Barbarie falangista
Es posible que a estas alturas de la democracia ocurra que una ?pandilla? de matones, con pegatinas en pecho y en los coches de la bandera nacional (prohibida para usos pol¨ªticos), sea enarbolada por quienes, adem¨¢s, utilizan la frase ?Arriba Espa?a?.Pues bien: quienes opinen que no es vergonzante, que se manifiesten en tal sentido.
Voy a los hechos: el pasado 29 de marzo, y a las 10.30 de la noche (he sabido que la ?juerga? fue entre 9.30 y 11.00), esos pandilleros vinieron a pegar carteles de Falange de las JONS a la Puerta del Angel. Aqu¨ª no se dedicaban s¨®lo a la labor, hoy normal, de fijar carteles. ?No! y ?no!
Vinieron principalmente con el prop¨®sito de provocar, m¨¢s que a su noble labor de fijar carteles de ?su? ideolog¨ªa pol¨ªtica. Vinieron como una ?secta fan¨¢tica?, que eso es lo que son.
Eso s¨ª, ven¨ªan bien armados, organizados y con un fin: ?zurrar? indiscriminadamente. Y as¨ª lo hicieron.
Con un bate de b¨¦isbol abrieron la cabeza a un joven de diecisiete a?os (por el ¨²nico hecho de llevar el pelo largo y no ir tan bien vestido como ellos); a otro, y ¨¦ste es mi hijo, tras darle con un palo en las piernas, lo arrojaron contra la puerta de un bar, en donde entr¨® rompiendo los cristales.
Que sepa, a una pareja de chicos les roc¨ªaron los ojos de spray y a otro, al refugiarse en un bar, le sacaron un machete, seg¨²n testigos, diciendo que le abrir¨ªan las tripas.
Esto seguramente es s¨®lo parte de lo que sucedi¨®. Pues cuando, como digo, una ?pandilla?, que m¨¢s que carteles porta porras, fustas, bates, sprays, etc¨¦tera, ello quiere decir que no traen otras intenciones que las de asustar y zurrar.
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