Resultado justo y buen espect¨¢culo en Sarri¨¢
Cuando un partido de f¨²tbol es esperado con ansiedad, normalmente defrauda. En el caso del pasado domingo en Sarri¨¢ no ocurri¨® as¨ª. Ambos equipos realizaron un buen encuentro, en el que no se vio una t¨¦cnica depurada en ning¨²n bando, pero s¨ª una entrega y un tes¨®n relevantes, lo que unido a la gran deportividad que imper¨® durante el match y el lugar y dejar jugar de los hombres sobre el c¨¦sped propici¨® un buen espect¨¢culo para los aficionados all¨ª congregados.El primer tiempo fue de claro color local, donde destacaba el bregar infatigable de Fern¨¢ndez Amado, la espectacularidad de Canito -marc¨® un gol precioso- y sobre todo la esperanzadora presentaci¨®n liguera ante su parroquia del paraguayo Ayfuch (sobrino de su compa?ero de equipo Osorio) quien, salvo en alg¨²n lance aislado, cumpli¨® m¨¢s que satisfactoriamente durante los noventa minutos. Este primer tiempo fue del Espa?ol, lo que no quiere decir que el Madrid anduviera despistado. Ni mucho menos. Las ocasiones de Garc¨ªa Hern¨¢ndez, Santillana y el peligro intermitente de Juanito eran una preocupaci¨®n constante para los defensores blanquiazules, lo que les imped¨ªa apoyar las acciones ofensivas de su equipo, que ven¨ªan siempre de los pies de Fern¨¢ndez Amado, ya que Pav¨®n y D¨ªez fueron anulados por Benito e Isidro, y s¨®lo Mara?¨®n inquietaba, pero poco, a San Jos¨¦.
As¨ª las cosas, con el 1-0 en el minuto once, parec¨ªa que finalizar¨ªa la primera parte con este resultado. No fue as¨ª, ya que en los ¨²ltimos instantes de este primer tiempo Aguilar consegu¨ªa marcar el gol del empate esbozando el dominio que el Madrid iba a ejercer en la reanudaci¨®n. Ya en la segunda parte el Madrid jug¨® a ganar. Los delanteros espa?olistas se acercaban con muy pocas garant¨ªas al marco de Garc¨ªa Rem¨®n y, aunque en el centro del campo parec¨ªan mandar los locales, el contraataque blanco -al que se incorporaba con frecuencia ese ?chaval? llamado Pirri- presionaba sin fruto sobre el territorio de Urruti. El centro del campo no fue el centro de la batalla. All¨ª Fern¨¢ndez Amado superaba casi siempre a Wolff. Garc¨ªa Hern¨¢ndez y Azpilicueta se dedicaron a pasear juntos, mientras que Stielike se las ten¨ªa que ver con el correoso Molinos. All¨ª, en el centro, no fue la batalla, all¨ª s¨®lo se viv¨ªa el juego como tr¨¢nsito de un golpe aun contragolpe, s¨®lo que no hubo ni profundidad ni acierto por parte de ning¨²n equipo y las cosas quedaron como estaban. Esta circunstancia hizo que el partido fuera lo que fue, un encuentro divertido y emocionante, en el que la igualdad en l¨ªneas generales fue lo que imper¨® y al que s¨®lo falt¨® la pizca de sal que dan los goles.
Al final, todos contentos. El Espa?ol hab¨ªa ?salvado? su compromiso ante el todopoderoso Madrid y los de Molowny hab¨ªan conseguido sumar un nuevo positivo.
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