"El poder judicial se encuentra desbordado por el aparato policial"

?Una de las funciones importantes del poder judicial en el momento por el que atraviesan las democracias occidentales es la de controlar el inmenso aparato policial, cuyo poder ha desbordado al resto de las otras ¨¢reas del Estado, incluida la magistratura.? Esta es, para el juez italiano Luigi Ferrajoli, que pronunci¨® ayer en la Universidad Aut¨®noma de Madrid una conferencia sobre el tema El Estado y el uso alternativo del Derecho, una de las consecuencias pr¨¢cticas del entendimiento alternativo del Derecho en las sociedades de hoy.El magistrado Luigi Ferrajoli es miembro de Magistratura Democr¨¢tica de Italia, entidad con la que comparte la misma posici¨®n ideol¨®gica Justicia Democr¨¢tica Espa?ola. Es, adem¨¢s, un destacado especialista en l¨®gica y metodolog¨ªa del Derecho.

Por uso alternativo del Derecho, el juez Ferrajoli entiende ?una puesta en cuesti¨®n profunda del status cl¨¢sico de la funci¨®n de la magistratura. Seg¨²n el modelo iusnaturalista liberal, el juez ser¨ªa el aplicador matem¨¢tico -la boca de la ley- de una normativa que aparentemente se basa en la expresi¨®n de la voluntad general?.

?La superaci¨®n de este modelo mecanicista de la jurisprudencia entendida como mera t¨¦cnica tiene su base en las contradicciones internas del propio sistema, ya que la incoherencia interna del ordenamiento no permite aplicar una norma sin da?ar a otra. Y es ese ordenamiento ambiguo e incoherente el que hace necesaria la interpretaci¨®n del juez, quien decididamente toma partido en la interpretaci¨®n de la ley y lo hace de una manera progresiva o regresiva.?

?Termina, por tanto, el mito del juez neutral y toma cuerpo la idea de la aplicaci¨®n pol¨ªtica del Derecho, tomando partido por el no poder y en funci¨®n de la totalidad del sistema.?

?Magistratura Democr¨¢tica surgi¨® hace diez a?os como grupo pol¨ªtico-cultural -ha explicado a EL PA?S Luigi Ferrajoli-, justo cuando la crisis del capitalismo maduro se manifiesta con mayor virulencia en el Estado italiano. En Italia nos encontramos con una grave contradicci¨®n del ordenamiento jur¨ªdico. Por una parte est¨¢ la estratificaci¨®n de leyes- fascistas o muy utoritarias, y por otra, una Constituci¨®n democr¨¢tica, que en uno de sus art¨ªculos -el tercero- abre una v¨ªa para que la magistratura construya un ordenamiento que conduzca hacia una sociedad igualitaria.?

?Desde estas perspectivas, Magistratura Democr¨¢tica se esforz¨® por dar el paso de la ruptura de mocr¨¢tica y ha trabajado con aut¨¦ntica dedicaci¨®n a la aplicaci¨®n de las garant¨ªas constitucionales en los procesos penales y en defensa de las libertades p¨²blicas e individuales. Tambi¨¦n ha conseguido importantes avances en el establecimiento de una jurisprudencia progresista en materia la boral.?

?Pero desde hace cinco a?os -a?ade Ferrajoli- los cambios que se han operado en el Estado italiano, al igual que en otros muchos de Europa, ha puesto en crisis los supuestos y l¨ªneas de acci¨®n de Magistratura Democr¨¢tica. Por una parte, el consenso y la hornogeneizaci¨®n de partidos y fuerzas pol¨ªticas ha producido una legislaci¨®n autoritaria, y por otra, el problema del orden p¨²blico y terrorismo han hecho que esa legislaci¨®n sea tambi¨¦n represiva, con el consiguiente peligro de las garant¨ªas personales y colectivas.?

?Paralelamente a estos cambios, se ha producido una notable reducci¨®n del poder de la magistratura, mientras crec¨ªa el poder del ejecutivo, sobre todo a trav¨¦s de los aparatos de la Administraci¨®n y principalmente por medio de la polic¨ªa. El poder judicial es el aut¨¦ntico poder en el Estado actual. Frente a ¨¦l, el poderjudicial es secundario. Por eso, en estos momentos la primera reivindicaci¨®nde Magistratura Democr¨¢tica es reclamar la autonom¨ªa del poder judicial y el control sobre la propia polic¨ªa.?

Luigi Ferrajoli cree que la situaci¨®n italiana puede producirse tambi¨¦n en Espa?a -pa¨ªs en el que ya se detectan caracter¨ªsticas similares-, pero mantiene que en la actual situaci¨®n el primer cometido de la magistratura espa?ola es el de emanciparse del poder pol¨ªtico y del ejecutivo. Y esa emancipaci¨®n debe ser no tanto institucional como pol¨ªtico-cultural, con el fin de que los jueces sean capaces de acercarse a la sociedad civil, ensayando la aut¨¦ntica independencia que supone, entre otras cosas, estar con las ¨¢reas del no poder.