El Sistema Monetario Europeo cumple un mes de buen funcionamiento

El Sistema Monetario Europeo (SME) ha coronado su primer mes de existencia con una evoluci¨®n tranquila y satisfactoria que invalida los negros augurios formulados por diversos sectores sobre este proyecto de desarrollo europeo. El SME, nacido por iniciativa franco-alemana, agrup¨® las voluntades de ocho pa¨ªses comunitarios (todos menos Gran Breta?a) para conseguir una cierta estabilidad monetaria en la zona. El acuerdo supuso sustituir la obsoleta serpiente monetaria por un nuevo marco de flotaci¨®n de las monedas, de forma que las oscilaciones de cada una con respecto a una unidad com¨²n de cuenta (el ECU) no superara el m¨¢s menos 2,5% o el 6% en los casos de la lira y la libra irlandesa. La innovaci¨®n del SME supone la creaci¨®n de un fondo com¨²n para financiar las desviaciones en los cambios.Medios comunitarios en Bruselas, al cumplirse el primer mes de funcionamiento del SME, mostraron su satisfacci¨®n por la evoluci¨®n del proyecto, que empieza a ser realidad. No obstante, todos se mostraron cautelosos sobre el futuro de la unidad monetaria europea y sobre el posible ¨¦xito de una futura moneda com¨²n.

En este primer mes de funcionamiento se ha producido una apreciaci¨®n de las monedas m¨¢s d¨¦biles del sistema y un descenso en las cotizaciones de las fuertes (marco y flor¨ªn fundamentalmente).

La lira, merced a que parti¨® de un cambio artificialmente bajo, ha llegado casi a la parte superior de la banda de fluctuaci¨®n ( + 6 %). Por el contrario, el franco belga registr¨® descensos apreciables, que obligaron al banco central belga a intervenir en el mercado, desembolsando francos equivalentes a unos 43 millones de d¨®lares.

Expertos comunitarios y de los pa¨ªses integrados en el SME se muestran satisfechos de la salida del Sistema, aunque manifiestan su inquietud por las distintas tasas de inflaci¨®n de los pa¨ªses integrados en el mismo, que ser¨¢ fuente de inestabilidad en los cambios de sus monedas.