Justicia encomiable

Leo en la prensa de estos d¨ªas las declaraciones en las que se critican las ejecuciones de Hoveyda en Ir¨¢n y de Al? Bhuto, en Pakist¨¢n. En mi opini¨®n hay dos factores que se olvidan al criticar estas muertes. Por un lado, estos pa¨ªses est¨¢n muy apartados de nuestra civilizaci¨®n y nuestras costumbres, los que hayan viajado por pa¨ªses m¨¢s o menos desarrollados que Espa?a podr¨¢n apreciar estas diferencias, y por otra parte, est¨¢ extendida la creencia de que el ocupar altos cargos otorga patentes de corso o amnist¨ªas a prior? para quitar la vida a nuestros semejantes. Pero muchos opinamos que la justicia es tanto m¨¢s encomiable en cuanto se aplica a aquellos que suelen estar fuera de su alcance, y mientras que el perd¨®n aplicado a aquellos que no tuvieron igualdad de oportunidades es plausible, el castigo para aquellos que no emplearon bien sus talentos debe ser ejemplar. Por tanto, los juzgados y condenados a muerte deben ser ejecutados, si. queremos que el mundo deje de ser el coto de caza de los desalmados.