El divorcio

?El anuncio hecho por el nuevo ministro de Justicia, I?igo Cavero, de que el divorcio va a ser r¨¢pidamente introducido en la legislaci¨®n merece, desde luego, consideraci¨®n positiva y un eco popular que acelere los tr¨¢mites para que esto sea pronto realidad. Con ser el divorcio un hecho casi universal, es lo cierto que la doctrina de la Iglesia cat¨®lica, contraria a la disoluci¨®n del v¨ªnculo, suscit¨® en el pasado no pocas dificultades a la comprensi¨®n de las modernas leyes reguladoras. Incluso hoy en d¨ªa no cabe descartar que aparezcan fuertes presiones. (...)Por de pronto, de las mismas palabras del ministro se deduce que nos vamos a encontrar con un "piccolo divorcio", en el que no se dar¨¢ cabida a un motivo tan elemental como el mutuo disenso, que tambi¨¦n podemos denominar mutuo consenso en la separaci¨®n. Es obvio que los partidos de la oposici¨®n har¨¢n lo posible por mejorar el proyecto inicial del Gobierno y conseguir una ley del divorcio justa, racional y progresista. Que no signifique, por lo menos, pasos atr¨¢s respecto a la que ya estuvo en vigor en Espa?a a partir de 1932 y hasta el t¨¦rmino de la guerra civil. Pero como se trata de algo que ata?e al concepto de la dignidad de la persona humana y a las libertades b¨¢sicas del individuo, hay que esperar que UCD, en cuanto partido de reformas y libertades -en el que militan, incluso en puestos destacados, personas de conocidas convicciones divorcistas-, no har¨¢ uso en este tema de la disciplina parlamentaria, sino que permitir¨¢ el voto en conciencia. (...)?

, 29 abril