La huelga de futbolistas, ¨¦xito de su asociaci¨®n y fracaso federativo
La jornada futbol¨ªstica correspondiente al pasado domingo se ?desarroll¨®? con los preparativos normales. Los carteles anunciadores de los encuentros colgaron de las paredes, y se pudieron leer en la prensa. Los ¨¢rbitros designados para los partidos se presenta ron a la cita como un domingo cualquiera. Los terrenos de juego estuvieron preparados: sus l¨ªneas marcadas, las porter¨ªas, con sus redes colocadas. La polic¨ªa y la Cruz Roja se presentaron en los campos de juego. Los encargados del material -botas, camisetas y otros utensilios- ten¨ªan todo ordenado. Los porteros, acomodadores y otros funcionarios de cada club fueron avisados para desempe?ar sus funciones. Pero los jugadores no se presentaron. Y sin ellos no puede haber f¨²tbol, como as¨ª fue. La huelga fue un hecho. Sin excepci¨®n alguna.
La huelga futbol¨ªstica se produjo como era de esperar. Se inici¨® desde el primer minuto del domingo. La huelga correspondi¨® a la jornada oficial prevista para el domingo. Por eso, el s¨¢bado no se jugaron ya tres partidos: Castilla-Sabadell, de Segunda, y Barcelona Atl¨¦tico-Badajoz y Tenerife-Bilbao Athi¨¦tic, de Segunda B, encuentros que fueron adelantados en veinticuatro horas.Todos los clubs, a cuyos equipos les correspondi¨® jugar fuera de casa, viajaron a las ciudades donde ten¨ªan previsto actuar. Solamente dos clubs no llegaron a realizar el viaje: Salamanca y Badajoz. Los jugadores de este ¨²ltimo equipo se negaron a trasladarse a Barcelona, aunque la huelga todav¨ªa no hab¨ªa comenzado a afectarles. Se negaron a viajar el s¨¢bado cuando la huelga se inici¨® el domingo. Precisamente por este motivo no quisieron viajar los jugadores del Salamanca, ya que el club hab¨ªa dispuesto trasladarse a Burgos, a las ocho de la ma?ana. Es posible que el propio club decidiese la hora del viaje con tan escaso tiempo con respecto al horario del encuentro, y no el s¨¢bado, al creer con toda seguridad que el partido no se llegar¨ªa a celebrar.
Comportamiento de los clubs
Los equipos que debieron jugar en casa, sobre todo de Primera y Segunda Divisi¨®n, se concentraron en sus lugares habituales a primeras horas del s¨¢bado. La mayor¨ªa de estos equipos, pr¨¢cticamente sin excepci¨®n alguna por parte de los que les correspond¨ªa jugar en casa, abandonaron la concentraci¨®n a partir del primer minuto del domingo. Los equipos que llegaron a viajar. en algunos casos, debieron soportar pr¨¢cticamente una odisea para regresar. La AFE se encarg¨® de contratar un autocar que devolviese a Langreo a sus jugadores, porque el del club hab¨ªa regresado sin ellos, para lo que aprovech¨® mientras com¨ªan un bocadillo, ya que sus directivos se negaron a pagarles el almuerzo. En el autocar del club s¨ª regresaron los directivos y el entrenador. Los jugadores del Atl¨¦tico de Madrid, concentrados en El Escorial, contrataron ellos mismos un autocar para regresar a la capital de Espa?a. Otro tanto sucedi¨® con el Lugo y el Orense, que debieron jugar en Zamora y Mieres, con el Caudal, respectivamente.
Contrasta con esta actitud la manera de obrar del Real Madrid, que se encarg¨® directamente de contratar el autocar con el que regresaron a Madrid; les pag¨® todos los gastos de viaje, estancia, comidas y tambi¨¦n dietas. El Zaragoza puso a disposici¨®n de sus jugadores el autocar del club. Les traslad¨® desde Barcelona a sus domicilios despu¨¦s de que viajaran en avi¨®n desde Alicante, donde debieron lugar contra el H¨¦rcules. El Coru?a lleg¨® a Castell¨®n, a las cuatro de la madrugada del domingo. Los jugadores coru?eses, despu¨¦s de dormir unas horas en el hotel, regresaron a La Coru?a horas antes del inicio previsto del partido. Los jugadores del Valencia no llegaron a moverse del hotel.
Por estos motivos, la mayor¨ªa de los capitanes no llegaron a firmar las actas que los ¨¢rbitros realizaron de cada partido. Pr¨¢cticamente todas las actas arbitrales fueron firmadas por los delegados de los clubs, los delegados de campo y los entrenadores de los clubs contendientes en cada campo. El presidente de la Real Sociedad lleg¨® a firmar el acta del encuentro, que su equipo debi¨® jugar en Barcelona contra el Espa?ol.
