El Viti dict¨® su lecci¨®n
Cuando surge el toreo aut¨¦ntico, todos estamos de acuerdo: no hay derrotistas ni triunfalistas. Lleg¨® El Viti y trajo, una vez m¨¢s, ese toreo tan caro de ver, cerebral y profundo, que tiene justificaci¨®n y argumento porque se aplica a las condiciones de la res. No el pase de siempre, un pase cualquiera, instrumentado sin ton ni son; sino el que pide el toro, en el terreno preciso y en la distancia adecuada.La primera faena de El Viti tuvo variedad y gusto, y muy bien pod¨ªa alinearse entre las buenas que le hemos visto a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Con ritmo y torer¨ªa desgranaba los ayudados, el trincherazo monumental, series en redondo, de las cuales la ¨²ltima fue antol¨®gica, por la profundidad de los muletazos y el alma que puso en su ejecuci¨®n, aunque oblig¨® tanto a la res que la hizo rodar por la arena. Remataba con cambios de mano y los de pecho, emocionantes y bell¨ªsimos, marcados al hombro contrario. Sigui¨® con ayudados por alto. Los naturales le salieron francamente codilleros, pero el p¨²blico y el arte tambi¨¦n se iban de nuevo arriba con los de pecho, que siempre ejecut¨® con valor y hondura. Otra vez pases de la firma, ayudados a dos manos, un molinete... En fin, una estupenda faena, deleite, de aficionados, que adem¨¢s remat¨® muy bien con el estoque.
Plaza de Valencia
S¨¦ptima corrida fallera. Lleno total. Toros de Torrestrella, quiz¨¢ con demasiado peso, romos o astillados; tres muy nobles, tres con dificultades. El Viti: estocada (oreja). Estocada (petici¨®n de oreja y vuelta al ruedo). Paquirri: estocada delantera tendida (dos orejas). Pinchazo hondo, descabello y estocada ladeada (algunos pitos). Angel Teruel: estocada corta (dos orejas). Media estocada y descabello (oreja).
Pero quiz¨¢ tuvo mayor ¨¦xito la del cuarto, pues ¨¦ste era tardo y s¨®lo ten¨ªa media arrancada. Fue un verdadero recreo contemplar c¨®mo El Viti se centraba en el tercio con el toro. Unas veces le consent¨ªa, otras le obligaba, y puede decirse que dos tandas de derechazos tuvieron como fin ¨²nico que la res le embistiera con fijeza. A la salida de un poderoso ayudado se ech¨® la muleta a la izquierda y all¨ª se le entreg¨® el toro, para dos series de naturales superiores, ligadas a los de pecho. Vino a continuaci¨®n el alarde de torer¨ªa y dominio con trincherazos, pases de la firma y el revoloteo de molinete. Faena dominadora, valiente, de altas calidades t¨¦cnicas, que borra casi todo cuanto hemos podido ver a lo largo de la feria.
Tambi¨¦n Paquirri y Teruel triunfaron en sus toros y, si me apuran, con mayor resonancia popular, pero no era lo mismo. Lo cual debe decirse con la mayor cautela, desde luego, pues no ser¨ªa justo restarles ning¨²n m¨¦rito. Por ejemplo, Paquirri, en su primer toro, al que esper¨® a porta gayola le instrument¨® dos largas cambiadas de rodillas, lance¨® a la ver¨®nica, galle¨® por chicuelinas, hizo un quite por gaoneras; merece las ovaciones encendidas que le dedic¨® el p¨²blico, porque todo aquello era la expresi¨®n c¨¢lida y evidente del arrojo y la verg¨¹enza torera. que son factores de muy alto precio en este espect¨¢culo. Nadie le puede regatear el m¨¦rito de su voluntad, aunque su primera faena fuera tan larga como insulsa, y no muy confiada la otra, en la que el toro le iba con la cara alta y se le quedaba corto.
Asimismo, Teruel cuaj¨® una tarde interesante y triunfa, ya que lig¨® m¨¢s que otras veces, y si estuvo por debajo de la gran nobleza de su primer enemigo, al sexto, que era incierto y le achuch¨® con peligro en tres ocasiones, consigui¨® meterlo en la muleta mediante los argumentos del valor, de pisarle los terrenos, de aguantar las acometidas sin descomponerse. Precisamente en este toro cuaj¨® los mejores muletazos que ha dado en la feria: cuatro derechazos interpretados con temple, bien rematados y, sobre todo, ligados.
Los torrestrellas, con romana, sospechosos de pitones y quiz¨¢ demasiado gordos, fueron, una vez m¨¢s, de una varita por cabeza, lo cual pas¨® por alto el p¨²blico, que era de talante festivo y aplaudidor. Los momentos culminantes de triunfalismo se produjeron en las peticiones de oreja y, por supuesto, cuando banderilleaban los espadas. Paquirri, que parec¨ªa lesionado en una mano, coloc¨® par y medio. Teruel banderille¨® a su lote con aseo, destacando uno de los pares de dentro afuera, pues cuadr¨® en la cara y clav¨® arriba. El p¨²blico estaba entregadito con los matadores-banderilleros. Pero el toreo puro -dec¨ªamos- lo hizo El Viti, que dict¨® dos lecciones de muletero fuera de serie.
Sin corrida de San Jos¨¦ en Madrid, por primera vez en muchos a?os
Hoy y ma?ana no habr¨¢ festejos taurinos en Madrid. Hay que remontarse a much¨ªsimos a?os atr¨¢s para encontrar una festividad de San Jos¨¦ sin toros en Las Ventas, exceptuadas, naturalmente, los casos de suspensi¨®n por mal tiempo.Alrededor de esta fecha giraba tradicionalmente el comienzo de la temporada, y este a?o no va a ser as¨ª por las inexplicables imprevisiones de la Diputaci¨®n Provincial.
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