Hoy act¨²a en Barcelona la Pasadena Roof Orchestra
La Pasadena Roof Orchestra, que actu¨® en el pasado Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n, se vuelve a dejar caer por aqu¨ª con motivo de ofrecer un concierto en Barcelona hoy, s¨¢bado, y volar hacia Madrid-Prado del Rey-Fant¨¢stico, desde donde todos los televidentes del domingo por la tarde les podr¨¢n ver actuar en play back.
Y aun esto no est¨¢ mal. De hecho, incluso en TVE la Pasadena puede resultar esplendorosa.La idea principal de la Orquesta es el prop¨®sito cierto de retomar una m¨²sica ignorada y magn¨ªfica: los standards (bailes, baladas, etc¨¦tera) americanos de los a?os veinte-treinta. All¨ª, con crisis del 29 o sin ella, en medio de la ley Seca a punto de entrar en guerra, se realizaron algunas de las mejores canciones, de la mejor m¨²sica del siglo que pronto ser¨¢ el pasado.
Hacia 1969 un grupo de once amigos de profesiones diversas (entre ellas la de m¨²sico) se re¨²nen en plan de party para realizar esta m¨²sica, que ellos consideran muy vigente (esto bien puede ser parte de la imagen, pero queda bien). As¨ª se dedican a coleccionar con verdadera furia grabaciones, partituras americanas, inglesas o lo que fuera, de canciones y arreglos originales de la ¨¦poca. El fundador de la Pasadena es John Arthy (antes en el negocio de la pasteler¨ªa). Toca el bajo y la tuba y es como un buen hombre, satisfecho y radiante con su pelo blanco. Puede ser el esp¨ªritu motor de cualquier empresa, aunque sobre el escenario la verdadera imagen de la Pasadena es John (Pats) Parry. Este Parry mantuvo en su d¨ªa unas relaciones no muy claras con la Bonzo Dog Dooh Dah Band, que all¨¢ por los sesenta se dedicaba a montar n¨²meros sat¨ªricos alrededor de canciones de los veinte; originales o inventadas. Parry es el cantante de la Pasadena Orchestra. Sale a escena con smoking blanco, si los dem¨¢s van de negro, y de crema, si el resto viste de blanco. Es el solista y su aspecto es de solista, pero ingl¨¦s. Pulcro, atildado sin pasarse un pelo, da una imagen anodina, pero digna. Y acaba resultando simp¨¢tico. Es el oficio que generalmente demuestra la Pasadena tanto en lo musical como en la puesta en escena.
Porque, en fin, la Pasadena no es nost¨¢lgica. Hace ya cincuenta o cuarenta a?os de todo aquello y ellos se dirigen a p¨²blicos que con seguridad no lo recuerdan. Tampoco se puede decir que copien, de hecho es una big band que da gusto o¨ªr, con un sonido definido y buenos solistas. Lo que ocurre es que canciones como Isn?t it romantic, Singing in the rain, Dream a litle dream of me o I like a litle girl like that fueron buenas y lo siguen siendo, y las giras que realiza la Pasadena por toda Europa en autob¨²s (unas doscientas anuales) posibilitan el que esos y otros temas sean escuchados con dignidad.
En todo caso siguen mereciendo la pena y mucho, lo ¨²nico deseable ser¨ªa que hicieran una gira o, mejor, un especial de TVE que ser¨ªa m¨¢s barato que Sumar¨ªsimo.
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