Venganza, no; justicia

?( ...) Ning¨²n crimen, por odioso que sea, justifica a los afectados para tomar venganza por su propia mano. La presi¨®n popular debe ejercerse, pol¨ªtica y parlamentariamente, sobre los instrumentos jur¨ªdicos y gubernativos del Estado, a quienes corresponde velar por la seguridad p¨²blica e impedir que las bandas nazis campen por nuestras calles. El mecanismo de la justicia es extremadamente delicado y merece la celosa tutela de todas las fuerzas pol¨ªticas de la normalidad. De ah¨ª que, como jurista, el diputado Peces-Barba, secretario del grupo parlamentario del PSOE, rechazara hace unos d¨ªas p¨²blicamente cualquier sugerencia de suspensi¨®n de la inamovilidad judicial; pero, al tiempo, hac¨ªa hincapi¨¦ en la necesidad de que se denuncien y persigan los hechos concretos, como el caso de la fuga de Lerdo de Tejada.Ahora hay que decir claramente, aun desde la comprensi¨®n hacia el dolor de los padres y companeros del muchacho asesinado: nada de venganza, sencillamente hay que exigirjusticia. ?A qu¨¦ esperan los partidos del arco democr¨¢tico parlamentario, desde UCD al PCE, para promover una investigaci¨®n del Congreso en torno a las actividades de grupos concretos que muy probablemente alientan la violencia? Nuestra Constituci¨®n dice bien claro que los partidos pol¨ªticos han de ser democr¨¢ticos; no hay por qu¨¦ conceder el amparo constitucional a las organizaciones que luchen v¨ªrulentamente contra la democracia. Es posible que sea dif¨ªcil la captura del nazi concreto que empu?¨® el arma homicida; pero, en el fondo, es un secreto a voces la ra¨ªz del mal, el foco que arma esa y otras manos de hombres alucinados por la intoxicaci¨®n ideol¨®gica. Hay que anular ese foco, pero necesariamente por los cauces de la legalidad, por los cauces pol¨ªticos y jur¨ªdicos que son propios e indeclinables de una sociedad civilizada. )?

, 3 mayo.