Un esc¨¢ndalo en medio de una crisis
Las espectaculares y escandalosas revelaciones del semanario radical de izquierdas 'L'Espresso han aparecido en un cr¨ªtico momento para la pol¨ªtica italiana, cuando se iniciaban una serie de negociaciones para constituir un Gobierno estable, negociaciones que se prometen dif¨ªciles y de problem¨¢tica salida, hasta el punto de que la situaci¨®n actual puede desembocar en unas elecciones anticipadas en junio.El punto crucial de esta crisis es el planteamiento efectuado por los comunistas de estar representados en el poder, o en caso contrarlo, encontrar una nueva f¨®rmula que ofrezca garant¨ªas similares de que se cumplan los acuerdos negociados entre los partidos.
La historia pol¨ªtica de la Italia de posguerra est¨¢ marcada por el dominio del poder ejercido por la Democracia Cristiana desde enero de 1947, tras dos a?os de Gobierno de coalici¨®n en los que estuvieron presentes los comunistas, junto a los dem¨¢s partidos no vinculados al fascismo.
Paralelamente a este dominio democratacristiano y su desgaste en el poder, a trav¨¦s de esc¨¢ndalos, corrupciones y clientelismos, surge el paulatino ascenso electoral del PCI y su acercamiento progresivo a las esferas del poder.
La Democracia Cristiana se demostr¨® incapaz para afrontar la crisis econ¨®mica y social. De ah¨ª los intentos de asociar a otras fuerzas pol¨ªticas a las decisiones gubernamentales. Surgieron entonces los Gobiernos de centro-derecha de los a?os 54-55, 58 y 62, y, posteriormente, el centro-izquierda, iniciado en el a?o 1963 y que se agot¨® en 1974.
Tampoco el centro-izquierda, en el que los socialistas quedaron vinculados a las responsabilidades de Gobierno, pudo resolver los problemas.
Esta situaci¨®n facilit¨® el ascenso electoral del PCI que, contando con una s¨®lida implantaci¨®n en la clase obrera, ampli¨® su influencia en los c¨ªrculos intelectuales y cat¨®licos. En 1973 lanza la teor¨ªa del ?compromiso hist¨®rico?, f¨®rmula para un Gobierno de unidad nacional, en base a un entendimiento entre comunistas, las fuerzas progresistas italianas (incluidos los socialistas) y los sectores m¨¢s aperturistas de la DC.
El ascenso electoral del PCI culmin¨® en las elecciones generales de 1976, en las que alcanz¨® 12.600.000 votos, frente a los 14.200.000 votos democratacristianos.
Estos resultados aceleraron el acercamiento del PCI al poder, acercamiento que tuvo tambi¨¦n su contrapartida: el apoyo expresado por los comunistas a los dos ¨²ltimos Gabinetes presididos por Giulio Andreotti, plasmado primero en un acuerdo de ?no desconfianza? a nivel parlamentario (a finales de 1977), y desde marzo del pasado a?o, en base a unos acuerdos program¨¢ticos, tambi¨¦n a nivel parlamentario, supusieron para el PCI un desgaste notorio.
El secuestro y el asesinato del presidente de la DC, Aldo Moro, partidario del entendimiento con el PCI, y que consideraba que sin el PCI era ya dif¨ªcil un Gobierno estable en Italia, impidi¨® que el acuerdo program¨¢tico alcanzase el desarrollo previsto. Por otro lado, la desaparici¨®n de Moro trajo consigo un deslizamiento a la derecha en la DC.
El PCI lanz¨® entonces abiertamente su desaf¨ªo: o al Gobierno o a la oposici¨®n. Pero la DC y Estados Unidos detr¨¢s vetan el ingreso comunista en el poder.
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