La DC italiana propone un Gobierno "paritario" con inclusi¨®n de t¨¦cnicos de izquierda
?La Democracia Cristiana no puede correr cuesta arriba?, afirm¨® ayer el presidente designado del Consejo de Ministros italiano Giulio Andreotti. Es una de sus cl¨¢sicas ?salidas?. Pero la realidad es que las consultas mantenidas por Andreotti con varios partidos, especialmente con el Partido Comunista italiano, no parecen haber sufrido ning¨²n efecto. Lo que ha querido dejar claro el jefe de Gobierno designado es que la democracia no puede ir m¨¢s all¨¢ de las propuestas ya avanzadas en sus conversaciones: la DC est¨¢ dispuesta a compartir el poder con t¨¦cnicos ?no alineados con los partidos?, que cuenten con el benepl¨¢cito de la izquierda.
La crisis pol¨ªtica se encuentra, pues, en alta mar. Algunos, sobre todo los socialistas, creen ahora en la posibilidad de escapar a unas elecciones anticipadas, pero ¨¦sta es una esperanza que se aleja cada d¨ªa que pasa.El encuentro m¨¢s largo mantenido por Andreotti fue con el Partido Comunista italiano (PCI), cuya delegaci¨®n estuvo presidida por su secretario general, Enrico Berlinguer, a quien acompa?aban dos miembros del Parlamento. Fueron dos horas de di¨¢logo dif¨ªcil, ?delicado? lo han definido algunos observadores.
Abandono de la ?l¨ªnea blanda? comunista
En la entrevista, Berlinguer ha dejado bien sentado que su partido ha abandonado la ?I¨ªnea blanda? hacia la Democracia Cristiana socialdem¨®cratas, con algunos (DC), que hab¨ªa caracterizado las relaciones entre los dos partidos durante los ¨²ltimos a?os. Ahora ha dejado claro su firme intenci¨®n de no aceptar soluciones intermedias. Para el PCI, o entra en el Gobierno o pasa a la oposici¨®n.
La propuesta de Andreotti para salir de la crisis tiene dos variantes (esto forma parte del posibilismo relativo de la DC italiana). El punto de partida propuesto por Andreotti es un Gobierno que abandona el car¨¢cter ?monocolor? -es decir, compuesto ¨²nicamente por democratacristianos- para pasar a ser ?paritario?, es decir, con la mitad de los ministros no pertenecientes a la Democracia Cristiana.
En la primera variante de Andreotti, esa mitad no democratacristiana podr¨ªa ser escogida entre ?personalidades representativas del ¨¢rea de la izquierda?, o por personalidades ?no alineadas?, pero vinculadas a los partidos. Esta f¨®rmula significa en realidad un Gobierno formado, en un 50 %, por ?t¨¦cnicos? que sean aceptables para los partidos, o designados por la izquierda.
En la segunda variante (m¨¢s del gusto de la Democracia Cristiana), alguno de los ministros, no ya la mitad, ser¨ªan republicanos o socialdem¨®cratas, mientras para socialistas y comunistas quedar¨ªa la posibilidad de las ?personalidades no alineadas?. Esta segunda variante supone, en definitiva, un Gobierno tripartito a base de democratacristianos, republicanos y ?t¨¦cnicos? propuestos por la izquierda.
Ninguno de los partidos, si exceptuamos al Socialdem¨®crata, parece satisfecho con tales propuestas. Esto significa que la crisis, abierta el mes pasado y que ha puesto fin al cuarto Gobierno Andreotti, no se cerrar¨¢, por ahora, tan f¨¢cilmente. Quiz¨¢ obligue a nuevas elecciones en la pr¨®xima primavera.
La situaci¨®n en la Italia de estos d¨ªas, no es, pues, de las m¨¢s felices. Si es cierto, como se afanan en afirmar los economistas, que actualmente hay un relanzamiento de la productividad, permanece el hecho de que la situaci¨®n econ¨®mica se encuentra tambi¨¦n en crisis.
El caso Moro
Adem¨¢s, la opini¨®n p¨²blica se encuentra acosada o inmersa por otros aspectos inquietantes de la. vida pol¨ªtica, como es el relanzamiento del ?caso Moro?. Las revelaciones hechas p¨²blicas por el semanario L'Espresso sobre los contactos mantenidos por un parlamentario democratacristiano con un ?brigadista? que no quiso matar a Moro y las acusaciones atribuidas al mismo ?brigadista? sobre la organizaci¨®n del secuestro por parte de dos parlamentarios y de ?un personaje vinculado al Vaticano han creado una especia de revoluci¨®n en la magistratura y el Parlamento?.
La Democracia Cristiana debe explicar hoy en el Parlamento los encuentros mantenidos por el senador de la DC Vittorio Cervone con el periodista Ernesto Viglione, que actu¨® de intermediario entre el senador y el citado miembro de las Brigadas Rojas.
Viglione es hasta ahora la ¨²nica persona procesada y encarcelada por orden de los magistrados. Para el resto de los personajes indirectamente relacionados con el ?affaire? las cosas no van tan r¨¢pidas. Han sido suspendidos los anunciados interrogatorios del ministro del Interior, Virginio Rognoni, y de las restantes personalidades eminentes de la DC, empezando por su secretario general, Benigno Zaccagnini, y su presidente, Falminio Piccoli.
Investigaci¨®n parlamentaria
En cualquier caso, ante la marejada que han creado las revelaciones de L'Espresso, todos los partidos se manifiestan decididos a solicitar la apertura de una investigaci¨®n parlamentaria que haga la m¨¢xima luz posible sobre los desconcertantes aspectos de este drama italiano.
Por su parte, la polic¨ªa y los carabineros rivalizan en los ¨²ltimos d¨ªas en los descubrimientos de refugios de las Brigadas Rojas y en la detenci¨®n de presuntos miembros de la organizaci¨®n terrorista. Anoche fueron detenidos en Mil¨¢n, tres j¨®venes (dos hombres y una mujer) cuando ya hab¨ªan sacado sus pistolas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.