El vecino portugu¨¦s

?El Tratado de Amistad de 1977 y el Consejo de Cooperaci¨®n Hispano-Portugu¨¦s, constituido hoy, son dos hitos que marcan un rumbo nuevo en las relaciones entre Portugal y Espa?a. Con ello se pone fin al Pacto Ib¨¦rico, de infausta memoria, y se reanuda sobre otras bases la "tradicional amistad" entre los dos pa¨ªses, vecinos y distantes a un tiempo. Las tensiones surgidas con Portugal a ra¨ªz del cambio de r¨¦gimen en este pa¨ªs, que la muerte de Franco permiti¨® ir paliando, pueden ir siendo olvidadas a partir de ahora.Pero numerosos problemas quedan en pie -si exceptuamos el pesquero, resuelto en ciena medida con el acuerdo de marzo de este a?o-: aprovechamiento de los r¨ªos comunes; el peligro, para Portugal, de las centrales nucleares espa?olas en la frontera; la cuesti¨®n de los emigrantes clandestinos y de los refugiados pol¨ªticos; la utilizaci¨®n de los puentes internacionales; las indemnizaciones a los espa?oles expropiados despu¨¦s de 1975; supresi¨®n de pasaportes; el incremento de las relaciones econ¨®micas, etc¨¦tera.

Pero esto no es todo. Espa?a va a pedir a Portugal su apoyo y firma para su candidatura al ingreso en la EFTA y, quiz¨¢, alg¨²n tipo de apoyo para los planes de UCD respecto a la OTAN ( ... )"

18 abril