el poso romanticista de estos pentagramas, pensados para Rostropovitch, permitieron al compositor trazar una p¨¢gina de gran vuelo virtuos¨ªstico que salva buena parte de su vaciedad ideol¨®gica. Hay momentos de gran lirismo, entroncados con la ra¨ªz armenia, que, si son cantados por un Corostola, se elevan hasta el m¨¢ximo de sus posibilidades. ?Qu¨¦ gran violoncellista! Sobrio, seguro, due?o de un arco magistral, productor de un sonido igualado y hermoso en toda su potencia. Adem¨¢s, dos veces m¨²sico: por nacimiento y por sabidur¨ªa. El triunfo fue absoluto, clamoroso.Al margen del programa quiero hacer constar cu¨¢n beneficiosa se me antoja esta pol¨ªtica de estrecha colaboraci¨®n entre las dos orquestas madrile?as, despreciando esas ?guerritas? que de cuando en cuando se inventaron algunos. Corostola, que siendo solista de la ONE actu¨® con la RTVE, hace ahora lo contrario, del mismo modo que la Villanesca, de Bemaola, encargada por RNE a Bernaola para su estreno en Holanda, fue tocada por vez primera en Espa?a por la ONE.

Dirigi¨® en esta ocasi¨®n la Nacional el conocido Eliahu Imbal que colabor¨® bien en el concierto, defendi¨® como pudo el dif¨ªcil Mozart (siempre lo es) de la Sinfon¨ªa 29 y tuvo su mejor realizaci¨®n en una muy brillante versi¨®n del Concierto para orquesta, de Bartok, lo que le vali¨® grandes ovaciones.