"La Constituci¨®n garantiza autonom¨ªa de los municipios"

?Entre las cosas que han cambiado efectivamente en este pa¨ªs se halla el hecho de que ahora contamos con una normativa -la ley Constitucional- de obligada referencia para todos los actos p¨²blicos y privados. Como ya hemos escrito en estas p¨¢ginas, "la Constituci¨®n nos obliga a todos". Lo que significa que, aun a falta todav¨ªa del Tribunal Constitucional previsto por la Constituci¨®n que pueda jur¨ªdicamente dictaminar lo que es constitucional y lo que no lo es, nadie, ni gobernantes ni gobernados, est¨¢ autorizado para infringir tanto la letra como el esp¨ªritu del texto constitucional. Y si este esp¨ªritu tiende con meridiana diafanidad a descentralizar las funciones del Estado y dotar de aut¨¦nticas autonom¨ªas a los organismos locales y regionales surgidos de la expresa soberan¨ªa popular, la letra no deja lugar a dudas. ( ...)Los ayuntamientos democr¨¢ticos se han elegido y los representantes del pueblo han tomado posesi¨®n de sus cargos sin que previamente se hubiera promulgado la ley de R¨¦gimen Local correspondiente, enmarcada en el texto constitucional. Las conveniencias pol¨ªticas de los sectores que han gobernado y hoy, gobiernan, as¨ª como retrasaron hasta el l¨ªmite de lo posible la celebraci¨®n de las elecciones municipales, han postergado igualmente siquiera la reforma provisional de la vigente ley de R¨¦gimen Local, para adecuarla a los principios democr¨¢ticos. A esos sectores no les interesaban los ayuntamientos democr¨¢ticos y nunca supusieron que alg¨²n d¨ªa pudieran ser dirigidos por hombres de la izquierda. Pero es un hecho que est¨¢ ah¨ª: los leg¨ªtimos representantes del pueblo han comenzado a ejercer las funciones para las que han sido elegidos.

Y ahora el Gobierno cae en la cuenta de que sus gobernadores civiles ya no pueden proceder como jefes provinciales frente a los ayuntamientos que, encabezados por leg¨ªtimos representantes del pueblo, se disponen a actuar sin salirse de la ley, pero de acuerdo con la ley vigente. Lo que no es del agrado de unos gobernantes acostumbrados a unos alcaldes y concejales sumisos, que ni siquiera la autonom¨ªa que la ley les consiente reclamaban. Pero, agrade o desagrade el hecho concreto de que los actuales concejos municipales constituyen un poder local resuelto a utilizar plenamente la ley que les rige y ampara, nada justifica que el Gobierno, a posteriori, es decir, despu¨¦s de conocidos los resultados de las elecciones, pretenda limitar el alcance de la ley vigente mediante unas resoluciones que no son, en Fin de cuentas, sino una particular interpretaci¨®n. (...)?

29 abril