Pr¨®ximo viaje "electoralista" de Tarradellas a las diputaciones

Los pr¨®ximos d¨ªas 29 y 30 de marzo, es decir, cuatro y cinco d¨ªas antes de las elecciones municipales, el presidente de la Generalidad presidir¨¢ los plenos de las diputaciones provinciales de Tarragona, L¨¦rida y Gerona. Seg¨²n nota oficial de la Generalidad, ?esta presencia del se?or presidente es continuaci¨®n de la pol¨ªtica de buen entendimiento con los presidentes de las diputaciones catalanas y ser¨¢ expresi¨®n p¨²blica del ejercicio, por parte del presidente de la Generalidad, de las funciones que le corresponden en cumplimiento de las disposiciones vigentes?.

En s¨ªntesis, se trata de reafirmar el criterio de Tarradellas tendente a dar un vuelco total a la situaci¨®n pol¨ªtica catalana, forzando un giro a la derecha en base a la utilizaci¨®n de las estructuras franquistas de las diputaciones.La proyecci¨®n electoral del gesto de Tarradellas es evidente. Como dato importante, hay que a?adir que Tarradellas pretend¨ªa incluso efectuar los viajes a Tarragona, L¨¦rida y Gerona Utilizando peque?as carreteras, para poder as¨ª pasar por el mayor n¨²mero de pueblos.

?Si a Tarradellas le sale bien la operaci¨®n que intenta llevar a cabo con relaci¨®n a las pr¨®ximas municipales -tendente a asegurarse las diputaciones-, cambiar¨¢ totalmente la correlaci¨®n de fuerzas en Catalu?a?, afirm¨® un dirigente socialista a EL PAIS.

Lo parad¨®jico es que aparentemente Tarradellas vaya a agradecer a los diputados provinciales del corporativismo fascista su actitud con relaci¨®n al proceso auton¨®mico catal¨¢n, cuando, como es sabido, los diputados provinciales de las tres corporaciones mencionadas no quisieron aprobar las transferencias de sus servicios a la Generalidad. Pero en este tema -como en tantos otros- la postura de Tarradellas coincide con la de los diputados provinciales, y es antag¨®nica a la mantenida por la mayor¨ªa de los diputados y senadores democr¨¢ticamente elegidos.

Ahora falta por ver c¨®mo los partidos podr¨¢n admitir el ser suplantados por unos diputados provinciales elegidos en segundo grado y, por tanto, mucho menos representativos y mucho m¨¢s inclinados hacia la derecha.

La soluci¨®n de la confrontaci¨®n podr¨ªa llegar a ser la ruptura definitiva del pretendido Gobierno de unidad catalana. Pero en esta delicada cuesti¨®n nadie parece dispuesto a tirar la primera piedra, sino que a una renuncia de los partidos le sigue otra sin soluci¨®n de continuidad y sin que la avidez de poder por parte de Tarradellas llegue a estar nunca colmada.