Cartas envenenadas

?Cuando EL PAIS deshaucia, hay que apresurarse a sacar los muebles a la calle, seg¨²n dicen los pol¨ªticos de Madrid; el m¨¢s joven de los matutinos madrile?os es, en ¨²ltima instancia, el portavoz m¨¢s autorizado de la pol¨ªtica cr¨ªptica de Presidencia del Gobierno, aunque no lo parezca. Del mismo modo en que The New York Times representa los intereses del Departamento de Estado y, Le Monde no es ajeno a las ¨²ltimas voluntades del Eliseo.Y EL PAIS ha deshauciado con un editorial inquisitorio que ha levantado al personal de sus poltronas. "?Generalidad provisional o provisionalidad generalizada?" es el t¨ªtulo del art¨ªculo que, seg¨²n atestiguan, le ha sido entregado listo para la imprenta al director del peri¨®dico. "El sentido de la responsabilidad -es uno de sus p¨¢rrafos- obliga al Gobierno a abandonar cualquier intento de maniobrar con las ambiciones invernales de Tarradellas, quien merece, por su biograf¨ªa personal y por su talento de hombre p¨²blico, algo m¨¢s digno que el destino pat¨¦tico de quienes se empe?an en remendar gestos que en su d¨ªa fueron veraces, pero que el desgaste del tiempo convierte en muecas."

Como nos encontramos en un lugar de circunstancias en las que todo es posible, siempre que se encuentre la manera de que cuele, resulta que ya se est¨¢ preparando un libro cuyo autor piensa titular Catalunya sota el tarradellismo, creando una imagen que no es, en absoluto, comparable al per¨ªodo que pretende homologar. Otras personas hablan ya de dar a la publicidad el contenido de un paquete de cartas cruzadas en los tiempos de Saint Martinale-Beau entre Tarradellas y Jordi Pujol. Al parecer, el presidente envi¨® fotocopias de esta correspondencia con dedicatoria a amigos de entonces que nadie sabe si lo ser¨¢n ma?ana. Carnada para ciertas editoriales y pasto para lectores de servilleta.?

26 abril