Actas notariales
La mayor¨ªa de los clubs llegaron a abrir sus taquillas. Pr¨¢cticamente se pueden contar con los dedos de una mano las localidades que llegaron a vender. El Burgos ingres¨® por este concepto mil pesetas. El Atl¨¦tico de Madrid vendi¨® una sola localidad. Un aficionado gaditano pag¨® una. Pretend¨ªa guardarla como recuerdo, pero despu¨¦s se arrepinti¨® y la devolvi¨®. En casi todos los campos se presentaron aficionados, en mayor o menor n¨²mero. En El Molin¨®n se vieron obligados a abrir las puertas. En Logro?o entraron en el campo cerca de 2.000 personas. Otros clubs no abrieron sus puertas ni taquillas. No se produjeron incidentes de ninguna clase, aunque la polic¨ªa estuvo presente en todos los terrenos de juego. Los aficionados protestaron en Gij¨®n, Ja¨¦n, Logro?o, Barcelona. Sus cr¨ªticas iban dirigidas a los jugadores. Los espectadores del previsto Mirand¨¦s-Pegaso, molestos con la actitud de los jugadores se repartieron en dos equipos para jugar un encuentro entre ellos.
Mar¨ªa del Mar Rosell, desde Salamanca, informa que el club charro levant¨® acta notarial de la negativa de los jugadores a viajar a Burgos y tambi¨¦n de su incomparecencia en El Plant¨ªo. Su capit¨¢n, Enrique, al igual que alg¨²n otro jugador, ha solicitado p¨²blicamente en entrevistas, la dimisi¨®n del presidente de la Federaci¨®n. El Valladolid tambi¨¦n levant¨® acta notarial de la incomparecencia de sus jugadores.
Demasiadas p¨¦rdidas
Pr¨¢cticamente es imposible evaluar los gastos ocasionados por concentraciones, viajes, estancias, comidas y otros conceptos abonados por los clubs para encuentros que no han llegado a jugarse, decisi¨®n que conoc¨ªan de antemano por la actitud acordada por sus propios jugadores. Se baraja la cifra de 200.000 pesetas como gasto medio de los desplazamientos y concentraciones de los clubs. En primer lugar est¨¢n los gastos de arbitraje, conocidos porque est¨¢n se?alados de antemano: 60.000 pesetas para los clubs de Primera; 44.000, para los de Segunda, y 35.000, para los de Segunda B. Estos gastos, como es l¨®gico, corresponden s¨®lo a los equipos que debieron jugar en casa. Dos clubs, el Ferrol de Segunda. y el Caudal, de Segunda B, no pagaron a los colegiados porque aseguraron que carec¨ªan de dinero para ello. El presidente del Almer¨ªa abon¨® los gastos arbitrales de su propio bolsillo. El Espa?ol ha anunciado que se ha gastado 400.000 pesetas, pese a que el partido contra la Real Sociedad no lleg¨® a jugarse. El C¨¢diz y el Granada. que deb¨ªan enfrentarse entre s¨ª, gastaron m¨¢s de 150.000 pesetas. Ni m¨¢s de 300.000, el Alav¨¦s, que deb¨ªa jugar en Almer¨ªa.
Todos los ¨¢rbitros designados se presentaron en los terrenos de jueqo donde se debieron disputar los partidos. Se limitaron a hacer constar en el acta la suspensi¨®n de sus respectivos encuentros. Algunos no llegaron a vestir su uniforme arbitral y se limitaron a cumplir sus funciones con traje de calle. Otros colegiados, por el contrario vistieron el uniforme arbitral y esperaron quince minutos, como establece el reglamento, para decidir la suspensi¨®n. El ¨¢rbitro valencia no de Primera Divisi¨®n Fandos, ha asegurado que los colegiados s limitar¨¢n a cobrar las dietas.
Los jugadores de Tercera Divisi¨®n anunciaron que se solidarizaban con sus compa?eros de Primera. Segunda y Segunda B, y que guardar¨ªan un minuto de silencio, actitud que se llev¨® a cabo en lo partidos Carabanchel-Talavera, y San Fernando-Numancia. En el Albacete-Eldense, seg¨²n noticias de agencia. el colegiado del partido el andaluz Garc¨ªa Prieto, orden¨® antes de iniciarse el encuentro que se guardara un minuto de silencio como adhesi¨®n a la huelga.
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