"Seguridad, limpieza y circulaci¨®n, los problemas m¨¢s graves de las grandes ciudades"
Desde hace dos a?os, Par¨ªs, que durante el ¨²ltimo siglo dependi¨® pr¨¢cticamente de las autoridades gubernamentales, tiene un alcalde, Jacques Chirac: el l¨ªder del neogaullismo, diputado, consejero general y, en suma, el personaje pol¨ªtico franc¨¦s considerado c¨®mo la encarnaci¨®n m¨¢s viva de los valores nacionales de la llamada Francia profunda y, en tanto que tal, ?enemigo? del presidente, Val¨¦ry Giscard d'Estaing. El se?or Chirac, tras dos a?os de gesti¨®n municipal, le ha respondido a nuestro corresponsal en Par¨ªs, Feliciano Fidalgo, sobre las cuestiones que plantea una gran aglomeraci¨®n.
Pregunta. ?Cu¨¢l es, en su opini¨®n, el problema m¨¢s acuciante de la gran ciudad moderna y, en el caso de Par¨ªs, cu¨¢les son los problemas de m¨¢s urgente soluci¨®n, en el momento presente y considerando tambi¨¦n la evoluci¨®n de la ciudad cara al a?o 2000?Respuesta. Par¨ªs, como toda gran ciudad, tiene problemas m¨²ltiples, pero los m¨¢s aparentes no son siempre los m¨¢s importantes y preocupantes. A corto plazo, nosotros tenemos que preocuparnos, en primer lugar, de la seguridad, de la limpieza, de la circulaci¨®n y del aparcamiento. Estos son los problemas contra los que chocan los responsables de todas las grandes aglomeraciones. En Par¨ªs, debo decir que tales cuestiones se plantean menos agudamente que en otras partes. No se puede hablar de inseguridad, pero debemos estar vigilantes para impedir el desarrollo de ciertas formas de violencia, como se ha observado en manifestaciones recientes. Par¨ªs tampoco es una ciudad sucia y tiene medios considerables para mantenerla limpia: 6.000 personas trabajan en los servicios de limpieza. Pero queremos mejorar a¨²n en este terreno, modernizando los procedimientos, multiplicando las papeleras p¨²blicas y luchando contra las pintadas salvajes.
Por lo que se refiere a la circulaci¨®n y al aparcamiento, a pesar del aumento de veh¨ªculos, la situaci¨®n ha mejorado durante los diez ¨²ltimos a?os. Esto se consigui¨® gracias a la construcci¨®n de arterias r¨¢pidas, como el bulevard perif¨¦rico, la via express, que bordea el Sena, y gracias tambi¨¦n a la multiplicaci¨®n de parkings subterr¨¢neos y al desarrollo del aparcamiento de pago en la calle. Actualmente, nuestros esfuerzos se centran en dos direcciones: mejora de la circulaci¨®n automovil¨ªstica en la red de arterias ya existentes, por medio del establecimiento de direcciones ¨²nicas en los grandes ejes, y tambi¨¦n la ordenaci¨®n de las encrucijadas y la regulaci¨®n electr¨®nica de los sem¨¢foros. En segundo lugar, esta mejora la conseguiremos con la creaci¨®n de plazas de aparcamiento callejero suplementarias y con la construcci¨®n de aparcamientos peque?os. Estos son los problemas a corto plazo, cuya soluci¨®n es posible. Todo depende de la voluntad y de medios econ¨®micos.
"Par¨ªs perdi¨® 500.000 habitantes en veinte a?os"
Queda el problema m¨¢s preocupante, cuya soluci¨®n no depende (o muy poco) de la municipalidad. Se trata de la evoluci¨®n de la poblaci¨®n parisiense y de las actividades en la capital. Par¨ªs se despuebla. La ciudad perdi¨® m¨¢s de medio mill¨®n de habitantes en los ¨²ltimos veinte a?os. La mayor parte se han ido a la periferia o a provincias, para encontrar alojamientos m¨¢s amplios y m¨¢s baratos. La poblaci¨®n de Par¨ªs envejece, porque las parejas j¨®venes son las que la abandonan. Y, por fin, Par¨ªs ha perdido muchas actividades, industriales y artesanales, porque la pol¨ªtica de los diversos Gobiernos de descentralizaci¨®n las ha incitado a instalarse en otros lugares con primas y ventajas varias. Por otra parte, estas empresas, vendiendo terrenos en Par¨ªs, han realizado beneficios sustanciales. Sobre este punto hay que reconocer que algunas industrias pesadas y contaminantes deb¨ªan abandonar Par¨ªs. Pero el resultado es evidente: el n¨²mero de personas empleadas en el sector secundario y en las actividades de fabricaci¨®n ha mermado continuamente para, hoy, alcanzar la cifra escasa de 250.000, al mismo tiempo que las actividades de oficinas han progresado sin parar.Esta evoluci¨®n es muy dif¨ªcil de frenar. Pero lo cierto es que perjudica a la diversidad necesaria de la poblaci¨®n urbana, es decir, a esa mezcla de edades, profesiones, actividades, que, en un mismo barrio, son la condici¨®n de equilibrio social.
