Presos vascos de Soria: "Nuestra situaci¨®n, peor que con el dictador"
Despu¨¦s de veinte d¨ªas de huelga de hambre ininterrumpida, los presos vascos de la c¨¢rcel de Soria han hecho llegar un escrito a los medios de comunicaci¨®n del Pa¨ªs Vasco en el que manifiesta sus deseos de continuar en su postura en tanto no sean atendidas sus reivindicaciones, y acusan al director del centro penitenciario, Pl¨¢cido Arteaga, de mantener una postura intransigente, ?propia de un funcionario anclado en los peores modos del franquismo?.Seg¨²n el escrito, contin¨²an en huelga de hambre 86 presos, mientras que otros catorce han tenido que abandonarla por motivos de salud graves. Todos los huelguistas se niegan a recibir cualquier tipo de asistencia del m¨¦dico y del practicante del centro, como respuesta a la negativa de la direcci¨®n de la prisi¨®n a recibir a una comisi¨®n de presos, el pasado d¨ªa 13.
En opini¨®n de los presos vascos, presuntos militantes de ETA militar y pol¨ªtico-militar, ninguna de las reivindicaciones solicitadas han sido atendidas -al contrario de lo que manifest¨® el director general de Instituciones Penitenciarias, se?or Garc¨ªa Vald¨¦s-, sin que ninguna de las peticiones de entrevista con el director del centro hayan llegado a buen t¨¦rmino. En este sentido, la carta manifiesta que Pl¨¢cido Arteaga no s¨®lo ha mantenido una postura intransigente, ?sino que ha manifestado expl¨ªcitamente el m¨¢s absoluto desprecio por el preso, amenazando constantemente con endurecer las medidas con la intervenci¨®n de las FOP, cuando no ha existido ning¨²n motivo para ello. De la misma manera, el se?or Pl¨¢cido Arteaga nos ha expresado reiteradas veces que las normas las interpreta y aplica ¨¦l y que "eso de la reforma penitenciaria no existe".?
En cuanto a la presencia de la polic¨ªa en el interior de la c¨¢rcel, los presos vascos indican que ?tampoco dudamos que el se?or Garc¨ªa Vald¨¦s, en este punto, no es sabedor de lo que ocurre dentro de la c¨¢rcel, con la Polic¨ªa Armada a la puerta de la galer¨ªa y armados hasta los dientes. Dif¨ªcilmente podr¨ªa, por nuestra parte, darse alguna provocaci¨®n; al contrario, debemos soportar el clima de tensi¨®n que crea no s¨®lo su presencia, sino una postura hostil, dirigiendo los ca?ones de sus metralletas contra nosotros y balanceando las porras el¨¦ctricas a nuestro paso?. Despu¨¦s de denunciar la deficiente calidad de la comida y afirmar que la huelga de hambre no es una postura electoralista, como hab¨ªa indicado el se?or Garc¨ªa Vald¨¦s, los presos vascos ponen de manifiesto que ?la situaci¨®n es insostemble, como no la hab¨ªa conocido ning¨²n. preso en las prisiones del dictador. Por ello, estamos dispuestos a llegar hasta el final con nuestras ¨²nicas armas.
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