La gran influencia de lo popular
Contrariamente a lo que ocurre en Catalu?a o el Pa¨ªs Vasco, la pintura regionalista gallega constituye un fen¨®meno tard¨ªo. Genaro P¨¦rez Villamil, el m¨¢s grande pintor gallego del siglo XIX, poco tuvo que ver con Galicia, a pesar de su condici¨®n de paisajista pintoresco y folklorista rom¨¢ntico.Fue Dionisio Fierros, un asturiano afincado en Santiago a partir de 1855, quien abord¨® por vez primera una pintura de tipos y costumbres locales. Su regionalismo, sin embargo, es tan anecd¨®tico y acad¨¦mico que si fuera posible sustituir sus campesinas gallegas por andaluzas con mantilla el resultado seguir¨ªa siendo el mismo. Algo parecido ocurre con pintores m¨¢s j¨®venes, como Alfonseti, Brocos o Parada Justel, faltos todav¨ªa de ese ?enxebrismo? que Murgu¨ªa, el gran patriarca de los galleguistas, consideraba orientaci¨®n indispensable de una nueva y espec¨ªfica cultura regional. La aparici¨®n de un dibujo de Castelao en la cubierta del primer n¨²mero de la revista Vida Gallega (1909) marcar¨ªa el inicio de un regionalismo gallego en pintura ajeno a las efusiones sentimentales y pintorescas de algunos contempor¨¢neos, como Sotomayor. Los dibujos de Castelao encarnan un regionalismo m¨¢s sombr¨ªo y belicoso, pero no son, sin embargo, un mero alegato pol¨ªtico, un instrumento de propaganda regionalista. Sin renunciar a todo esto, Castelao pretende un estilo nuevo.
Aunque nacido en Buenos Aires, en 1910, de padres gallegos, Luis Seoane forma parte de esa generaci¨®n de j¨®venes pintores gallegos que intent¨® conciliar el magisterio de Castelao con el nuevo esp¨ªritu de vanguardia: Colemeiro, Maside y, sobre todo, Arturo Souto. Frente a los c¨ªrculos art¨ªsticos de Madrid o Barcelona, m¨¢s cosmopolitas, los gallegos adoptar¨¢n un tono de cierta cautela, motivado, sin (duda, por su identidad nacionalista (crear e impulsar una pintura espec¨ªficamente gallega) y su voluntad de incorporar, tal y como ya lo hab¨ªa intentado Castelao, a la pr¨¢ctica culta del arte el acervo. iconogr¨¢fico, e incluso formal, de la tradici¨®n artesana, representada por el C¨ªrculo de Artesanos de La Coru?a, donde expusieron estos j¨®venes artistas. En Seoane la influencia de lo popular, en su versi¨®n casi infantil, inmediata e ir¨®nica, parece haber sido determinante en su primera etapa, que se cierra a ra¨ªz de su vuelta a Buenos Aires, en 1937, con motivo de la guerra civil. M¨¢s tarde, su pintura evolucionar¨¢ hac¨ªa una figuraci¨®n depurada y de un gran refinamiento gr¨¢fico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.