Por lo que concierne a la alcald¨ªa de Par¨ªs, intenta operar en dos frentes: por un lado, con la creaci¨®n de zonas artesanales e industriales para favorecer el mantenimiento, en Par¨ªs, de las actividades de fabricaci¨®n. Por otra parte, consagrando el 25% de su presupuesto de inversiones en la adquisici¨®n de terrenos para la construcci¨®n de terrenos sociales de calidad y de alquiler relativamente bajo.
P. Tanto para alcanzar el m¨¢ximo de independencia como a causa del enorme trabajo que ello supone, ?ser¨ªa preferible que el alcalde de una gran ciudad como Par¨ªs no acumulase varios mandatos?
R. El acumular varios mandatos no es un handicap. Y esto es lo que ocurre con muchos alcaldes de grandes ciudades, que al mismo tiempo son parlamentarios, consejeros generales, presidentes de consejos regionales y m¨¢s a¨²n. Naturalmente, en primer lugar se plantea un problema de organizaci¨®n del trabajo, de delegaci¨®n de responsabilidades, que cada cual resuelve como le parece oportuno. Por lo que me concierne, estimo que el alcalde de Par¨ªs, dados la importancia de si tarea y el nivel de los problemas que debe resolver al m¨¢s alto nivel, no puede ser m¨¢s que un personaje pol¨ªtico de primer plano.
P. ?Cu¨¢l es la caracter¨ªstica de su gesti¨®n de la villa de Par¨ªs en relaci¨®n con la gesti¨®n que podr¨ªa realizar un alcalde de izquierdas?
R. Yo no puedo prejuzgar lo que har¨ªa un alcalde perteneciente a otra formaci¨®n pol¨ªtica. Le recordar¨¦ ¨²nicamente que el margen de maniobra del alcalde -en Par¨ªs o en otra parte- es relativamente estrecho, en la medida en que una parte sustancial del presupuesto est¨¢ determinado por condicionamientos exteriores. Esto ¨²ltimo ocurre con los salarios de los funcionarios municipales, de materias primas, de combustibles y de carburantes. Muchos gastos importantes, sobre todo en materia de ayuda social, le escapan al control del alcalde.
Por lo dem¨¢s, es muy f¨¢cil hacer demagogia cuando se est¨¢ en la oposici¨®n. Pero cuando se tienen responsabilidades, lo que se intenta sobre todo es contener la presi¨®n fiscal lo m¨¢s razonablemente posible y sacarles el mejor partido posible a las fuentes financieras disponibles.
P. ?Qu¨¦ importancia le concede usted a la participaci¨®n de los vecinos en la gesti¨®n de la villa de Par¨ªs y en qu¨¦ medida esta participaci¨®n es compatible con una autoridad todopoderosa del alcalde?
R. Concedo la m¨¢s grande importancia a la participaci¨®n de los vecinos en la vida municipal. ?Quiere usted una prueba? Mientras que el estatuto de Par¨ªs s¨®lo preve¨ªa esta participaci¨®n en el marco de las comisiones de barrio, reuniendo personas calificadas, yo he creado comisiones extramunicipales de concertaci¨®n que, regularmente, re¨²nen en la alcald¨ªa representantes de los, elegidos, de la Administraci¨®n y de los sectores afectados, tanto si se trata de cuestiones profesionales, sociales, culturales o, simplemente, de problemas del entorno. Actualmente funciona una decena de este tipo de comisiones, sobre la arquitectura, la familia, la salud, el medio ambiente, etc¨¦tera.
Naturalmente, dichas comisiones son consultivas. Tenemos muy en cuenta sus opiniones, pero la decisi¨®n final les pertenece a los elegidos y s¨®lo a ellos, porque son los ¨²nicos responsables y, adem¨¢s, sometidos al veredicto popular.
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