Dirigentes socialistas insultados y perseguidos en Pamplona

Tras la ruptura de negociaciones PSOE-HB, el diputado Gabriel Urralburu y el senador V¨ªctor Arbeloa, ambos del PSOE, estuvieron a punto de ser linchados al mediod¨ªa de ayer, a la salida de la sesi¨®n constitutiva del Ayuntamiento de Pamplona, por un grupo de m¨¢s de cien personas, la mayor¨ªa con pegatinas y emblemas de Herri Batasuna, que les persiguieron hasta el hotel Maisonnave, en donde tuvieron que refugiarse.Despu¨¦s de muchas horas de negociaciones, el acuerdo PSOE-HB se hizo imposible, al pretender el PSOE que HB garantizase sus nueve votos y los siete de las candidaturas unitarias de Aoiz, Estella y Tafalla, en las que HB participa junto a otras fuerzas de izquierda y nacionalistas, para el candidato socialista -el senador Arbeloa- en el Parlamento Foral. HB se compromet¨ªa a que sus nueve parlamentarios votasen a Arbeloa, pero sin garantizar el voto de las tres candidaturas unitarias (que cuentan con siete parlamentarios), ya que ¨¦stas, adem¨¢s de funcionar de forma aut¨®noma, hab¨ªan indicado que estaban dispuestas a apoyar al PSOE si su candidato no era Arbeloa. En esta situaci¨®n, y despu¨¦s de que los socialistas anunciaran que ¨²nicamente votar¨ªan a su candidato, los representantes de HB comunicaron al PSOE que apoyar¨ªan a Valduz para la alcald¨ªa de Pamplona, como forma para que UCD no consiguiera el puesto de alcalde de la capital navarra.

En medio de una gran tensi¨®n y con el sal¨®n de actos del Ayuntamiento completamente lleno y m¨¢s de cien personas esperando en la puerta, comenz¨® la sesi¨®n, inici¨¢ndose inmediatamente las votaciones. Nada m¨¢s conocerse el resultado, Balduz era abroncado por la mayor parte del p¨²blico que se encontraba dentro del Ayuntamiento. Ya en la calle, Urralburu y Arbeloa, ambos sacerdotes, fueron perseguidos por m¨¢s de cien personas, que insultaron a los dos representantes socialistas y a sus acompa?antes hasta que se refugiaron en el hotel Maisonnave. Avisada por el gerente, la polic¨ªa acudi¨® cuando ya hab¨ªa desaparecido el grupo perseguidor.

Mientras en la plaza del Ayuntamiento unas trescientas personas continuaban esperando la salida del alcalde, Juli¨¢n Balduz, varios jeeps de la Polic¨ªa Nacional hicieron su aparici¨®n, ya que ten¨ªan orden de disolver una manifestaci¨®n no autorizada de m¨¢s de mil trabajadores de la construcci¨®n que se encontraban por otras calles del casco viejo. Despu¨¦s de que el capit¨¢n que mandaba la fuerza hablara con el alcalde, los efectivos policiales abandonaron el lugar. Posteriormente sali¨® el nuevo alcalde, quien fue acogido con una fuerte pitada. Esta actitud soliviantada de los simpatizantes de HB no fue compartida por sus dirigentes.